lunes, 19 de noviembre de 2012

Que MORENA se comprometa con luchas sociales y no sea otro partido electorero oportunista


Pedro Echeverría V.

El 19 y 20 de noviembre realizará el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) su congreso nacional de fundación como partido político. Asistirán a la gran asamblea que se hará en la ciudad de México, mil 200 delegados de todo el país con derecho a voto. Anteceden a este evento decenas de congresos estatales y regionales en la República donde se discutieron principios, estatutos de la organización y se eligieron a representantes. Todo va muy bien para este acontecimiento; sin embargo lo más importante será sin duda los principios políticos e ideológicos, así como las estrategias y tácticas, que sacará ese partido como resolutivo. ¿Será un partido exclusivamente electorero o será un partido que dé prioridad a las luchas sociales?

2. Ante la enorme debilidad de la lucha social en México –probada y subrayada- con las dos derrotas impuestas a López Obrador (AMLO) y tomando seriamente la fortaleza de la clase dominante (Que se burla como el obispo Onésimo Cepeda cuando en reunión de millonarios, replica: “No niña (tonta), desde mucho antes decidimos que Peña Nieto sería presidente”) no parece haber otro camino que convertir a MORENA en un partido de nuevo tipo, en un partido que apoye –realmente, no de palabra- todas las luchas sociales: a los estudiantes, maestros, a los electricistas, a los mineros, a Mexicana, a los trabajadores del IMSS, etcétera. ¿No es acaso oportunismos que la gente esté luchando en las calles y los partidos pensando en diputaciones y senadurías?

3. Nos impusieron en México una reforma laboral antiobrera y Morena no hizo nada; anuncia la burguesía con desparpajo que nos impondrán la reforma fiscal y la energética; no se lucha por poner en la cárcel a Felipe Calderón por las 100 mil muertes; no se apoya a los familiares de los muertos; los militantes de Morena no se comprometen. Estos son algunos de los problemas que se asoman, pero hay miles en los que el pueblo exige respaldos y solidaridad, mientras Morena está entretenido haciendo trámites para obtener su registro, derecho a financiamiento y cargos políticos. Hay que buscar el registro, sí, pero Morena para ser un partido distinto tiene que comenzar exigiendo a sus militantes la participación en todas las luchas del pueblo oprimido y explotado.

4. Si se pone el acento en la lucha electoral veremos entre unos meses –exactamente igual que el oportunista PRD- la formación de grupos alrededor del más fuerte para conquistar diputaciones y senadurías, para obtener ingresos millonarios. Todos los discursos o llamados para que desaparezca el influyentismo, el amiguismo, el oportunismo, se vendrán abajo y se convertirán en demagogia. Si no se ata a los militantes con una declaración de principios que ponga en primer plano a la lucha social y a la obligación de la solidaridad, construir otro partido que haga lo mismo que el PRI, PAN, PRD, realmente vale un carajo. ¿Por qué no acordar una cuota obligatoria de aunque fuera de 30 pesos al mes a los militantes y que cada legislador entregue el 60 por ciento de su salario?

5. La clase dominante al regalarle derechos a los partidos en 1977 también les impuso de manera sabia obligaciones para condicionarles subsidios. El presidente López Portillo lo dijo con enorme claridad: “No pago para que me peguen”, es decir, “No le voy a dar subsidios a la prensa y a los partidos para que luego se opongan a mi política”. No tenía razón el presidente JLP porque el presupuesto público no es de su propiedad sino del pueblo; pero en México sí tenía razón porque se gobierna como en las dictaduras. Por ello MORENA –si quiere ser un partido distinto, no puede estar esperanzado en subsidios de gobierno sino basar su financiamiento en cuotas de sus militantes y en dinero de sus simpatizantes que pueden ser muchos cuando vean que es diferente.

6. Cuando nació en 1989 el PRD –en medio de las protestas contra el fraude a Cuauhtémoc Cárdenas- era lo mejor que tenía la izquierda; no sólo estaba formado por electoreros y arribistas, también ingresaron al nuevo partido grupos de la izquierda radical; se juró que la característica básica del partido sería la honestidad, la limpieza y la lucha contra la corrupción; pero a los 23 años – o quizá a los tres años de haber nacido- es igual al PRI y al PAN en todos los aspectos: sirve para obtener, negociar, acordar con el gobierno y los empresarios cargos políticos y dinero. ¿Puede hablar hoy de honestidad el PRD sin que le mienten la madre y le griten que no tiene derecho de hablar porque es más de lo mismo? Por eso MORENA debe despreciar de entrada ese camino de formación de partido y debe ser muy claro apoyo a las luchas sociales.

7. Nadie plantearía ni ha planteado, porque además sería hoy una locura, que MORENA se convierta en una guerrilla o en grupo violento. Debe ser un partido movimiento de masas con una enorme independencia del gobierno, los empresarios, los medios de información, del imperio de EEUU. Nunca la izquierda ha sido violenta y si pinta bardas es porque los medios de información han estado cerrados para la izquierda; pero cuando se enfrenta en las calles es porque la fuerza pública (sin dialogar) bloquea todas sus protestas. ¿O deben irse a su casita los que protestan llorando su impotencia? Si MORENA toma el camino de los demás partidos y no apoya en los hechos los movimientos sociales, éstos no tienen porque apoyar a MORENA, porque sería más de lo mismo. (13/XI/12)

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