Escrito por: Adrián Alvarado
Este año se estarán cumpliendo once años del inicio del movimiento estudiantil universitario de 1999, esta lucha marcó a toda una generación de jóvenes, cientos de miles de estudiantes de la UNAM salieron a las calles en defensa de la gratuidad en la educación, la huelga universitaria dejó entre dicho todas las teorías en boga acerca de la juventud y los estudiantes, teorías como la famosa “generación X” que aseguraba que los jóvenes y los estudiantes ya no se interesaban en la organización política y que la lucha de los jóvenes y estudiantes era cosa del pasado.
El neoliberalismo y la educación
La llamada política neoliberal aplicada por las dictaduras militares en Latinoamérica y por gobiernos como Margaret Thatcher en Inglaterra, que implicaron toda una serie de privatizaciones de las empresas públicas y recortes en los derechos laborales; fueron aplicadas en nuestro país a partir de los gobiernos de Miguel de la Madrid. Las consecuencias del llamado neoliberalismo en nuestro país supuso la privatización de más de 80% de las empresas públicas, la eliminación de más del 80% de los Contratos Colectivos de Trabajo durante el gobierno de Ernesto Zedillo la Reforma en las Jubilaciones y Pensiones en beneficio de los banqueros y en contra de los intereses de los trabajadores jubilados y próximos a jubilarse.
En el terreno educativo supuso el endurecimiento en el acceso a la educación media y superior mediante la implementación del examen único y el abandono en el terrenos de la asignación del presupuesto a la educación pública superior, lo que ha traído como consecuencia el estancamiento de este nivel educativo, la reducción y el nulo crecimiento de la matrícula, además de implementar cuotas y colegiaturas en las mayor parte de las universidades, reformas a los planes y programas de estudio en beneficio de los empresarios y la tecnificación de la educación.
Es en ese contexto en el que el movimiento estudiantil universitario se desarrolló en 1999, dos años antes con la Reforma a los Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH´s) se había avanzado en ese sentido en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), eliminando el pase automático y reestructurando estás escuelas en sus planes y programas de estudio y en su enseñanza.
A finales de 1998 el entonces rector de la UNAM Francisco Barnés de Castro, anunció una serie de modificaciones en la UNAM, entre las que se incluía la reforma en el Reglamento General de Pagos, lo que despertó una de las mayores protestas estudiantiles que ha habido en la historia reciente en la lucha estudiantil.
El inicio del movimiento
El 5 de febrero el entonces rector de la UNAM anuncia su plan de incrementar las cuotas en la universidad mediante la reforma al Reglamento General de Pagos (RGP), y hace un llamado al Consejo Universitario para aprobarlo, el 11 de ese mismo mes anuncia que las colegiaturas se incrementarían en $1,360.°° pesos anuales a estudiantes de bachillerato y $2,040°° pesos anuales a estudiantes de licenciatura, además de cobrar por todos los servicios de la UNAM , a partir de los estudiantes de nuevo ingreso 1999-1.
La respuesta de los estudiantes no se hace esperar después de una asamblea en el auditorio de la Facultad de Economía se hace un llamado a que todas las escuelas se reúnan en el auditorio “Ché Guevara” de la Facultad de Filosofía, más de 3 mil representantes de escuelas y diversos grupos estudiantiles responden al llamado, dando origen a lo que se denomino Asamblea Estudiantil Universitaria, la primera movilización contra la reforma al RGP acuden cerca de 20 mil universitarios y emplazan al rector a un dialogo público.
Para inicios de marzo se convoca la segunda movilización, la inconformidad va en aumento esta vez acuden más de 35 mil estudiantes y se convoca al primer paro de 24 horas contra la reforma, el 11 de marzo estudiantes de 25 escuelas de toda la UNAM paralizan las clases y labores en protesta por la reforma.
La mecha estaba encendida en toda la Universidad, la agitación estudiantil se extendía por toda la UNAM, empezando por las escuelas de mayor participación política y sumando a los estudiantes de las demás facultades, preparatorias y CCH´s; tras el anuncio de la reunión del Consejo Universitario, miles de estudiantes se movilizan el domingo 14 de marzo, esta vez cierran la Rectoría para impedir que el Consejo Universitario sesione.
Al siguiente día el Rector llama a aprobar la reforma en “fast track” en el Instituto de Cardiología, entre granaderos, alambres de púas y el Auxilio UNAM, el Consejo Universitario aprueba en menos de 3 minutos la reforma, a cuya reunión se les impidió la entrada a los consejeros estudiantiles que sabían votarían en contra. El Consejo Universitario y el Rector se escondían de la comunidad a quien decían representar.
El ambiente en las escuelas era explosivo después de la aprobación, las asambleas son multitudinarias, el 17 de marzo miles de estudiantes y trabajadores electricistas marchan contra la privatización de la Industria Eléctrica y la Educación, el 24 se realiza el segundo paro estudiantil, esta vez 31 escuelas se suman a la protesta y piden la abrogación del nuevo RGP.
A principios de abril la Asamblea Estudiantil Universitaria convoca a una Consulta Universitaria y una segunda movilización a la que se suman 50 mil estudiantes, en la consulta 100 mil estudiantes participan, el 70% dice si a la gratuidad y el 90% respalda las demandas del movimiento, se hace un emplazamiento para que se abrogara el nuevo RGP o la huelga estallaría el primer minuto del 20 de abril.
El 15 de abril, tras una golpiza recibida a un estudiante de Preparatoria 2 que se oponía al RGP, la huelga comienza en las Preparatorias y en los CCH´s, el 20 la huelga estalla en toda la Universidad. La Asamblea Estudiantil Universitaria se constituye en Consejo General de Huelga. La guerra había iniciado meses antes pero ahora se profundizaba. Se elabora el pliego petitorio con los siguientes puntos:
Desmantelamiento del aparato policiaco de represión y espionaje político montado en la Universidad por las autoridades; así como la eliminación de todo tipo de actas y sanciones, universitarias y extra-universitarias, en contra de los participantes en el movimiento, estudiantes, profesores, trabajadores y población en general. Esto incluye necesariamente la entrega de los cheques ilegalmente retenidos a profesores que no han apoyado al movimiento y que se negaron a ser parte del fraude de las clases y exámenes extramuros; la anulación y desistimiento de toda acción penal, en particular de las actas penales levantadas ante la PGR
1.- Derogación de las reformas de 1997 a los Reglamentos de Inscripciones y Exámenes, con el correspondiente restablecimiento del pase automático, el respeto a la elección de carrera y la anulación del límite de tiempo en la permanencia.
2.- Rompimiento total y definitivo de los vínculos de la UNAM con el Centro Nacional para la Evaluación de la Educación Superior, A.C. (CENEVAL).
3.- Abrogación del Reglamento General de Pagos y anulación de todo tipo de cobros por inscripción, trámites, servicios, equipo y materiales.
4.- Corrimiento del calendario escolar tantos días como los días efectivos de clase suspendidos por el actual conflicto, con la correspondiente anulación de las clases extramuros.
5.- Congreso democrático y resolutivo pactando antes del levantamiento de la huelga, los tiempos, agenda, composición, forma de elección de los delegados, mecanismos para la toma de decisiones y resolutividad, que garantice que las decisiones del Congreso tendrán carácter de mandato para toda la comunidad universitaria y serán acatadas por las autoridades.
¿Quién hizo la huelga de 1999?
Miles de estudiantes se movilizaron en los primeros meses de 1999, decenas de miles de estudiantes por primera vez en su vida acudían a una asamblea, tomaban decisiones y se integraban a la lucha política, lo que marcó los primeros meses de la huelga fue la participación nutrida de los jóvenes estudiantes universitarios. En aquella época existía una idea en boga, que la reproducían los medios de comunicación acerca de la juventud, la famosa “generación X”, que según nos decía, a los jóvenes y los estudiantes no les importaba la política y las luchas del pueblo trabajador, que según ello, los jóvenes y los estudiantes estaban sumidos en sus propias vidas personales, que la generación de la década de los 90´s era una generación “X”, es decir despreocupada por la política.
Los acontecimientos de 1999 vinieron a romper toda está situación, decenas de miles de estudiantes se lanzaban a las calles, a las brigadas, participaban en las asambleas; el ambiente entre los estudiantes es como un termómetro en la sociedad, la lucha de 1999 inauguró una nueva etapa de la lucha de clases en nuestro país, la lucha era por la gratuidad de la educación, contra la privatización, pero lo que lo provocó era algo más que eso; el régimen priista se mantenía una serie de reformas privatizadoras y laborales avanzaron en beneficio de la patronal, la pobreza en nuestro país se profundizaba mientras los nuevos ricos como Carlos Slim nacían.
La lucha de los estudiantes universitarios reflejaba el ambiente que existía dentro de la clase trabajadora, rápidamente las clases tomaron posición a favor o en contra del movimiento, las Cámaras Empresariales, el gobierno federal, el PRI, el PAN, los rectores de las universidades e incluso el clero se manifestaron en contra del movimiento; la base de los sindicatos, la base del PRD, los estudiantes de otras universidades públicas de una u otra forma manifestaron su apoyo al movimiento.
La forma de organización del Consejo General de Huelga (CGH) no era incorrecta, desde las primeras reuniones de la Asamblea Estudiantil Universitaria se llamó a que las asambleas de las escuelas eligieran delegados para la asamblea de cada una de las escuelas de lucha, el CGH tomo está estructura, al inició de la huelga en las asambleas miles de estudiantes opinaban, participaban, decidían el rumbo del movimiento, elegían representantes y esos representantes en pleno se reunían en el CGH, en donde se delineaban las acciones generales y centrales de movimiento; lo que permitía la movilización a una misma hora y un mismo día de decenas de miles de estudiantes bajo una misma bandera.
El CGH no fue obra de ninguna agrupación política a lo interno de la Universidad, la base y el sustento del CGH era la participación política de miles y miles de estudiantes en las movilizaciones, en las asambleas, en las guardias, en las brigadas; la huelga y el movimiento lo hicieron esos miles y miles de estudiantes que no salían en los medios, que no salían en las entrevistas; la huelga se mantuvo gracias a esos miles de estudiantes que por primera vez se lanzaban a la lucha, por su puesto que la dirección del movimiento partían de los estudiantes más experimentados en política, los agrupados en tal o cual corriente, eso fue lo que marcó principalmente el rumbo del movimiento, su desarrollo y la forma en como la huelga terminó. Pero el merito principal del movimiento estudiantil universitario es para los cientos de miles de estudiantes que participaron en las actividades de la huelga.
El desarrollo
Las movilizaciones masivas días después de la huelga se mantenían, la unificación con el movimiento obrero era muy factible en esos meses los electricistas estaban en la calle luchando contra la privatización de la industria eléctrica, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación comenzaba también una serie de movilizaciones, un llamado serio al SME y a la CNTE para apoyar la lucha con una huelga general hubiera encontrado eco en las bases de esos sindicatos, la huelga se pudo haber resuelto en los primeros meses, todo estaba a favor del movimiento decenas de miles de estudiantes en las calles y el apoyo del movimiento obrero.
El 1 de mayo el CGH llama a manifestarse a los estudiantes junto a los trabajadores, ese mes se establece el pliego petitorio, se intenta los primeros acercamientos de la rectoría la cual forma una “Comisión de Encuentro” pero no se toman medidas claras para resolver el conflicto.
El CGH hace un llamado para que el 20 de mayo se tomen medidas para comenzar el diálogo, de lo contrario se buscará otro interlocutor por encima de la Rectoría; el 12 de mayo 90 mil personas marchan de Tlatelolco al Zócalo, entre ellos, 75 mil estudiantes universitarios, la CNTE anuncia que apoyará con todo a la huelga estudiantil.
Por su parte las autoridades llaman a la clases extramuros, y se hace un llamado para la vuelta de clases, en algunas escuelas estas clases fracasan por parte del CCH Oriente sólo asisten 6 estudiantes.
El 27 de mayo se realiza la Consulta Metropolitana en Defensa de la Educación Pública, en donde se obtienen más de 650,000 votos, la mayoría de los votos se manifiestan a favor del movimiento.
La rectoría le apuesta a la represión, son detenidos algunos estudiantes que acuden a las clases extramuros para exhortar a sus compañeros a que se sumen al movimiento y se descubre en Rectoría un aparato de espionaje hacia el movimiento, Rectoría no da ninguna muestra seria de acercamiento al CGH, lo que provoca que a inicios de Junio se le desconozca como interlocutor.
El 10 de junio miles de universitarios de lanzan nuevamente a las calles, las movilizaciones convocadas por el CGH siguen siendo nutridas y el miércoles 23 de junio se conforma el Frente Universitario en Defensa de la Educación Pública con asistentes de diversas universidades públicas del país, lo que demostraba las enormes reservas de simpatía que tenía el movimiento en otras universidades.
Las negociaciones para esa fecha estaban entrampadas, Rectoría y el Gobierno federal montan una provocación y llaman a recuperar las instalaciones el 7 de Julio, dos días después 130 mil estudiantes se manifiestan nuevamente en la Ciudad de México, los abogados de la UNAM demandan ante los tribunales al CGH por despojo, daños en propiedad federal y supuesta posesión de armas.
Es presentada a fines de este mes una propuesta por profesores eméritos, la cual no resuelve en lo más fundamental el origen del movimiento.
Para el mes de agosto y septiembre Rectoría, el Gobierno Federal y la prensa le apuestan nuevamente a la represión, son detenidos algunos estudiantes, y se hace un nuevo llamado para que mediante la fuerza pública retome la Universidad, al llamado sólo acuden grupos de porros de los CCH’s y la Facultad de Derecho.
Ante está situación los estudiantes responden nuevamente mediante la movilización masiva y un comunicado donde le responden a Ernesto Zedillo, el entonces presidente de México.
Ya para esos meses en el movimiento hay un factor de desgaste, 6 meses de huelga pesaban sobre una capa de estudiantes, además un factor importante eran los diversos grupos estudiantiles que no ofrecían alternativa alguna y las peleas y pugnas políticas entre algunas agrupaciones mellaban y repelían la participación de los estudiantes en algunas escuelas.
Octubre, noviembre, continúan las movilizaciones el 2 de Octubre miles de estudiantes de diversas escuelas acuden en esa fecha histórica y vuelven a refrendar el apoyo al movimiento, el contingente principal proveniente de la UNAM, la marcha se denominó “La marcha de la resistencia” partió de Ciudad Universitaria.
El 14 de octubre, cerca de 800 estudiantes bloquean Periférico, son desalojados por granaderos del Distrito Federal y heridos cerca de 80 estudiantes, por lo que se anuncia una marcha por Periférico en respuesta a la represión, nuevamente miles de estudiantes salen a las calles en la marcha universitaria más custodiada, los medios de comunicación se proponen “transmitirle al pueblo de México la movilización sin comerciales, para demostrar los incivilizados que son los estudiantes universitarios”, cientos de miles de personas, tal vez millones observan y conocen por medio de la televisión las demandas justas del movimiento, el plan de los medios y el gobierno fracasa.
Ante el enfrascamiento de las negociaciones y la incapacidad de contener el movimiento el Rector Barnés presento su renuncia el 14 de Noviembre, el 17 la Junta de gobierno da a conocer el nombre de su sucesor: Juan Ramón de la Fuente.
Se establecen nuevamente las mesas del dialogo, pero el nuevo rector junto al gobierno federal ya habían decidido acabar la huelga por medio de la represión
El legado de la huelga de 1999
En el mes de diciembre se establecen las mesas de dialogo, pero para aplazar las negociaciones hasta enero, donde se da a conocer “Una propuesta institucional” donde se la da por concluida las negociaciones y satisfechas, según Rectoría, las demandas del movimiento, se anuncia un plebiscito para el 20 de enero por parte de Rectoría.
El CGH por su parte anuncia una nueva consulta donde participan 800 mil personas en defensa de la educación pública.
El plebiscito de rectoría fue el pretexto fundamental para romper la huelga, el 1 de febrero el Frente Justo Sierra, que aglutinaba a paristas y “no paristas” que habían comenzado a reunirse en asamblea para darle solución y proponer acciones para terminar el conflicto, estaba reunido en la Preparatoria 3, nuevamente los estudiantes que se habían retirado a sus casas meses o semanas antes ante el estancamiento del movimiento en esa escuela deciden regresar a las asambleas, ante esa situación cientos de porros y gente pagada por Rectoría enfrentan a los estudiantes de Preparatoria y toman las instalaciones; horas después 3000 estudiantes de la UNAM acuden a su recuperación, pero a las 6 de la tarde granaderos y la Policía Federal Preventiva retoman las instalaciones detienen a cerca de 300 estudiantes.
El 6 de febrero a las 6:30 de la mañana la Policía Federal Preventiva ingresa a Ciudad Universitaria, detiene a 998 estudiantes, la huelga de esa forma termina.
El 9 de febrero decenas de miles de personas demandan en las calles de la Ciudad de México la salida de la PFP de las instalaciones universitarias y la liberación de los estudiantes presos, algunos de los cuales permanecieron presos algunos meses.
El 15 de febrero las autoridades llaman al regreso a clases, las cuales no inician de inmediato, sino que se va dando de forma paulatina.
El movimiento estudiantil universitario marcó un parte aguas en la historia de la lucha de clases de nuestro país, la participación de decenas de miles de estudiantes en la lucha fue lo que le dio la fortaleza al movimiento, como dijimos anteriormente eso fue lo que en realidad le dio toda su potencialidad al Consejo General de Huelga, la lucha del 99-00 inauguró una nueva etapa de la lucha de clases en nuestro país.
A raíz de ese movimiento nace el Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública (CEDEP), con jóvenes agrupados en torno a la Tendencia Marxista Militante, los cuales tuvimos una participación destacada en el llamado Frente Estudiantil Justo Sierra en la Preparatoria 3, no es casualidad que después de estancarse la huelga ahí fue una de las primeras escuelas donde los estudiantes regresaron a participar y fue ahí donde la PFP incursionó por primera vez. También la huelga afecto a toda una serie de organizaciones estudiantiles fuera de la UNAM de la Comité de Lucha Estudiantil del Politécnico quien fue una de las organizaciones en coordinar las acciones de solidaridad en el IPN hacia el CGH también extrajo duras pero muy valiosas lecciones y acercó a una capa importante de sus integrantes hacia las ideas del marxismo, sacando como conclusión que no basta con ser buenos activistas en las escuelas, sino que hay que tener las ideas correctas para dirigir un movimiento como el de 99-2000, la vinculación del movimiento estudiantil hacia el movimiento de los trabajadores. El legado de la huelga de 1999 sigue vivo en las nuevas generaciones que se integran a la lucha.
lunes, 7 de febrero de 2011
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