jueves, 19 de septiembre de 2013

Comunicado del Movimiento Revolucionario Lucio Cabañas Barrientos

COMUNICADO 23

Nos quieren callar, nos quieren dormir,
nos quieren sumisos para mantener tu resignación bajo su control.
Democracia pestilente, estafa electoral,
títeres que vienen y van en un circo caótico, dramático, patético
alabanzas al dinero, competitividad, mercados listos a especular…
Nos golpean, nos roban y encierran en nombre de su libertad.
Es la ira del pueblo lo que encontrarán.
SKA-P
Canto a la Rebelión.



Hermanas y hermanos
en la pobreza y en la lucha:


El maniquí sin cerebro que funge como gerente del actual narco gobierno advirtió: Las reformas van y los que se opongan sentirán toda la fuerza del estado democrático. (Remember Atenco). Lo que quiso decir Peña Nieto es que para imponer las reformas combinarán la represión con la manipulación mediática.

Desde hace varios años el desgobierno con asesores estadunidenses ha implementado una guerra de cuarta generación en la que mediante la manipulación informativa y la acción sicológica busca crear consenso para criminalizar la protesta social y manipular la conducta de gran parte de la opinión pública para que avale o por lo menos sea indiferente ante la represión. A través de las televisoras fomentan el rechazo y el odio hacia quienes luchan contra la embestida empresarial.

Las reformas educativa, energética y fiscal junto con la ya aprobada reforma laboral legitiman y fortalecen el saqueo y la rapiña de los que ya se apropiaron de casi todos nuestros riquezas nacionales y van por lo que queda.

Las televisoras y los “analistas” repiten y repiten que las reformas nos van a catapultar directo a la modernización, al progreso y al desarrollo. Ni siquiera tienen imaginación para inventar nuevos argumentos ya que este discurso lo han repetido desde que Salinas le vendió Telmex a Slim. Lo volvieron a decir cuando privatizaron el ejido. Nos lo recalcaron cuando firmaron el Tratado de Libre Comercio (TLC) aunque entonces le agregaron que íbamos a estar a la par que Estados Unidos y Canadá.

La promesa modernizadora fue reciclada para aprobar la reforma laboral e imponernos el pago por hora, el trabajo a destajo, las cuotas por productividad y los contratos renovables mes a mes, igualito que en USA, nada más que allá el salario es en dólares.

¿Puede entonces alguien creer el discurso oficial? Pues sí, gracias al lavado de cerebro y a la manipulación de emociones como el miedo al “otro”, en este caso al “subversivo”, al “delincuente”, al “extremista”, al “violento”. El miedo al cambio, a perder las libertades y la constante invitación al conformismo. Mientras puedas ver tele y consumir, estás bien.

El “subversivo – delincuente – extremista violento” es el rubro en el que el gobierno cataloga a los jóvenes, más si son pobres, peor si son críticos; incluye también a todos los trabajadores que luchan por mejorar sus condiciones laborales.

Muy especialmente son “subversivos – delincuentes – extremistas violentos” los pueblos que luchan contra el despojo de sus aguas y tierras. Ya traspasaron los límites permitidos por el mal gobierno al atreverse a formar policías comunitarias y grupos de autodefensa para enfrentarse al despojo y a la delincuencia organizada.

En el bombardeo ideológico tienen un papel destacado los partidos, muy especialmente los de supuesta izquierda que se auto proclaman concesionarios absolutos de la protesta social o sea que toda forma de lucha que se sale de su control es descalificada como “violenta”, “radical” e “irracional”. La izquierda domesticada descalifica hasta las manifestaciones, plantones, cierre de carreteras, toma de casetas, taparse la cara y otras maneras que el pueblo utiliza para hacer oír su voz. Se suman al bombardeo mediático y sirven a los intereses de los ricos, por más que lo nieguen.

Contra los pueblos que ya empezaron a armarse y auto defenderse gobernación implementó por un lado la creación de grupos armados, supuestamente también de autodefensa pero que en realidad son paramilitares y sicarios del narco al servicio del mal gobierno. Estas falsas “autodefensas” tienen el doble objetivo de dividir a los pueblos y de crear mala fama ante la opinión pública pues efectivamente son narcos y asesinos. Son en la práctica muy parecidos a lo que los manuales contrainsurgentes de los GOES (Grupos de Operaciones Especiales Selectas) llaman “unidades de guerra sicológica”. A río revuelto ganancia de pescadores.

Por otro lado pero al mismo tiempo, las televisoras y los “gobernantes” remachan y remachan que nadie debe hacerse justicia por mano propia, que la violencia solo genera más violencia. Presentan imágenes aisladas del contexto que buscan crear la idea de que los luchadores sociales y los pueblos que se defienden son irracionalmente violentos. Las dos medidas permitieron la detención de pobladores indígenas de Aquila, Michoacán que fueron llevados a la SIEDO mientras la minera Terniun continúa saqueando las tierras comunales.

Este es solo un ejemplo de la guerra asimétrica, contrainsurgente, de cuarta generación que tiene como ingrediente fundamental la manipulación propagandística y por tanto los grandes consorcios mediáticos (televisa y tele azteca, por ejemplo) son pilares fundamentales para mantener el estado de cosas.

Otro ejemplo de que la guerra de cuarta generación ya está en marcha en nuestro país es el bombardeo mediático contra los maestros. Las televisoras utilizan las molestias de tráfico, los supuestos privilegios magisteriales y el temor a la pérdida del año escolar como argumentos para incitar al odio entre mexicanos. Se trata de una operación mediática para criminalizar y aislar la lucha social.

Pocos medios tocan el meollo del problema magisterial: Por un lado la educación pública cada vez se aleja más del ideal juarista de una educación gratuita, laica, científica, crítica. La convierten en los hechos en una educación memorizante, que atrofia el pensamiento y destruye la creatividad e iniciativa. Es también un medio para robotizar y disciplinar a la mano de obra barata. Es también un filtro que va dejando en el camino a muchos jóvenes excluidos, rechazados, marginados de la supuesta modernización.

La reforma educativa coloca a los maestros en una situación de indefensión pues va a ser más fácil despedirlos o removerlos si no se pliegan a las órdenes oficiales-sindicales.

Las tan publicitadas reformas “estructurales” le rematan lo que queda de nuestra riqueza nacional a la oligarquía nacional y extranjera que se han apropiado de los minerales, petróleo, agua, bosques, nuestra diversidad biológica, telecomunicaciones, electricidad, ferrocarriles, carreteras, líneas aéreas, aeropuertos, playas, astilleros, puertos marítimos y todo lo que podría sostener una economía nacional autosustentable.

Hoy las ganancias benefician a esos multimillonarios, lavadores de grandes capitales provenientes no solo del narcotráfico sino también de la trata de personas, el cobro de piso y otras actividades mafiosas que hoy sostienen gran parte de la economía nacional.

A los demás mexicanos, los que somos mano de obra barata, los que estorbamos, los excluidos del proyecto neoliberal impuesto por el Fondo Monetario Internacional, esas reformas nos perjudican.

A partir de 1982 los “neo científicos” impulsores de este momento de modernidad capitalista empezaron a acelerar las privatizaciones, modificaron nuestra constitución para poder vender todo y a partir de entonces la economía nacional empezó a estancarse, a “desacelerarse”. Ese discurso de que la modernización neoliberal nos beneficiaría es solo eso, un discurso. En la realidad los únicos ganones han sido alrededor de 300 familias asociadas al capital extranjero.

Un ejemplo de cómo nos “benefician” las reformas constitucionales es que actualmente más de 30 millones de hectáreas del suelo nacional (un territorio mayor al estado de Chihuahua) está concesionado a las empresas mineras nacionales y extranjeras.

¿Y los pueblos que se resisten al despojo disfrazado de “concesiones”? ¿Dónde están? Algunos ya emigraron y fueron a engrosar los cinturones de miseria de las ciudades, otros fueron coptados por los narco militares, otros fueron asesinados o están presos y muchos resisten como sucede en Michoacán, Guerrero, Veracruz, Morelos, Oaxaca, San Luis Potosí y demás estados ricos en oro, plata, hierro y otros minerales que enriquecen la economía de los países saqueadores, los del primer mundo que pueden serlo gracias a ese continuo saqueo que hacen de nosotros los países del tercer mundo, emergentes, endeudados.

Muchos conflictos que aparecen como enfrentamientos entre narcos en realidad tienen la finalidad de despoblar las regiones ricas en minerales, bosques y agua. Los grupos narco paramilitares al servicio del gobernó y los empresarios cumplen hoy la función de aterrorizar a los pueblos, que hoy son los desplazados. Guerrero es el ejemplo más claro de este fenómeno.

La minería a cielo abierto es una forma de neo esclavismo que acaba con los mantos acuíferos, selvas, bosques y la capa vegetal además de que contamina los suelos, cultivos, manantiales y mantos freáticos con arsénico y metales pesados que los dejan inservibles por décadas. Al mal gobierno solo le importa vender, vender y vender hoy, hoy, hoy. ¿De qué viviremos los mexicanos dentro de unos años si nuestros suelos ya no pueden producir y nuestras aguas están contaminadas o son propiedad privada de empresas como Coca Cola, Nestlé, Danone y Pepsico?

El petróleo es actualmente, pese a la enorme corrupción, el sostén de la economía nacional ya que cuatro de cada diez pesos del presupuesto nacional los aporta PEMEX. Toda esa ganancia pasará a las empresas extranjeras, principalmente españolas y estadunidenses.

La reforma educativa pretende controlar a los maestros a través de la represión económica y administrativa con la permanente amenaza del despido, la suspensión de sueldos y cambios de escuela si no se pliegan al proyecto gubernamental privatizador de la educación. A vender todo lo que se pueda.

La santanesca reforma hacendaria, suavizada gracias a las movilizaciones populares, principalmente las magisteriales, pretende sustituir con el cobro de más impuestos, los recursos que la privatización de Pemex quitará al presupuesto nacional. A ese paso el único sostén de la economía nacional serán los recursos provenientes de las actividades mafiosas desde el narcotráfico, trata de personas, cobro de piso, extorsiones, etc.

Si ya de por si la “desacelerada” economía mexicana ni siquiera cumple las expectativas de la clase empresarial con estas reformas aún menos. Un botón de muestra es que para este año se necesita crear por lo menos un millón de empleos pero en el primer semestre solo se crearon 295 mil empleos, 161 mil menos que en el mismo periodo del año pasado, de acuerdo a los datos del Inegi.

Otro botón de muestra que indica el tamaño de la rapiña: durante la década que va del año 2000 al 2010 se extrajo más oro (420 mil kilogramos) que durante los trescientos años de colonia española (192 mil kilogramos). El caso de la plata es muy parecido. ¿Y acaso toda esta riqueza ha beneficiado al pueblo mexicano? En base a este ejemplo ¿podemos creer que la concesión a las grandes empresas (en los hechos privatización) de nuestra riqueza petrolera y eléctrica nos va a beneficiar a los mexicanos?

Otro botón de muestra más es que el 85 por ciento de la economía nacional lo forman empresas extranjeras. Ellas son las que exportan, nosotros seguimos siendo principalmente exportadores de capitales, materias primas y mano de obra barata. Importamos gasolina, diesel y lubricantes por más de 70 mil millones de dólares al año. Con la pretendida privatización petrolera se refinarán aquí pero las ganancias serán para los mismos oligarcas de siempre.

El modelo capitalista neoliberal se mantiene en el poder mediante las asociaciones mafiosas donde las actividades lícitas e ilícitas se entremezclan y rebasan fronteras. Es tan común que las constructoras con capital del narco se apropien de las tierras comunales asesinando al que no quiera malbaratarles su terreno.

Además con la política de que es mejor traer del extranjero los alimentos que producirlos aquí, la agricultura nacional está colapsada y nos convirtieron en un país muy vulnerable porque los precios de los alimentos son manipulados fácilmente por las trasnacionales que acaparan la producción mundial de alimentos. Nuestra soberanía nacional está hoy a merced de la volatibilidad de los precios de los granos básicos que antes producíamos aquí. Durante el año pasado se importaron casi once millones de toneladas de maíz, un millón más que durante 2011. Los productores estadunidenses se frotan las manos porque calculan que en diez años más las compras mexicanas de maíz llegarán a 17 millones de toneladas. Este es el lucro con el hambre, es el resultado del desmantelamiento de la agricultura nacional para apegarnos al modelo de subdesarrollo dependiente de los países que nos saquean, como estados Unidos, Canadá y España principalmente.

El gobierno de los ricos desmantela la industria nacional, destruye la agricultura en beneficio de las trasnacionales como Monsanto (corrida de muchos países europeos). Esta política entreguista provoca mayor desempleo, mayor migración, mayor delincuencia. A cambio nos dan las limosnas de Oportunidades, la cruzada contra el hambre, el seguro popular, el prometido y selectivo seguro de desempleo y demás medidas que son algo así como un subsidio que invierten los de arriba para mantenernos aplacados a los de abajo mientras se llevan todo.

La penetración de semillas transgénicas, fertilizantes e insecticidas agro tóxicos terminan de amolar al campo mexicano. Las tierras improductivas son más baratas y es donde las fraccionadoras e inmobiliarias compran.

Hay una crisis recesiva mundial que se refleja en el desmantelamiento de la industria nacional en los países subdesarrollados como el nuestro, en quiebra de empresas no asociadas a los grandes consorcios y por tanto despidos laborales cada vez más masivos.

Agregamos que el modelo neoliberal ya entró en su fase más rapaz apropiándose de las aguas, tierras y recursos naturales que aún no están es su poder y para eso primero, a través de la manipulación mediática, destruye los valores comunitarios y el amor hacia las culturas originarias y las sustituye por “valores” individualistas, por consumismo, por múltiples fanatismos religiosos. Aísla, divide y vencerás.

Sumamos los constantes agravios sociales que cometen el ejército, la marina, los diferentes cuerpos policiacos, los narco paramilitares y la élite gobernante y entonces el bombardeo mediático pierde efectividad ante la fuerza de la realidad que hoy es de hambre, desempleo, despojo, narcotráfico, trata de personas. Este sistema roba el futuro a los jóvenes y contra eso no hay publicidad que funcione totalmente. Por eso la organización popular crece.

El gobierno pretende que nadie se arme para hacerse justicia por mano propia. Entiéndase que solo se permite que estén armados el ejército, la marina, los cuerpos policiacos, los narcos, los sicarios, los paramilitares, los golpeadores, los asesinos a sueldo que matan por encargo a luchadores sociales y a los campesinos que no venden sus tierras a las mineras, a las constructoras o a los capos. También pueden armarse los matones que simulan asaltos contra luchadores sindicales, defensores de derechos humanos y hasta contra ancianos que se niegan a vender sus casas a las inmobiliarias.

Dentro de la repartición del mundo que hicieron los dueños de los grandes capitales a México le asignaron el papel de proveedor de materias primas (petróleo, oro, plata, electricidad), proveedor de mano de obra barata (maquiladoras y reducción de las garantías laborales), exportador de capitales (deuda eterna). De acuerdo a este modelo de subdesarrollo continuaremos siendo un país dependiente de las potencias que hoy nos venden hasta lo que comemos. Por eso el gobierno de la oligarquía impulsa la destrucción de la industria nacional mediana, pequeña y micro. Por eso las tierras que antes producían alimentos, hoy están envenenadas por la minería a cielo abierto.

Con este modelo que nos impone el gran capital trasnacional y gansteril jamás vamos a solucionar el desempleo, ni la destrucción de los ecosistemas, ni la migración, ni el derramamiento de sangre y dolor que producen las actividades mafiosas. No se solucionarán con reformas ni parches porque forman parte del papel que nos asignaron los guionistas neoliberales.

Somos los de abajo quienes podemos construir un destino distinto para nuestra patria. Es posible un México menos desigual, más justo, donde no se nos arrebate hasta el derecho a pensar por nosotros mismos, donde no nos roben hasta la tranquilidad, hasta la alegría que da poder satisfacer las necesidades básicas con un trabajo digno.

Las inundaciones no son solamente producto de un fenómeno natural rarísimo, como la tele quiere hacernos creer, sino que se acumulan errores gubernamentales que agravan las consecuencias. Primero, hay muchos asentamientos humanos en zonas de riesgo, los damnificados del sistema viven en las orillas de los ríos, en pendientes de los cerros, en barrancas y donde se pueda a sabiendas de que sus vidas y las de sus familias corren peligro, pero no están ahí por gusto. No tienen opción, son parte de los excluidos por el desarrollo neoliberal. Segundo. No funcionó el sistema para la prevención de desastres ya que desde el miércoles se pudo haber avisado a través de boletines de radio y televisión de que iba a llover varios días seguidos. Incluso desde el jueves se podía llevar a albergues a la población en zonas de riesgo. ¿No lo hicieron porque estaban ocupados preparando el grito y el desfile o porque los desastres son negocio? Ahora viene el lucro de los ganones de siempre: los políticos que se quedarán con gran parte de los miles de millones que dicen que van a gastar para reparar los daños; las constructoras lavadoras de dinero que se encargarán de la “reconstrucción”. Tercero. El lunes 16 de septiembre, miles de soldados y marinos desfilaron cuando debieron haber sido enviados a ayudar a las zonas de desastre. Igual las tanquetas y aviones. Estos factores agravan la tragedia. Y todavía falta la danza de los millones.

Ya estamos viendo que hasta la “ayuda” y el “rescate” tiene sus prioridades. Hay maquinarias y recursos para reabrir la autopista del sol y está bien. Pero no han enviado máquinas a las zonas indígenas de la montaña, ni en la tierra caliente, ni en la Costa Grande donde también se derrumbaron puentes y caminos y se desgajaron cerros. Eso que pasa en Guerrero sucede en otros estados. Se enfocan recursos hacia las áreas turísticas mientras a los damnificados de siempre se les ignora o se les atiende lentamente. Ni nos ven ni nos oyen. Para las colonias y pueblos populares enviarán láminas de cartón y zinc. A los hoteleros les reconstruirán sus instalaciones. La “ayuda” también tiene un carácter clasista y hay prioridades, por ejemplo el ejército cuida los supermercados y centros comerciales trasnacionales para que solo entren quienes pueden pagar. ¡Deberían estar abriendo caminos! Es lo mismo que en el terremoto del 85, cuando el ejército cuidó las bóvedas de los bancos mientras la población civil se organizó para sacar a los que todavía estaban vivos bajo los escombros. Se viene también el lucro político donde querrán que paguemos la ayuda con votos. Esa si es rapiña.

Solo nos queda la organización. La ayuda no es una limosna que nos dan porque son buenas gentes. Es su obligación ya que ellos solo son administradores del dinero que es del pueblo. Los miles de millones de dólares que entran diariamente por la venta de millón y medio de barriles de petróleo al día no son para que se los roben ni para que paguen la deuda externa sino para beneficiar al pueblo ¡Organicémonos para exigirle al mal gobierno que cumpla con la reconstrucción de las colonias, de los pueblos, de los caminos y puentes rurales! ¡Luchemos por una reconstrucción sin distinciones! ¡Hagamos de la solidaridad y la organización nuestra principal arma para obligar al mal gobierno a enfocar los recursos en quienes más lo necesiten y no lo usen para sus negocios, cochupos y componendas entre los grandes hoteleros, empresas trasnacionales prestadoras de servicios y constructoras beneficiarias de las concesiones gracias a compadrazgos políticos y compromisos de lavado de dinero! ¡Convirtamos nuestra desesperación en organización!

Solo nos queda una cosa por decir: la organización del pueblo continúa su marcha. Los instrumentos son la concientización y organización popular y los medios son todas las formas de lucha porque solo con la suma de ellas podremos ir construyendo un México menos desigual, más justo, donde los beneficios sean para la mayoría de los mexicanos y no como es ahora, que se quedan en unas cuantas manos.

Nosotros somos parte de ese proceso de lucha porque de algo no se han podido adueñar y es de la voluntad popular de construir un México donde quepamos todos y los pueblos sean dueños y beneficiarios de los recursos que están en sus tierras. No renunciamos al derecho constitucional y ético de utilizar todas las formas de lucha para derribar a los gobiernos que no benefician al pueblo.

Convertir cada lucha de resistencia en un medio para organizarnos, para unirnos como pueblos, como organizaciones de trabajadores. Hacer de cada lucha un instrumento que contrarreste el constante lavado de cerebro mediático.

Es tiempo de continuar la creación activa de las fuerzas populares mediante las luchas de resistencia en todos los frentes construyendo un poder popular que restituya el tejido social que el neoliberalismo destruye día a día, encontrando en la solidaridad, la honestidad, el colectivismo y la unidad de los de abajo las armas morales que consoliden a las organizaciones populares. Esa consolidación no se puede dar sin una ética de lucha.

Proponemos que en todas las luchas, sean de género, ecológicas, estudiantiles, por derechos humanos, laborales, por el derecho a la autodeterminación de los pueblos originarios, por la soberanía nacional, en defensa de la libertad de expresión y demás haya una ética política de solidaridad y honestidad.

En lo económico proponemos continuar y ampliar la construcción de economías autosustentables y relaciones de colaboración entre los pueblos y organizaciones; impidiendo que las trasnacionales se apropien de nuestros recursos naturales puesto que ahora la abundancia petrolera y mineral solo beneficia a unos cuantos ricos.

Resistir en lo social movilizándonos y organizándonos contra el despojo, el desempleo, por una educación laica, gratuita, obligatoria y pensante. Por hacer efectivos los derechos constitucionales a la salud y vivienda de calidad. Por el derecho al trabajo y a un salario digno. En lo cultural resistir recuperando lo mejor de nuestras tradiciones y redes comunitarias. Quitémosle el carácter elitista y de clase a la cultura.

En lo militar reivindicando el derecho a contraponer la fuerza popular, armada y no armada, ante la violencia sistémica y la represión. Tenemos derecho a responder a la violencia de los narcos y del mal gobierno. Que ninguna agresión quede impune.

Nosotros creemos que es urgente movilizarnos contra todas las políticas neoliberales que pisotean nuestros derechos pero también es urgente y necesario que trabajemos todos, desde la capacidad de cada quien, por la claridad política, ampliando los sectores conscientes y organizados de nuestro pueblo.


¡A defender y recuperar la patria, punto a punto y parte a parte!
¡Solidaridad con todas las luchas que se oponen a las contra reformas neoliberales!
¡Libertad a todos los presos políticos y sociales de México!
¡Resistiremos y Seremos Millones!
¡Globalicemos la solidaridad entre los pueblos!


Movimiento Revolucionario Lucio Cabañas Barrientos (MRLCB).



19 Septiembre 2013