En punto de las 11:00 de la mañana Gerardo Fernández Noroña arribó al lugar con las urnas para que los ciudadanos depositaran en ellas sus deseos y pensamientos para el usurpador a dos años del fraude electoral.
"Devuelve lo que te robaste", "Eres un usurpador", "Ya te robaste la presidencia y ahora te quieres robar el petróleo" era lo que decían algunos de los mensajes.
También mes con mes, desde que el usurpador reside en Los Pinos, coincide que a la hora de la habitual protesta los alumnos de la primaria aledaña regresan del recreo a su salón de clases y por unos momentos "acompañan" desde el balcón a los ciudadanos que se manifiestan gritando con euforia una sola y unica consiga "voto por voto, casilla por casilla". El próximo primero de mes, ellos no estarán y en septiembre una nueva generación probablemente "acompañe" a los miembros de la resistencia civil pacífica con esa misma consigna o tal vez con una nueva.
La gran manta permaneció extendida haciendo ver, a todo el que pasaba por ahí, quien es el presidente de México, mientras otras personas introducían sus papeles en la urna, muchas de ellas con "dedicatoria especial". Llegado el momento Fernández Noroña la lanzó por encima de las cabezas de los policias de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno del D.F. y de los elementos del Estado Mayor Presidencial para quedar la urna justo frente a la puerta principal.
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