[Nota del CEDEMA: Las entrevistas que se presentan a continuación son las versiones íntegras de las realizadas al «comandante Ramiro» y a las milicianas de ese grupo armado, cuya autoría corresponde a Segio Ocampo Arista, de La Jornada Guerrero.]
«ESTÁ CERCA EL ACCIONAR DEL ERPI: 'COMANDANTE RAMIRO'»
(Sierra de Guerrero, 1 de junio.) “Está cerca el accionar del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI). Es cierto que pasaron 10 años de inactividad, luego de la caída en la cárcel de algunos compañeros, pero nos estuvimos preparando y visitando las comunidades, aquí estamos, vamos a hacer la revolución y no nos vamos a rajar, nuestras columnas están listas para enfrentar al enemigo. Ya vamos a actuar militarmente, eso que ni duda les quepa, las condiciones las está generando el gobierno… más bien nos orillan a hacerlo (a actuar), porque no entienden de otra manera”, advirtió en entrevista el Comandante Ramiro, jefe militar del ERPI.
La plática se llevó en un campamento guerrillero ubicado en lo alto de la Sierra Madre del Sur, luego de un recorrido de dos días por algunas de las comunidades serranas a las que tuvo acceso La Jornada, en donde se escucharon los testimonios de las mujeres base de apoyo del ERPI, y que concluyó en un campamento guerrillero.
Ahí, entre la bruma, el canto de las aves, y la presencia de 32 milicianos del ERPI, desde el más joven de apenas 14 años hasta el de mayor edad, un anciano de 72 años, con una pistola calibre. 9 milímetros fajada al cinto, con las que horas antes hizo vigilancia en uno de los pueblos visitados, el Comandante Ramiro dirigió junto con su brazo derecho el miliciano Jesús, los ejercicios militares que se prolongaron por unas tres horas, y que incluyeron el tiro al blanco.
El jefe guerrillero se daba tiempo para la entrevista. Pero antes dio indicaciones a la miliciana Blanca, de la forma en que debe agarrar su AK-47 al momento de disparar; atento escuchaba el hijo de ésta mujer serrana- de unos 9 años de edad- que pese a su edad ni siquiera se espantó al escuchar las ráfagas que vomitaban los 32 rifles que portaban los guerrilleros en la práctica realizada el domingo por la tarde.
-Comandante Ramiro ¿Hay algún plazo fijado para actuar, digamos después de varios años de no accionar militarmente?
-Está cerca el momento. Está cerca. Si está cerca. Y todo dependerá de la preparación militar de nuestras columnas, porque es bien sabido que para todo accionar militar se necesita una buena preparación anterior, y estamos en esa etapa en estos momentos.
- ¿Las columnas guerrilleras bajo su mando aquí en la Sierra de Guerrero están preparadas militarmente?
-Si ya están preparadas. Ya tenemos la suficiente preparación militar para este momento, aunque usted debe saber que nunca está preparado uno para todo, siempre harán falta muchas cosas, pero al menos lo que está al alcance de nuestras posibilidades lo vamos a hacer.
Con relación al proceso electoral para elegir a los diputados federales, el Comandante Ramiro, apenas lo abordo, al parecer esperando la postura oficial de la dirigencia nacional del ERPI, aunque aclaró: “no hace falta convocar a un boicot en contra de las elecciones porque es evidente que la gente no va a ir a votar, debido a que existe mucha pobreza, desempleo, y sobre todo represión. Por eso no vamos a permitir una represión más en contra de obreros y campesinos, o de los pueblos indígenas, como sucedió con los dos mixtecos ejecutados (Raúl Lucas Lucía, y Manuel Ponce Rosas, dirigentes de la Organización para el futuro del Pueblo Mixteco)”.
Como lo declaró en una primera entrevista con La Jornada, el pasado 9 de mayo, la situación en la sierra está muy difícil. “Y eso hace que la gente ya se decidió a responder. Hay comentarios de la gente en las comunidades en donde nos dicen que los paramilitares llegan con el ejército disparándole a las casas, y bueno ahora como los vamos a esperar a ellos ¿Cómo siempre?, con temor, y que esperemos que nos lleven nos torturen y nos maten, o con una arma?, y ellos mismos(la gente) se contesta y nos dice que la respuesta será a balazos. Y de que otra manera nos vamos a defender si ellos vienen armados”.
Por eso, insistió el dirigente del ERPI “la vía electoral no es que la veamos mal, es buena, pero el problema que pasa es que si el gobernante que llegue a la presidencia de la República nos sale como (Felipe) Calderón o como Zeferino (Torreblanca), sería un problema porque luego el pueblo sale defraudado”.
En cambio puso de ejemplo los casos de Venezuela o Bolivia “ahí sus gobernantes han estado cerca de su gente, si fuera así, mi opinión personal es que estaría bien, no me opongo a las elecciones, pero lamentablemente en estos momentos no veo a nadie en México que tenga las cualidades de honradez que se requiere “.
- Y entonces ¿cuáles serían las condiciones para dejar la vía armada?
-Que el pueblo tenga el poder. Mientras no veo ninguna otra opción más que la vía armada.
Dentro de los muchos temas que abordó en la entrevista, el guerrillero se refirió a la postura de rechazo que asumió el gobernador Zeferino Torreblanca, a la propuesta de diálogo hecha por el Congreso del Estado, en donde el ejecutivo afirmó tajante que no iba va a dialogar con un delincuente, refiriéndose al Comandante Ramiro “no hemos planteado ningún tipo de diálogo, y tampoco nos interesa dialogar con Zeferino, para qué, él nos dice delincuentes a nosotros, y en Guerrero todo mundo sabe que el delincuente es él. El permite que esas bandas de delincuentes, que son sus cómplices, hagan lo que se les da la gana en la entidad. Cuando algún sector le pide audiencia o le demanda plazas de maestro como es el caso de los maestros de Ayotzinapa, les responde con garrotes, toletes, con represión pues. Por eso nosotros no pedimos diálogo con él “en esta etapa de la lucha no nos interesa, y menos con Zeferino o Calderón”.
Vestido de verde olivo, y con su AK 247 terciado al cuerpo, el Comandante Ramiro reconoció que hay riesgos en su proyecto “no hay lucha sin riesgo, y nosotros siempre vamos a estar ahí, al menos yo nunca me voy a rajar, nuestras lucha es por los que menos tienen, por los pobres, por los obreros y campesinos, a ellos nunca los vamos a defraudar, y va de por medio nuestra vida….”
-¿Comandante alguna vez se va a quitar la capucha?
-Sí. No hay temor, porque luchamos por algo justo, de hecho no va a tardar, de hecho ya me conocen, ya nomas es un rasgo probablemente el que yo haya cambiado. El gobierno de los ricos ha querido aislarnos, pero nunca lo va a lograr.
-¿Hasta dónde va a llegar su lucha?
-Hasta donde el pueblo diga. Vamos a dejar hasta el último suspiro de nuestro cuerpo en esta revolución, porque como diría el Che Guevara “en donde quiera que nos venga la muerte, bienvenida sea…”, recibiremos a la muerte, no hay problema, pero no vamos a defraudar nunca a este noble pueblo de México.
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HABLAN LAS MUJERES DEL ERPI
(Sierra de Guerrero, 1 de junio) Mujeres base de apoyo del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), provenientes de varias comunidades de la Sierra de Guerrero, denunciaron asesinatos, y hostigamiento por parte del Ejército Mexicano, y los grupos paramilitares que asolan la región de la Costa Grande y la Tierra Caliente de Guerrero, y anunciaron que en las elecciones del próximo mes de julio no van a votar por ningún partido político.
En un recorrido de dos días por diversas comunidades serranas que simpatizan con el ERPI, las mujeres aseguraron que el gobierno (Ejército Mexicano), llega a sus comunidades encapuchados y protegiendo a los grupos paramilitares, según dijeron, financiados por el gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, y por el ex alcalde de Petatlán, Rogaciano Alba Alvarez.
Al final en una especie de mini asamblea algunas de las mujeres, provenientes de diversas comunidades de la sierra narraron parte de sus testimonios, la mayoría mostró enojo con lo que les ha sucedido, y otras más lo hicieron llorando.
De entrada, una mujer adulta, encapuchada, entre lágrimas recordó que el pasado 23 de mayo, su hijo de 19 años fue a Petatlán a surtir la despensa, y ahí fue desaparecido, a los dos días lo encontraron ejecutado y atado de pies y manos “apenas el lunes de la semana pasada lo enterramos, y eso no es justo, ya no queremos que bajen nuestros hijos”, dijo.
La plática de desarrolla en un hogar de madera, entre la niebla espesa y con la presencia de los habitantes de la comunidad. Ahí, otra mujer de nombre Blanca, su nombre en la clandestinidad, recordó que hace dos años le mataron a su hijo de 15 años cuando iba a apagar un incendio en el bosque.
Ella a nombre de sus compañeras lanzó una advertencia: “ya no nos vamos a dejar, por eso yo estoy en una columna del ERPI, al igual que los hijos de varias compañeras; nada nos han traído los gobiernos, prueba de ello es que las comunidades no tienen carreteras, ni centros de salud, y mucho menos médicos. El gobierno compra a Rogaciano (Alba) para que venga a hacer lo que quiere a las comunidades, agarra gente la tortura, y luego la mata. A mí hace poco tiempo me quisieron bajar de una camioneta, era la gente de Rogaciano, y de Marcelino Acosta, y Daniel Bautista, que son los que nos intimidan, pero no me dejé”
Mencionó que ya nadie quiere bajar a Petatlán, porque hasta las mujeres andan agarrando “ya tampoco los maestros quieren subir. No hay escuelas, hay cientos de niños sin recibir clases desde hace varios años. Andan diciendo ahora que van a agarrar a todos los niños y a la gente grande, y que los van a matar. Al que agarran ya no regresa”.
Otra señora contó que hace algunos años, se llevaron a siete personas de una comunidad, los torturaron y los mataron “luego sacaron a niños y mujeres para sacaron al sol, y todo el día se la pasaron llorando, y no las dejaban de dar de comer. Su papá de esta mujer- dijo señalando a una de las asistentes- lo agarraron también y le descarnaron los pies por debajo, y se lo llevaron al filo del cerro y lo ejecutaron”. A otro muchacho le fue peor, cuando bajó a Petatlán lo levantaron, se lo llevaron, y al poco rato apareció “capado” y con los testículos en la boca.
Una señora, de tez blanca, platicó que cuando vivía en su comunidad los paramilitares y soldados mataron a su papá, y posteriormente tuvo que huir con su familia a Cuernavaca, Morelos “allá estuvimos tres años, pero como ya no teníamos trabajo, decidimos regresar a nuestra comunidad porque no nos alcanzaba para vivir, y sobre todo para que mis hijos fueran a la escuela”.
Nuevamente Blanca, retomó la iniciativa “por eso no vamos a votar por nadie, porque el gobierno en Guerrero y en el país está apoyando a los meros narcotraficantes, y no a la gente pobre. Normalmente llega el gobierno encapuchado, y no sabemos por qué andan así, ya no podemos ni trabajar porque andamos con el miedo de que vengan por acá”.
“Por eso yo desde hace tiempo no voto ni por presidentes, ni diputados o alcaldes, de qué sirve que votemos si no tenemos trabajo, ni escuelas, ni médicos y mucho menos hospitales. La última vez que voté fue por Zeferino Torreblanca, y de verdad estoy muy arrepentida de haberlo hecho, hoy el único camino que nos queda es el de las armas, y por eso varias de nosotras nos hemos integrado a las filas del ERPI”, precisó.
Ya casi al anochecer, en una de las casas de manera de una comunidad serrana, en donde no existe luz eléctrica, al igual que en el resto de la cuadrilla, y en las que prevalece la energía solar, las mujeres cuchichean “apúrense, hay que apoyar a las demás compañeras en la cocina, porque de un momento a otro llegan los compas (los guerrilleros)”.
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