jueves, 27 de noviembre de 2008

Negligencia de la SIEDO y PFP en plagio de mi hija: Nelson Vargas


MIGUEL CABILDO

MÉXICO D.F., 26 de noviembre (apro).- Luego de una larga y tortuosa espera de 14 meses y 16 días sin noticias sobre el paradero de su hija, el exdirector de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Nelson Vargas, hizo a un lado las formalidades y exigió a las autoridades federales que se pongan a trabajar y "encuentren a Silvia".
En conferencia de prensa, en la que estuvo acompañado por su exesposa, Silvia Escalera, el también empresario deportivo dijo que ya había suplicado, llorado e implorado lo suficiente y que ahora exigía, particularmente, a Genaro García Luna y a Eduardo Medina Mora que resolvieran el caso.
"Encuentren a mi hija, encuentren a Silvia", rogó
A diferencia de las anteriores reuniones con la prensa en las que asumió una actitud discreta, en esta ocasión Nelson Vargas se despojo de las ataduras diplomáticas y hasta denunció de la negligencia y la omisión en que han incurrido las autoridades de la SSP federal y la PGR en el caso del secuestro de su hija.
Denunció:
"A un año dos meses (del secuestro), no hemos obtenido información del teléfono celular desde el cual nos hicieron la primera llamada de negociación. A la fecha, no se tiene nada y posiblemente no la podamos obtener nunca.
"Cuando encontraron la camioneta, (las autoridades) fueron omisas y no le practicaron ninguna prueba pericial, apostaron a la negociación en lugar de que, de manera paralela, estuvieran investigando.
"Nos preguntamos si la razón por la que no quieren agarrar a los culpables es porque temen que resulten involucradas autoridades de alto rango de la PFP, SIEDO y AFI, como ha pasado en otros casos de secuestro y de narcotráfico...".
En entrevista posterior con W Radio, el exdirigente deportivo le puso nombre y apellido al encargado de las fallidas negociaciones del secuestro de su hija: Benito Roa, exdirector de Secuestros de la PFP y uno de los hombres de mayor confianza de García Luna.
Con una foto de su hija de marco, el empresario ofreció en la conferencia de prensa una nueva pista que, según confió él mismo, le fue proporcionada hace poco por una informante que se le acercó.
Sin mencionar la identidad de su informante, dijo que la mujer le confió que Oscar Ortiz González, quien trabajó con él como chofer, forma parte de una banda de secuestradores denominada Los Rojos y algo más: que era hermano de Raúl Ortiz González El Flaco ó El Azul. Este último es el presunto secuestrador que se fugo del hospital Xoco el pasado 28 de septiembre, a pesar de tener vigilancia de la PFP.
Apoyado en gráficas digitales de ambos personajes, Vargas reveló también que el hermano de su exchofer ya había estado preso, por secuestro, en una cárcel del estado de Guerrero, de donde también, dijo, logró escabullirse.
Sobre el caso particular de Oscar, comentó que se encuentra bajo arraigo en la SIEDO, pero que las autoridades federales no lo han relacionado con el secuestro de su hija.
En entrevista con Carlos Loret de Mola, Vargas aportó más detalles de Oscar:
"El trabajo dos años con nosotros. Fue chofer de la casa donde vivo con mi mujer y tres pequeños. Lo despedimos porque continuamente se perdían algunas pequeñas cosas de mis hijos y de mi mujer, no podíamos tener en casa a un posible delincuente. Sabía perfectamente los movimientos de mi familia.
--¿El ha declarado algo?, le preguntó Loret.
Nelson Vargas respondió:
"Sabemos que la autoridad está buscando una declaración, pero nosotros no queremos una declaración forzada, queremos que exista inteligencia y ética para saber si ese hombre realmente está ligado con el secuestro de mi hija".
En la conferencia de prensa, el empresario deportivo había cuestionado a las autoridades federales sobre ese punto en particular:
"Lo asombroso e indignante es que desde el inicio del secuestro de mi hija, Óscar Ortiz estaba dentro de las personas que yo señalé como presuntos sospechosos y le solicité a la PFP que investigara, si ellos hubieran cumplido su trabajo, hubieran evitado que otras personas hubieran sido secuestradas", comentó.
"Dónde está su cacareada tecnología de punta y dónde está la inteligencia. Se entregó toda la información de mi exchofer y dicen que no saben nada, eso es no tener madre. Lo mínimo es ponerse a trabajar, lo mínimo es solidarizarse, ya no podemos más.
Cansado de esperar respuestas en vano, Vargas dijo que está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias y que denunciará la ineficiencia de las autoridades aunque "estemos conscientes de que peligre la integridad física, mía y de mi familia".
Agregó:
"Moriré en la raya, es lo mínimo que puedo hacer por Silvia. He perdido parte de mi vida, no puedo seguir viviendo sin saber de mi hija, ya no tengo nada que perder. El no saber qué ha pasado con mi pequeña me tiene deshecho pero no voy a claudicar".
Silvia fue secuestrada la mañana del 10 de septiembre de 2007 cuando se dirigía de su casa, en el sur de la Ciudad de México, hacia el Colegio Alexander Bain, en la Colonia Las Águilas.
Luego de 11 meses de haber perdido contacto con los plagiarios, la familia Vargas Escalera lanzó, el pasado 25 de agosto de este año, un ruego para que le devolvieran a su hija que en el momento del secuestro tenía 18 años de edad.

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