Nuestros hijos, hermanos y compañeros se sienten inseguros, son hostigados, amenazados y reprimidos en las preparatorias y Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH) de la UNAM. ¿Acaso el rector y directores desconocen la grave situación que enfrenta la comunidad universitaria?
¿No saben que en la Preparatoria 6 el abogado Fernando Pámanes obliga a estudiantes a firmar cartas compromiso que contienen falsos testimonios? ¿Que ante las peticiones o denuncias de estudiantes obtienen en respuesta hostigamiento y represión? ¿Que carecen de servicio médico, que los baños son insalubres, y muchos los mantienen cerrados? ¿Que no tienen abierta la biblioteca según el horario fijado en el reglamento interno, y casi siempre los laboratorios Lace están cerrados, o no se impulsan los programas como Jóvenes hacia la Investigación? ¿Que la mayoría de las instalaciones deportivas carecen de los estándares indispensables para su funcionamiento como las albercas? ¿No saben de la existencia de los porros y del incremento de sus actividades delictivas? Roban, extorsionan, amenazan y golpean.
Por supuesto las autoridades y algunos maestros –de distintos partidos y colores– saben y conocen la situación de las escuelas, y no actúan en consecuencia porque son parte del problema o son cómplices por omisión. Es evidente que son responsables de las políticas autoritarias y represivas en la UNAM, que tienen en los porros su máxima expresión.
Éstos son grupos de jóvenes y no tan jóvenes, estudiantes y no estudiantes que actúan en las escuelas y fuera de ellas con el propósito de controlar los espacios universitarios, intimidar e inhibir las organizaciones, colectivos y la movilización democrática e independiente de la comunidad.
Los porros pueden prosperar gracias a la tolerancia, omisión y/o complicidad, a las prebendas económicas y/o académicas que les proporcionan grupos de autoridades ligadas a variados intereses políticos y económicos dentro y fuera de a universidad. Actúan a cambio de monedas, prebendas, calificaciones, promesas...etcétera.
Podemos y debemos tomar en nuestras manos los espacios universitarios, escuelas, así como parques, plazas, calles, fábricas, bancos, comercios y barrios para solucionar nuestros problemas, para la creación, la investigación, el arte, el amor.
Red contra la Represión y por la Solidaridad
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