martes, 28 de octubre de 2008

Discurso del presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, en la reunión que sostuvo en San Lazaro


Será el Legislativo cómplice de la entrega de nuestro territorio, si no incorpora a la reforma petrolera una prohibición expresa de entregar bloques en exclusiva, afirma López Obrador

México, Distrito Federal
Martes 28 de octubre de 2008




Discurso del presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, en la reunión que sostuvo con integrantes de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados y coordinadores de las fracciones parlamentarias del PRD, PT y Convergencia, en el Palacio Legislativo de San Lázaro


Diputado César Duarte Jáquez,
Presidente de la Mesa Directiva de la
Cámara de Diputados.
Diputadas y diputados.
Pueblo de México:

Como hemos venido diciendo, y todos sabemos, estamos librando la lucha por la defensa del petróleo en medio de una tremenda crisis económica y de descomposición social.

En primer término, es indispensable saber qué nos llevó a esta debacle que afecta todos los órdenes de la vida pública: en lo político, lo económico, lo social, lo cultural y, desde luego, la pérdida de valores morales.

Como lo hemos dicho en otras ocasiones, la crisis de México viene de tiempo atrás, pero se ha profundizado desde el inicio de la década de los ochenta, cuando un grupo de potentados, sintiéndose dueños del mundo, ordenó a sus técnicos y a sus políticos, diseñar y aplicar un modelo que les permitiera apoderarse por completo de los estados nacionales, de los recursos naturales y de los bienes de la inmensa mayoría de los seres humanos.

Para ello, los ideólogos de la derecha inventaron una serie de recetas y recomendaciones que, machaconamente, con el apoyo de los medios de comunicación, fueron imponiendo en la mente de millones de personas para tratar de justificar su política de pillaje.

Así, divulgaron y convirtieron en dogmas, criterios como el de la dictadura del mercado; llegaron a proclamar el fin de la historia; la desregulación por completo de la economía y del sistema financiero; hicieron de las privatizaciones la panacea; la utilización del Estado sólo para proteger y rescatar a las minorías privilegiadas, y la contención salarial y la cancelación de la seguridad social.

También postulaban, y siguen sosteniendo, que el nacionalismo económico es una expresión retrógrada que debía desaparecer; que la soberanía nacional es un concepto caduco que estaba superado y en vías de disolución; que los potentados y los tecnócratas no son corruptos; que el capital internacional es la solución; que debía predominar lo económico sobre lo político y lo social; que debían bajarse los impuestos a los de arriba y cobrar más a los de abajo; que el Estado abandonara su responsabilidad social y que, automáticamente, si le iba muy bien a los de arriba, les iría bien a los de abajo; que si llovía fuerte arriba, goteaba abajo, como si la riqueza en sí misma fuese permeable o contagiosa.

Con todos estos llamados “paradigmas”, que no son más que una retacería de mentiras sin fundamento teórico ni científico, los barones del dinero y sus ideólogos llegaron a imponer el orden del día, la agenda, las llamadas “reformas estructurales”, los marcos legales y las políticas de los gobiernos, haciendo a un lado o sometiendo a los poderes públicos nacionales e internacionales.

En el caso de México, estas políticas fueron secundadas y llevadas a la práctica por un grupo de traficantes de influencias, especuladores, banqueros y políticos corruptos.

Aquí no sólo se adoptaron todos estos dogmas de manera ortodoxa, sino que se utilizaron como parapeto para llevar a cabo el peor saqueo de las riquezas y de los bienes de la nación que se haya registrado en toda la historia de nuestro país.

A esta política de pillaje se debe la actual tragedia nacional. El saldo ha sido devastador. Hoy México es un país en ruinas, cuyo extraordinario pueblo ha sido condenado a la sobrevivencia.

Ya no hay movilidad social, y ahora, para salir adelante, sólo han dejado el camino de la migración. Millones de familias están padeciendo por la falta de empleo o porque sus ingresos no les alcanzan ni siquiera para lo más indispensable.

A los jóvenes se les ha cancelado el futuro, pues son rechazados en las universidades públicas y no tienen para pagar las cuotas de las universidades privadas; tampoco tienen trabajo, por lo que se les orilla a migrar o a tomar el camino de las conductas antisociales.

Muchos mexicanos viven hacinados, enfermos y sin seguridad social. Las colonias exclusivas donde viven los potentados, los centros turísticos, las plazas comerciales y un corto etcétera, no son más que islotes en un océano de marginación y pobreza.

Y, desde luego, los responsables de toda esta infamia tienen nombre y apellido. Por ejemplo, tengo pruebas, y las he entregado ya a los medios de comunicación, de cómo el principal asesor de Carlos Salinas de Gortari, José Córdoba Montoya, y Claudio X. González, también salinista y actual presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, están asociados en una empresa que le vende energía a la Comisión Federal de Electricidad y mantiene contratos con Pemex Gas y Petroquímica Básica.

Imagínense cuánta inmoralidad hay en todo esto, si en el gobierno de Salinas se hizo la reforma para privatizar la industria eléctrica y ahora el que era jefe de su oficina y principal asesor, es empresario del sector energético.

Y esa es la situación de Calderón, Mouriño, César Nava, Gastón Azcárraga, Roberto Hernández, José Luis Barraza, de los hijos de la señora Martha Sahagún, esposa de Vicente Fox, y de otros muchos más.

Y este es el mal, para hablar con toda claridad, que más aqueja y atormenta a la Nación. La corrupción política es lo que ha dado al traste con todo, es la causa principal de la desigualdad social y de la desigualdad económica.

Esta corrupción es lo que más ha generado desigualdad en nuestro país, esto es lo que ha estado hundiendo a México. Por eso, precisamente, es que estamos padeciendo más de la cuenta ante el derrumbe del modelo económico neoliberal.

Todo esto que, desgraciadamente, está pasando, lo advertimos desde la campaña por la Presidencia de la República. Dijimos, una y otra vez, que había que cambiar la política económica neoliberal, abolir los privilegios y cortar de tajo con la corrupción imperante. Que el principal objetivo del gobierno debía ser impulsar las actividades productivas, crear empleos y garantizar el bienestar del pueblo.

Sin embargo, después del fraude y de que nos robaron la Presidencia de la República, este grupo ha seguido dominando.

A pesar del rotundo fracaso de las políticas neoliberales y del daño que están causando a la mayoría del pueblo y a la nación, siguen aferrados a lo mismo y no están dispuestos a ceder en nada, aunque terminen de destruir a México.

No quieren aceptar el hecho de que procurar el acaparamiento económico de (unos) pocos con el sacrificio y la miseria de (otros) muchos, no sólo produce una monstruosa desigualdad económica y social, sino que desata la inseguridad y la violencia e impide la gobernabilidad democrática.

Por esta razón, es por lo que millones de mexicanos hemos decidido seguir luchando hasta lograr la transformación de la vida pública de México y establecer una nueva economía, una nueva forma de hacer política y una nueva convivencia social, más humana, más justa y más igualitaria. Y tenemos como objetivo defender al pueblo y defender al patrimonio nacional. En este marco entendemos que la lucha por la defensa de la economía popular, está estrechamente vinculada con la defensa del petróleo.

Tengamos presente que la devaluación del peso y la actual crisis económica y financiera ya ha provocado, en sólo 30 días, la pérdida del 25 por ciento de los ingresos y de los bienes de la mayoría del pueblo de México.

Tenemos que luchar para que se frene de inmediato este deterioro, porque desgraciadamente todo indica que las cosas van a empeorar.

No podemos cruzarnos de brazos, no podemos aceptar pasivamente que, como ya lo están haciendo (con el uso de las reservas internacionales del país), se utilice al Estado sólo para rescatar a los de arriba; tampoco podemos permitir que se recurra de nuevo a organismos financieros internacionales, al Fondo Monetario Internacional para aplicar las recetas de siempre que, una y otra vez, han fracasado.

Se trata de establecer un manejo de la crisis, aplicando un modelo propio que tenga como elementos fundamentales lo siguiente:

1. Evitar despidos de trabajadores y un mayor desempleo. Para este propósito, cualquier apoyo de crédito que otorgue el gobierno a las empresas, debe estar condicionado a que no despidan trabajadores. Asimismo, es urgente que se lleve a cabo un programa emergente de construcción de obras públicas para reactivar la economía y generar empleos.

2. Se debe establecer el congelamiento de precios de los alimentos, de impuestos y de servicios y se debe lograr la reducción del costo de los energéticos. Vamos a luchar para que se congelen los precios de la tortilla, pan, agua, leche, huevo, frijol, lenteja, arroz, aceite, carne de res, de cerdo y de pollo, café, azúcar, pastas para sopa, teléfono, transporte público, medicamentos, renta de viviendas, colegiaturas, predial y peajes de carreteras. Todos estos alimentos, bienes y servicios han aumentado en promedio 100 por ciento. Inclusive, vamos a luchar para que bajen de inmediato el precio de las gasolinas, el diesel, el gas y la energía eléctrica. Van 24 aumentos a la gasolina en lo que va del año y estos aumentos se trata de justificarlos, diciendo que estaba muy alto el precio del petróleo en el mercado internacional. Ahora que ha bajado el precio del petróleo, tiene que bajar de inmediato el precio de la gasolina, del gas, la energía eléctrica y del diesel

3. Vamos a exigir que el Estado intervenga de inmediato para frenar la caída de los ahorros o de los fondos de pensiones de los trabajadores que, de forma irresponsable también por las políticas privatizadoras, éstos fondos que significan el patrimonio de millones de mexicanos, se colocaron en las Bolsas de Valores, y que con el derrumbe financiero, han perdido en estos últimos días del 20 al 30 por ciento de su valor. Estamos hablando de las pensiones con las que van a vivir el día de mañana los trabajadores de México. Es urgente evitar una mayor pérdida en el patrimonio de 39 millones de trabajadores y de la clase media.

4. Demandamos que aumente el presupuesto destinado al campo; que se establezcan precios de garantía y subsidios al fertilizante y a otros insumos. Debe garantizarse, en estas circunstancias de crisis, la autosuficiencia alimentaria, que implica también un cambio, un viraje, ya no apostar a estar comprando los alimentos en el extranjero, hay que apoyar a los productores, ejidatarios y pequeños propietarios para lograr la autosuficiencia alimentaria y crear una reserva de granos básicos.

5. Se debe establecer el Estado de Bienestar, otorgando becas a todos los estudiantes de preparatoria del país, hay que darle un trato especial a los jóvenes que se les han cerrado las puertas y no tienen posibilidades ni de trabajo ni de estudio; hay que aumentar el presupuesto a todas las universidades públicas, no debe haber rechazados, todos los jóvenes que están en posibilidad y en edad de estudiar, tienen que tener acceso a la educación, sin importar su condición económica o social de los padres, el Estado tiene que garantizar la educación pública, gratuita y de calidad en todos los niveles escolares; se deben entregar pensiones alimentarias a todos los adultos mayores del país, así como apoyos a madres solteras y becas para personas con discapacidad; se debe garantizar, en esta situación difícil, la atención médica y los medicamentos gratuitos a quienes no cuentan con seguridad social; también deben devolverse los ahorros a los ex braceros y debe cancelarse la llamada Alianza Educativa, que agrede al sector magisterial.

¿Y por qué expongo este tema ante ustedes? Porque esta Cámara de Diputados tiene la facultad exclusiva de aprobar el presupuesto público y, de acuerdo a las normas, a la ley, tienen que tener aprobado este presupuesto a más tardar el 15 de noviembre, ustedes tendrán que decidir cómo se orienta el presupuesto en estas circunstancias de crisis económica.

Tienen ustedes esta posibilidad de orientar adecuadamente el presupuesto público, que es dinero de todo el pueblo de México, van a aprobar un presupuesto de alrededor de tres billones de pesos.

Mucho se puede hacer si hay una adecuada orientación de este presupuesto. Ustedes van a tener en sus manos esta decisión, tienen que ver hacia dónde se orienta este presupuesto, si se va a seguir orientando para rescatar y proteger a los de arriba o se va a utilizar el presupuesto para apoyar y proteger al pueblo.

Por ejemplo, tienen ustedes la oportunidad que de se reduzca el gasto superfluo del gobierno, se puede hacer una reducción de gasto superfluo, destinado a la alta burocracia, del orden de 200 mil millones de pesos, es una bolsa importante.

Pueden ustedes, por ejemplo, terminar con todos los privilegios de la alta burocracia, empezando por bajar a la mitad los sueldos de los altos funcionarios públicos, incluyendo el del presidente usurpador, los sueldos de los ministros de la Corte, jueces y magistrados, y los sueldos de ustedes, los diputados federales, y senadores.

Hay que suprimir las partidas de gastos médicos privados y el fondo de ahorro especial para latos funcionarios públicos, que significan 12 mil millones de pesos del presupuesto. Así mismo, deben cancelarse las pensiones millonarias para los expresidentes y aplicar un plan de austeridad republicana. Nunca, menos ahora, un gobierno rico con pueblo pobre.

Sería ofensivo y un insulto más que, ante esta grave crisis económica, ni siquiera se tomara una medida de esta naturaleza.

Ahora bien, como dije al principio, en medio de esta crisis económica y de descomposición social, tenemos que seguir defendiendo el petróleo.

Es claro y del dominio público que lo hasta ahora logrado se debe en lo fundamental a nuestro movimiento.

No olvidemos que tanto la propuesta inicial de Calderón como la del PRI, iban orientadas a privatizar casi toda la industria petrolera. Tengamos presente que querían legalizar la privatización de la refinación, el transporte, los ductos y el almacenamiento de petrolíferos. Y eso lo paramos. Así como también se avanzó en otras demandas.

Sin embargo, como es sabido, por decisión mayoritaria el pasado miércoles en el Hemiciclo a Juárez, de manera democrática, se decidió iniciar las acciones de la resistencia civil hasta lograr que se incluyan en la reforma en materia de petróleo, las demandas pendientes de nuestro movimiento, sobre todo –subrayo— la prohibición expresa para no permitir la asignación a compañías nacionales o extranjeras, de bloques o áreas del territorio o de las aguas nacionales para la exploración y producción de petróleo.

Aquí quiero informar que este tema, además de haberlo planteado públicamente con anticipación, me tocó comentarlo con nuestros senadores de las comisiones de Energía y de Asuntos Legislativos, cuando se estaban elaborando los dictámenes.

Me consta que Pablo Gómez y Dante Delgado insistieron en que se aceptara la fracción séptima del Artículo 60 de la Ley de Petróleos Mexicanos, para incorporar la prohibición expresa de entregar áreas o bloques del territorio, en exclusiva, a compañías extranjeras.

Sin embargo, tanto los senadores del PRI como los del PAN siempre terminaron por rechazar esta petición, a pesar de que consultaron, quién sabe con quién y dónde. Lo cual, como es lógico, nos genera una gran sospecha.

¿Qué significa esto de los bloques? Voy a tratar de explicarlo. En esencia, se pretende que en toda la zona petrolera del país —terrestre y marítima— la tierra y el agua, sobre todo en el Golfo de México, se hagan parcelas, que se divida el territorio petrolero en lotes, para conceder estas parcelas, estos lotes y estos bloques a empresas extranjeras que manejarían, en exclusiva, la exploración y la producción de petróleo.

Con este proyecto, por ejemplo, el área clasificada como Aguas Profundas, que abarca una superficie de 575 mil kilómetros cuadrados en el Golfo de México, y que significa más de una cuarta parte del territorio nacional, sería cuadriculada y dividida en 115 bloques o lotes de 5 mil kilómetros cuadrados cada uno.

Es como ceder a pedazos nuestro territorio a empresas extranjeras. Para tener una idea: cada bloque sería del tamaño de estados como Tlaxcala, Morelos, Colima o Aguascalientes.

Este modo de operar de las compañías petroleras extranjeras ya se aplica en el Golfo de México en el territorio de Estados Unidos, así como en Rusia, Cuba, Ecuador, Venezuela, Brasil, Perú y Bolivia, entre otros países productores de hidrocarburos.

Nada más que es necesario aclarar que, en la mayoría de estos países, este tipo de contratos se suscribieron cuando había gobiernos de derecha, sometidos a intereses extranjeros.

No obstante, los actuales gobiernos están cancelando estos contratos y están recuperando su soberanía. Es decir, aquí quieren imponer lo que en el mundo ya viene de regreso.

En poco tiempo todo se ha venido aclarando. Recordemos que el mismo jueves que se aprobó en lo general dicha reforma en la Cámara de Senadores, legisladores de los partidos del Frente Amplio Progresista pidieron que se discutiera en lo particular este asunto de la concesión de bloques de nuestro territorio.

Sin embargo, a pesar de que se reservó el Artículo 60, para ser discutido, a la hora de la hora, por votación mayoritaria de los senadores del PRI y del PAN, se desechó esta discusión, sin argumento alguno, es decir no quieren discutir este tema.

Hemos propuesto que todo esto se resolvería con la fracción séptima del artículo 60 de la Ley de Petróleos Mexicanos, en donde se aclare que no se entregarán áreas o bloques del territorio nacional para la exploración y producción de petróleo, de manera exclusiva, a empresas extranjeras.

Es más, al día siguiente de la aprobación de las reformas en el Senado, el viernes en la columna Capitanes de la sección Negocios del periódico Reforma, publicada bajo la responsabilidad editorial de ese diario, se dio a conocer una información que deja totalmente al descubierto la gran trampa “escondida” en la reforma petrolera aprobada en el Senado de la República.

Les voy a leer el fragmento de esta información. Repito, el jueves se aprueba la reforma en el Senado, al día siguiente aparece como nota principal de la sección Negocios del periódico Reforma esta nota que les voy a leer.

Dice así:

“PETROLERAS PENDIENTES

“Calladas pero cabildeando. Así andan las huestes de grandes petroleras como Shell, Exxon Mobil, Petrobras, Statoil Hydro y hasta Chevron.

“Aunque no han fijado una postura abiertamente, está claro que no descartaron de facto su posible intervención en la producción de hidrocarburos bajo las reglas de la reformita que ya pasó el Senado.

“La primera tarea que encargaron a su equipo en México está en manos de firmas de abogados locales, agremiados en la Asociación Mexicana de Derecho Energético, que preside Tomás Mueller Gastell.

“Su misión: interpretar los esquemas contractuales que detonarán los cambios realizados a la Ley Reglamentaria del 27 constitucional en el ramo petrolero.

“La segunda tarea está en manos de las áreas de desarrollo de negocios.

“Estas analizan la conveniencia de entrar a las nuevas opciones que dará Pemex, bajo la modalidad legal de contratos de servicio.

“Antes de eso falta un último paso.

“Ahora que las leyes están casi planchadas, sigue el reglamento de la Comisión Nacional de Hidrocarburos.

“Esta decidirá sobre la asignación de bloques para la exploración y producción de hidrocarburos, el tiempo de adjudicación mediante contratos de servicios y las medidas para la asignación de incentivos económicos.

“Así que las extranjeras no pierden de vista el proceso, pues no descartan que pese a la “reforma chiquita” –porque ya aquí están dando como hecho de que fue para ellos una gran reforma— al final todavía puede salir algún negocio interesante”.

Hasta aquí la nota del periódico.

El sábado pasado, cuando dimos a conocer esta información en un manifiesto publicado en el periódico La Jornada, plantee las siguientes interrogantes: ¿qué dirán ahora nuestros detractores con estas evidencias, con estas pruebas? ¿Se atreverán a reconocer con honestidad que nos asiste la razón?

Diputadas y diputados:
Diputado Duarte:

Acepté comparecer ante ustedes, porque todavía están a tiempo de evitar que se cometa el mayor agravio al pueblo de México y a la Nación, en la historia reciente de nuestro país.

Están por aprobar leyes que no sólo contravienen el espíritu y la letra de la Constitución, sino que abren la puerta para que empresas y gobiernos extranjeros puedan explorar y explotar en exclusiva nuestro petróleo tanto en tierra como en las aguas patrimoniales.

Es evidente la intención que se tiene y la trampa que hay en las reformas legales que ustedes pretenden aprobar. Se trata, como se dice en la columna periodística, de aplicar la modalidad de contratos de servicios, con la asignación de bloques para la exploración y la producción de hidrocarburos, por un tiempo de 20 a 25 años, y con incentivos económicos especiales.

Y da la casualidad que en la legislación que ustedes, espero no aprueben, no hay limitantes de tiempo en contratos y existe en el capítulo titulado “Modalidades especiales de contratación”, en el artículo 61, la autorización para otorgar compensaciones.

Esto es, de acuerdo a nuestros antecedentes históricos, parecido a lo que se hizo en el gobierno de Miguel Alemán, que de 1947 a 1951 se entregaron contratos a cinco grandes empresas extranjeras, que llegaron a dominar en los estados del Golfo de México, de Tamaulipas a Campeche, en una extensión de cerca de cuatro millones de hectáreas.

Esto llevó al presidente Ruiz Cortines a modificar la Ley reglamentaria del artículo 27 constitucional y llevó también al presidente Adolfo López Mateos a modificar el artículo 27 constitucional en el ramo del petróleo. Y fue hasta 1970, siendo don Jesús Reyes Heroles padre, director de Pemex, que se pudieron cancelar estos contratos. Es decir, nos tardamos 20 años para poder cancelar estos contratos.

Pueden decir también que esto de los bloques no está permitido en la Constitución, porque últimamente se viene diciendo eso, que no está permitido, nosotros lo que queremos es que se prohíba expresamente. Les voy a decir por qué.

No está permitido ni en la Constitución ni en las leyes que están por aprobarse, pero nada más les recuerdo que ya en nuestro país, en el 2003, el señor Felipe Calderón, como secretario de Energía, entregó los primeros bloques de territorio nacional, sin estar permitido, sin estar en la Constitución.

Entonces ¿con qué atribución legal Calderón licitó y entregó a empresas extranjeras ocho bloques de nuestro territorio nacional, por cincuenta mil kilómetros cuadrados en la región de Burgos, correspondientes a los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas para la extracción de gas?

¿Cuál fue la ley utilizada para respaldar la asignación de bloques, si esto va en contra de lo que señala nuestra Constitución?

Entonces no es nada más de que no esté permitido, porque ya se ha hecho. Se necesita prohibir de manera expresa.

También se dirá que entregar bloques a empresas extranjeras, en exclusiva, es la única forma que tenemos de explotar el petróleo, porque carecemos de tecnología.

Para contestar a esto, baste decir, como lo saben todos los técnicos petroleros, que Pemex puede llevar a cabo estas actividades como lo ha hecho siempre, contratando con empresas la perforación de pozos exploratorios y de producción, sin entregar en exclusiva, áreas del territorio nacional a compañías petroleras extranjeras.

De modo que, ciudadanas y ciudadanos diputados, está en sus manos dejar en claro este asunto. De lo contrario, van a convertirse en cómplices de la entrega de nuestro territorio y de la violación a la soberanía nacional.

Esto significa que van a violar el juramento que han hecho de cumplir y hacer cumplir la Constitución.

De manera respetuosa, les pedimos que antes de aprobar en el pleno la Ley del Petróleo y la Ley Reglamentaria del artículo 27 constitucional, se regresen estos dos proyectos a comisiones, para incluir la prohibición expresa de entregar bloques en exclusiva a empresas petroleras extranjeras.

¿Cuál es la prisa? Vamos a ventilar este asunto con toda responsabilidad, vamos a resolver de acuerdo a lo que mejor le conviene a México y lo que garantice que no se va a entregar nuestro territorio y nuestra soberanía.

Si ustedes revisan el mapa de explotación de Petróleo y Gas de los Estados Unidos de Norteamérica, van a encontrar que ya todo el Golfo de México, del lado estadounidense, está cuadriculado y que, en gran parte, ya fue repartido a las empresas petroleras. Ya cada lote tiene asignada una empresa petrolera.

Esa es realmente la intención que tienen los promotores de este plan entreguista. Quieren anexarnos con el asunto del petróleo y algo que es muy grave.

Nada más pónganse a pensar, que una vez que estén las empresas extranjeras en el Golfo de México, del lado nuestro, del lado mexicano, alegando la defensa de sus intereses y asuntos de seguridad, los Estados Unidos van a querer custodiar nuestros mares y nuestras costas con su Armada, como lo hacían antes de la expropiación petrolera.

Muchos de los que nos están viendo y escuchando, ustedes mismos, conocen bien esta historia, de como siempre estaban las cañoneras extranjeras en las costas de Tamaulipas y de Veracruz, para cuidar el área petrolera que tenían las compañías.

No debemos dar cabida a este intervencionismo. No aceptemos ninguna ocupación a nuestro territorio. México debe seguir siendo un país libre, independiente y soberano. No queremos convertirnos en colonia.

En este asunto tan importante, lo que está en juego es precisamente eso: ser país o convertirnos en colonia.

Diputadas y diputados:

Vamos a estar allá afuera, esperando la decisión que tomen en cuanto a la Reforma Petrolera y les adelanto, de manera respetuosa, que vamos a regresar antes del 15 de noviembre, antes de que se apruebe el presupuesto federal de 2009, para defender nuestros puntos, defender nuestros planteamientos relacionados con la defensa de la economía popular.

La lucha por la defensa de nuestro petróleo será permanente y siempre actuaremos de manera pacífica. Que quede claro: este movimiento ha sido, es y seguirá siendo pacífico. No vamos a caer nunca en la trampa de la violencia, porque nos asiste la razón.

Hay millones de mexicanos, mujeres y hombres, libres y concientes, como los que están afuera de esta Cámara, y muchos más, que no permitiremos dejar sin patrimonio a las nuevas generaciones, ni condenarlos, a nuestros hijos y a nuestros nietos, a ser esclavos en su propia tierra.

No olviden ustedes que son representantes populares y no simples instrumentos al servicio de intereses creados. Tienen la oportunidad histórica de actuar con lealtad al pueblo y con patriotismo.

La vida, como todos sabemos, es demasiado corta, para que la ensuciemos dejándonos dominar por la codicia y el interés personal o de grupo.

Y recuerden siempre lo que decía el general Lázaro Cárdenas del Río, el mejor presidente del Siglo XX: “Gobierno o individuo que entrega los recursos naturales a empresas extranjeras, traiciona a la patria”.

La patria no se vende, la patria se ama y se defiende.

Muchas gracias.

No hay comentarios: