martes, 7 de julio de 2009

Tercera incursión militar en Puerto las Ollas, ahora “por las buenas”

Entran al pueblo dos camiones llenos de soldados; organizaciones sociales, en alerta

Un coronel de apellido Mendoza dijo a vecinos que fue a constatar atropellos de junio

CITLAL GILES Y ROBERTO RAMIREZ (La Jornada Guerrero)

La mayoría de los pobladores de Puerto las Ollas son mujeres y niños

Por tercera ocasión, soldados irrumpieron en la comunidad Puerto Las Ollas, municipio de Coyuca de Catalán, por lo que integrantes de organizaciones sociales lanzaron acciones urgentes a las autoridades, ante el peligro inminente en que se encuentran los habitantes. En esta ocasión, según habitantes con los que se logró hacer contacto vía telefónica, los soldados fueron a investigar qué daños habían causado los del batallón 40, que ingresaron a la comunidad el mes pasado.

La Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Sociales (COMS) informó que a las 2 de la tarde entró a la comunidad un convoy de militares, por lo que se comunicaron con algunos de sus habitantes; sin embargo, por problemas de recepción de señal de los teléfonos celulares, la comunicación fue cortada, dejando en incertidumbre las condiciones e integridad física de los pobladores, en su mayoría mujeres y niños.

Lo anterior preocupó a las organizaciones sociales, ya que el mes pasado unos 500 soldados ingresaron a la comunidad y durante cuatro días agredieron y torturaron tanto a niños como a mujeres.

Por ello, la COMS –integrada por el Taller de Desarrollo Comunitario (Tadeco), la Coordinadora de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) y la Red de Manglar Internacional– exigieron nuevamente al gobierno federal, al Congreso de la Unión, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), así como las diversas instancias y organismos internacionales, a los movimientos sociales y a ciudadanos en general, estar atentos al clima de inseguridad creado por la militarización en Guerrero.

“No venimos a buscar problemas”

Alma Delia Ramírez López, una mujer de la comunidad, relató que ayer los soldados que llegaron eran integrantes de los batallones 19, 40 y 56, encabezados por un coronel de apellido Mendoza, y a diferencia de los anteriores, su actitud era amable y les explicaron que su presencia en el lugar era para investigar la actuación de los anteriores.

Mendoza dijo, según Ramírez López: “Yo sé que ustedes tienen miedo, pero nosotros venimos a preguntarles por las buenas (qué hicieron los otros) porque eso no se vale, uno no debe entrar a las casas, ni mucho menos robar”.

Relató que en la comunidad sólo se encontraban mujeres y niños durante las casi siete horas que estuvieron los militares, y en ese lapso, los soldados tomaron fotografías de las casas en busca de daños, de las personas, y les pidieron sus nombres, así como listas de las afectaciones hechas por los otros soldados.

“Nosotros no venimos a buscar problemas, queremos ayudar”, dijo que les explicó Mendoza. En total, relató la mujer, fueron dos camiones llenos los que se presentaron en el poblado, y se retiraron a las 8:45 de la noche aproximadamente. “Vinieron a preguntar qué daño hicieron (los otros), si habían sacado armas de las casas, y querían una lista de las cosas malas que hicieron. Nosotros les dijimos que si podían echar eso (la denuncia por los atropellos) al periódico o a la televisión, y nos dijeron que no podían”.

Durante todo el tiempo, dijo, estuvieron preguntando de casa en casa a las mujeres, pero al final no se comprometieron a nada.

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