A todas las organizaciones sindicales, sociales y políticas,
A los ciudadanos democráticos, independientes y progresistas,
Al pueblo mexicano,
Salud:
El pasado 11 de noviembre, a lo largo y ancho de nuestra Patria, cientos de miles de mexicanos bien nacidos, entre ellos: trabajadores, campesinos, indígenas, maestros, estudiantes, intelectuales, científicos, amas de casa, artistas, jóvenes mujeres, niños, y ancianos, se movilizaron y participaron activamente en el Paro Cívico Nacional convocado por la Asamblea Nacional de la Resistencia Popular.
Esta movilización popular, sin parangón en la historia reciente de nuestro país, fue la expresión legítima y justa del profundo malestar de la mayoría de los mexicanos contra el gobierno derechista de Felipe Calderón Hinojosa. Fue producto de la rabia contenida, al mirar los platos vacios en sus hogares y ante la dificultad de poder alimentar a sus familias. Fue también derivada por el enojo al observar la imposibilidad de educar a sus hijos y brindarles mejores condiciones de vida, y es producto también, de la impotencia para encontrar empleos dignos y con salarios suficientes que los saquen de su ancestral miseria.
Esa demostración de fuerza de todos ante la injusticia, la antidemocracia y la carencia de libertades políticas, es apenas el inicio de la larga marcha que seguirá creciendo hasta cambiar el modelo económico neoliberal y el régimen político autoritario que nos han impuesto desde los centros financieros internacionales, y que tan excelentemente han cumplido los apátridas que han usurpado el poder en México, por que como ya lo hemos dicho “O son ellos o somos nosotros”.
Queremos agradecer profunda y sinceramente, a nombre de todos nuestros compañeros electricistas, las enormes y entrañables muestras de cariño y solidaridad hacia nuestro sindicato, sepan que lo llevaremos eternamente en nuestros corazones, y que después de construir y encontrar la victoria que nos aguarda, recorreremos el país para hacer llegar nuestro más profundo reconocimiento a todos lo que, aun sin conocernos, nos han entregado sus manos y hombros, para soportar el dolor que nos ha causado el gobierno federal y para luchar al lado de ustedes. En honor a ese apoyo brindado, solo nos queda decirles, nosotros no vamos a cejar en la lucha, vamos a ir hasta las últimas consecuencias. Es ese nuestro compromiso de clase frente a ustedes, y como trabajadores, sabremos honrar nuestra palabra.
Hermanos, compañeros, camaradas: debemos convertir la rabia, el enojo y la impotencia en organización superior, en proyectos unitarios y convergentes, en labrar la unidad de todos sin distingos de ninguna naturaleza, para enfrentar a nuestros enemigos de clase, porque más temprano que tarde habremos de vencer.
Próximas jornadas están por venir y de nuevo ahí nos encontraremos, como siempre lo sabemos hacer, con orgullo y dignidad proletaria y con nuestra convicción clasista y combativa.
¡Muera el mal gobierno!
¡Viva la unidad obrera campesina y popular!
“Por el Derecho y la Justicia del Trabajador”
México D.F. a 13 de noviembre de 2009
COMITÉ CENTRAL Y COMISIONES AUTÓNOMAS
Fernando Amezcua Castillo, Secretario del Exterior
viernes, 13 de noviembre de 2009
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