Al Pueblo Mexicano,
Hermanos, Hermanas:
Debes amar el tiempo de los intentos,
Debes amar la hora que nunca brilla y si no,
No pretendas tocar lo cierto, sólo el amor engendra la maravilla
Sólo el amor consigue encender lo muerto.
Silvio Rodríguez.
Tiempos muy malos son éstos en que más de siete millones de jóvenes mexicanos ni estudian ni trabajan, convertidos en carne de cañón excedente que se disputan entre sí los diferentes cárteles del narcotráfico, incluyendo al glorioso ejército mexicano y a la marina nacional.
Futuro incierto y frustrante para millones de jóvenes que con estudios o no, son lanzados al subempleo, al autoempleo de sobrevivencia, a la búsqueda de trabajo en otros países o, con las ilusiones muertas, a enrolarse en algún cártel del narcotráfico.
Tiempos muy malos son éstos en que miles de jóvenes han muerto en una narcoguerra por el reacomodo de las plazas en la que los vencedores son uno o dos cárteles.
Cabezas sin sus dueños y cuerpos colgantes de los puentes. Otros, deshechos en ácido, aquellos asfixiados o quemados. La gran mayoría entre los 16 y 25 años. El horror se instaló en nuestra vida diaria. Lo peor es que pretendan hacernos creer que todos esos muchachos y muchachas eran malos y por tanto, de alguna manera, merecían ese fin. Ah, y los asesinados en los retenes militares fue porque no obedecieron la orden de pararse, por tanto, que se atengan a las consecuencias.
Tiempos de rápido y furioso en que los gobiernos de Estados Unidos y México apoyaron con armamento al cártel de Sinaloa ya que el Chapo Guzmán financió las campañas de Fox y Calderón.
Por eso les urge unificar la verdad a través de los medios de desinformación cómplices, principalmente las televisoras. Lo que no se apegue a la verdad única del gobierno, será apología del crimen.
Para los empresarios del caos y el salvajismo, éstos son tiempos de hacer negocios, legales o ilegales, mientras produzcan súper ganancias, todo se vale: desmantelar PEMEX para poder subrogar y concesionar el saqueo. Tráfico de personas. Neo esclavismo en plantaciones de droga propiedad de los narco políticos y narco militares.
Tiempos de miseria en el campo gracias al Tratado de Libre Comercio que, junto con la privatización del ejido y de las tierras comunales, el nulo apoyo al pequeño productor agrícola, la eliminación o inutilidad de los precios de garantía obligan a miles de campesinos a malbaratar sus tierras y emigrar huyendo de la hambruna.
La gran mayoría de los alimentos que nos venden son importados porque, según los empresarios de todo, resulta más barato traerlos del extranjero que producirlos aquí. El desempleo, la miseria y el abandono del improductivo campo mexicano es otra ganancia porque así pueden comprar tierras baratas y dedicarlas a cultivos más redituables, incluyendo mariguana, amapola y quizá en el futuro, coca, al fin que ellos si tienen acceso a los financiamientos bancarios y a la tecnología.
Tiempos de reforma laboral para que los dueños de todo, los saqueadores de siempre, nos expriman aún más a los que solo tenemos nuestro trabajo, que cada vez nos lo pagan más barato.
Ellos, los ricos asociados al capital extranjero, y el mal gobierno, ya saben que no podrán seguir así por mucho tiempo y por eso se preparan comprando armamento, contratando miles de jóvenes como soldados, marinos, policías federales o como orejas en los movimientos populares porque dicen que usan la “inteligencia”. Se preparan fortaleciendo aún más a uno o dos cárteles. Se preparan permitiendo que los gringos operen aquí. Se preparan con sus ensayos de guerra asimétrica. Se preparan eliminado selectivamente a quienes consideran peligrosos para el sistema establecido. Se preparan fortaleciendo a los grupos de ultraderecha armada como el Yunque y a otros que son sus incondicionales, grupos paramilitares y de choque.
Se preparan modificando el marco legal para que una nueva guerra sucia, con intervención de la CIA, el Mossad y los Kaibiles sea “válida”.
No podemos esperar soluciones del narcogobierno porque él es parte del problema.
Un país donde se pueda vivir tranquilo no nos lo van a mandar desde arriba, al contrario, los de arriba son lo que se apropiaron ya del país, para ellos son las ganancias millonarias, para nosotros las migajas de Oportunidades. Ellos ponen un México de fantasía en la televisión, nosotros ponemos los muertos.
Para la inmensa mayoría de los mexicanos, éstos son tiempos de organizarnos y movilizarnos en cada centro de trabajo, en cada colonia, en cada pueblo, en cada escuela, ante cada injusticia.
El México con empleos y salarios dignos, con campo productivo (de alimentos para el mercado interno), con industria nacional activa, el México de los que soñamos, lo tenemos que construir nosotros, desde abajo y desde ahora.
Levantemos nuestras voces, organicémonos, preparémonos activamente para las diferentes formas de lucha. No abandonemos nuestros sueños. Con la organización y la moral de los de abajo derrotaremos la impunidad.
¡RESISTIREMOS Y SEREMOS MILLONES!
¡GLOBALICEMOS LA SOLIDARIDAD Y LA FRATERNIDAD ENTRE LOS PUEBLOS!
MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO LUCIO CABAÑAS BARRIENTOS.
(MRLCB).
República Mexicana a 6 de abril 2011.
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