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lunes, 7 de febrero de 2011

A 11 años de la huelga de la UNAM

Escrito por: Adrián Alvarado

Este año se estarán cumpliendo once años del inicio del movimiento estudiantil universitario de 1999, esta lucha marcó a toda una generación de jóvenes, cientos de miles de estudiantes de la UNAM salieron a las calles en defensa de la gratuidad en la educación, la huelga universitaria dejó entre dicho todas las teorías en boga acerca de la juventud y los estudiantes, teorías como la famosa “generación X” que aseguraba que los jóvenes y los estudiantes ya no se interesaban en la organización política y que la lucha de los jóvenes y estudiantes era cosa del pasado.
El neoliberalismo y la educación

La llamada política neoliberal aplicada por las dictaduras militares en Latinoamérica y por gobiernos como Margaret Thatcher en Inglaterra, que implicaron toda una serie de privatizaciones de las empresas públicas y recortes en los derechos laborales; fueron aplicadas en nuestro país a partir de los gobiernos de Miguel de la Madrid. Las consecuencias del llamado neoliberalismo en nuestro país supuso la privatización de más de 80% de las empresas públicas, la eliminación de más del 80% de los Contratos Colectivos de Trabajo durante el gobierno de Ernesto Zedillo la Reforma en las Jubilaciones y Pensiones en beneficio de los banqueros y en contra de los intereses de los trabajadores jubilados y próximos a jubilarse.

En el terreno educativo supuso el endurecimiento en el acceso a la educación media y superior mediante la implementación del examen único y el abandono en el terrenos de la asignación del presupuesto a la educación pública superior, lo que ha traído como consecuencia el estancamiento de este nivel educativo, la reducción y el nulo crecimiento de la matrícula, además de implementar cuotas y colegiaturas en las mayor parte de las universidades, reformas a los planes y programas de estudio en beneficio de los empresarios y la tecnificación de la educación.

Es en ese contexto en el que el movimiento estudiantil universitario se desarrolló en 1999, dos años antes con la Reforma a los Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH´s) se había avanzado en ese sentido en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), eliminando el pase automático y reestructurando estás escuelas en sus planes y programas de estudio y en su enseñanza.

A finales de 1998 el entonces rector de la UNAM Francisco Barnés de Castro, anunció una serie de modificaciones en la UNAM, entre las que se incluía la reforma en el Reglamento General de Pagos, lo que despertó una de las mayores protestas estudiantiles que ha habido en la historia reciente en la lucha estudiantil.
El inicio del movimiento

El 5 de febrero el entonces rector de la UNAM anuncia su plan de incrementar las cuotas en la universidad mediante la reforma al Reglamento General de Pagos (RGP), y hace un llamado al Consejo Universitario para aprobarlo, el 11 de ese mismo mes anuncia que las colegiaturas se incrementarían en $1,360.°° pesos anuales a estudiantes de bachillerato y $2,040°° pesos anuales a estudiantes de licenciatura, además de cobrar por todos los servicios de la UNAM , a partir de los estudiantes de nuevo ingreso 1999-1.

La respuesta de los estudiantes no se hace esperar después de una asamblea en el auditorio de la Facultad de Economía se hace un llamado a que todas las escuelas se reúnan en el auditorio “Ché Guevara” de la Facultad de Filosofía, más de 3 mil representantes de escuelas y diversos grupos estudiantiles responden al llamado, dando origen a lo que se denomino Asamblea Estudiantil Universitaria, la primera movilización contra la reforma al RGP acuden cerca de 20 mil universitarios y emplazan al rector a un dialogo público.

Para inicios de marzo se convoca la segunda movilización, la inconformidad va en aumento esta vez acuden más de 35 mil estudiantes y se convoca al primer paro de 24 horas contra la reforma, el 11 de marzo estudiantes de 25 escuelas de toda la UNAM paralizan las clases y labores en protesta por la reforma.

La mecha estaba encendida en toda la Universidad, la agitación estudiantil se extendía por toda la UNAM, empezando por las escuelas de mayor participación política y sumando a los estudiantes de las demás facultades, preparatorias y CCH´s; tras el anuncio de la reunión del Consejo Universitario, miles de estudiantes se movilizan el domingo 14 de marzo, esta vez cierran la Rectoría para impedir que el Consejo Universitario sesione.

Al siguiente día el Rector llama a aprobar la reforma en “fast track” en el Instituto de Cardiología, entre granaderos, alambres de púas y el Auxilio UNAM, el Consejo Universitario aprueba en menos de 3 minutos la reforma, a cuya reunión se les impidió la entrada a los consejeros estudiantiles que sabían votarían en contra. El Consejo Universitario y el Rector se escondían de la comunidad a quien decían representar.

El ambiente en las escuelas era explosivo después de la aprobación, las asambleas son multitudinarias, el 17 de marzo miles de estudiantes y trabajadores electricistas marchan contra la privatización de la Industria Eléctrica y la Educación, el 24 se realiza el segundo paro estudiantil, esta vez 31 escuelas se suman a la protesta y piden la abrogación del nuevo RGP.

A principios de abril la Asamblea Estudiantil Universitaria convoca a una Consulta Universitaria y una segunda movilización a la que se suman 50 mil estudiantes, en la consulta 100 mil estudiantes participan, el 70% dice si a la gratuidad y el 90% respalda las demandas del movimiento, se hace un emplazamiento para que se abrogara el nuevo RGP o la huelga estallaría el primer minuto del 20 de abril.

El 15 de abril, tras una golpiza recibida a un estudiante de Preparatoria 2 que se oponía al RGP, la huelga comienza en las Preparatorias y en los CCH´s, el 20 la huelga estalla en toda la Universidad. La Asamblea Estudiantil Universitaria se constituye en Consejo General de Huelga. La guerra había iniciado meses antes pero ahora se profundizaba. Se elabora el pliego petitorio con los siguientes puntos:

Desmantelamiento del aparato policiaco de represión y espionaje político montado en la Universidad por las autoridades; así como la eliminación de todo tipo de actas y sanciones, universitarias y extra-universitarias, en contra de los participantes en el movimiento, estudiantes, profesores, trabajadores y población en general. Esto incluye necesariamente la entrega de los cheques ilegalmente retenidos a profesores que no han apoyado al movimiento y que se negaron a ser parte del fraude de las clases y exámenes extramuros; la anulación y desistimiento de toda acción penal, en particular de las actas penales levantadas ante la PGR

1.- Derogación de las reformas de 1997 a los Reglamentos de Inscripciones y Exámenes, con el correspondiente restablecimiento del pase automático, el respeto a la elección de carrera y la anulación del límite de tiempo en la permanencia.

2.- Rompimiento total y definitivo de los vínculos de la UNAM con el Centro Nacional para la Evaluación de la Educación Superior, A.C. (CENEVAL).

3.- Abrogación del Reglamento General de Pagos y anulación de todo tipo de cobros por inscripción, trámites, servicios, equipo y materiales.

4.- Corrimiento del calendario escolar tantos días como los días efectivos de clase suspendidos por el actual conflicto, con la correspondiente anulación de las clases extramuros.

5.- Congreso democrático y resolutivo pactando antes del levantamiento de la huelga, los tiempos, agenda, composición, forma de elección de los delegados, mecanismos para la toma de decisiones y resolutividad, que garantice que las decisiones del Congreso tendrán carácter de mandato para toda la comunidad universitaria y serán acatadas por las autoridades.


¿Quién hizo la huelga de 1999?

Miles de estudiantes se movilizaron en los primeros meses de 1999, decenas de miles de estudiantes por primera vez en su vida acudían a una asamblea, tomaban decisiones y se integraban a la lucha política, lo que marcó los primeros meses de la huelga fue la participación nutrida de los jóvenes estudiantes universitarios. En aquella época existía una idea en boga, que la reproducían los medios de comunicación acerca de la juventud, la famosa “generación X”, que según nos decía, a los jóvenes y los estudiantes no les importaba la política y las luchas del pueblo trabajador, que según ello, los jóvenes y los estudiantes estaban sumidos en sus propias vidas personales, que la generación de la década de los 90´s era una generación “X”, es decir despreocupada por la política.

Los acontecimientos de 1999 vinieron a romper toda está situación, decenas de miles de estudiantes se lanzaban a las calles, a las brigadas, participaban en las asambleas; el ambiente entre los estudiantes es como un termómetro en la sociedad, la lucha de 1999 inauguró una nueva etapa de la lucha de clases en nuestro país, la lucha era por la gratuidad de la educación, contra la privatización, pero lo que lo provocó era algo más que eso; el régimen priista se mantenía una serie de reformas privatizadoras y laborales avanzaron en beneficio de la patronal, la pobreza en nuestro país se profundizaba mientras los nuevos ricos como Carlos Slim nacían.

La lucha de los estudiantes universitarios reflejaba el ambiente que existía dentro de la clase trabajadora, rápidamente las clases tomaron posición a favor o en contra del movimiento, las Cámaras Empresariales, el gobierno federal, el PRI, el PAN, los rectores de las universidades e incluso el clero se manifestaron en contra del movimiento; la base de los sindicatos, la base del PRD, los estudiantes de otras universidades públicas de una u otra forma manifestaron su apoyo al movimiento.

La forma de organización del Consejo General de Huelga (CGH) no era incorrecta, desde las primeras reuniones de la Asamblea Estudiantil Universitaria se llamó a que las asambleas de las escuelas eligieran delegados para la asamblea de cada una de las escuelas de lucha, el CGH tomo está estructura, al inició de la huelga en las asambleas miles de estudiantes opinaban, participaban, decidían el rumbo del movimiento, elegían representantes y esos representantes en pleno se reunían en el CGH, en donde se delineaban las acciones generales y centrales de movimiento; lo que permitía la movilización a una misma hora y un mismo día de decenas de miles de estudiantes bajo una misma bandera.

El CGH no fue obra de ninguna agrupación política a lo interno de la Universidad, la base y el sustento del CGH era la participación política de miles y miles de estudiantes en las movilizaciones, en las asambleas, en las guardias, en las brigadas; la huelga y el movimiento lo hicieron esos miles y miles de estudiantes que no salían en los medios, que no salían en las entrevistas; la huelga se mantuvo gracias a esos miles de estudiantes que por primera vez se lanzaban a la lucha, por su puesto que la dirección del movimiento partían de los estudiantes más experimentados en política, los agrupados en tal o cual corriente, eso fue lo que marcó principalmente el rumbo del movimiento, su desarrollo y la forma en como la huelga terminó. Pero el merito principal del movimiento estudiantil universitario es para los cientos de miles de estudiantes que participaron en las actividades de la huelga.


El desarrollo

Las movilizaciones masivas días después de la huelga se mantenían, la unificación con el movimiento obrero era muy factible en esos meses los electricistas estaban en la calle luchando contra la privatización de la industria eléctrica, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación comenzaba también una serie de movilizaciones, un llamado serio al SME y a la CNTE para apoyar la lucha con una huelga general hubiera encontrado eco en las bases de esos sindicatos, la huelga se pudo haber resuelto en los primeros meses, todo estaba a favor del movimiento decenas de miles de estudiantes en las calles y el apoyo del movimiento obrero.

El 1 de mayo el CGH llama a manifestarse a los estudiantes junto a los trabajadores, ese mes se establece el pliego petitorio, se intenta los primeros acercamientos de la rectoría la cual forma una “Comisión de Encuentro” pero no se toman medidas claras para resolver el conflicto.

El CGH hace un llamado para que el 20 de mayo se tomen medidas para comenzar el diálogo, de lo contrario se buscará otro interlocutor por encima de la Rectoría; el 12 de mayo 90 mil personas marchan de Tlatelolco al Zócalo, entre ellos, 75 mil estudiantes universitarios, la CNTE anuncia que apoyará con todo a la huelga estudiantil.

Por su parte las autoridades llaman a la clases extramuros, y se hace un llamado para la vuelta de clases, en algunas escuelas estas clases fracasan por parte del CCH Oriente sólo asisten 6 estudiantes.

El 27 de mayo se realiza la Consulta Metropolitana en Defensa de la Educación Pública, en donde se obtienen más de 650,000 votos, la mayoría de los votos se manifiestan a favor del movimiento.

La rectoría le apuesta a la represión, son detenidos algunos estudiantes que acuden a las clases extramuros para exhortar a sus compañeros a que se sumen al movimiento y se descubre en Rectoría un aparato de espionaje hacia el movimiento, Rectoría no da ninguna muestra seria de acercamiento al CGH, lo que provoca que a inicios de Junio se le desconozca como interlocutor.

El 10 de junio miles de universitarios de lanzan nuevamente a las calles, las movilizaciones convocadas por el CGH siguen siendo nutridas y el miércoles 23 de junio se conforma el Frente Universitario en Defensa de la Educación Pública con asistentes de diversas universidades públicas del país, lo que demostraba las enormes reservas de simpatía que tenía el movimiento en otras universidades.

Las negociaciones para esa fecha estaban entrampadas, Rectoría y el Gobierno federal montan una provocación y llaman a recuperar las instalaciones el 7 de Julio, dos días después 130 mil estudiantes se manifiestan nuevamente en la Ciudad de México, los abogados de la UNAM demandan ante los tribunales al CGH por despojo, daños en propiedad federal y supuesta posesión de armas.

Es presentada a fines de este mes una propuesta por profesores eméritos, la cual no resuelve en lo más fundamental el origen del movimiento.

Para el mes de agosto y septiembre Rectoría, el Gobierno Federal y la prensa le apuestan nuevamente a la represión, son detenidos algunos estudiantes, y se hace un nuevo llamado para que mediante la fuerza pública retome la Universidad, al llamado sólo acuden grupos de porros de los CCH’s y la Facultad de Derecho.

Ante está situación los estudiantes responden nuevamente mediante la movilización masiva y un comunicado donde le responden a Ernesto Zedillo, el entonces presidente de México.

Ya para esos meses en el movimiento hay un factor de desgaste, 6 meses de huelga pesaban sobre una capa de estudiantes, además un factor importante eran los diversos grupos estudiantiles que no ofrecían alternativa alguna y las peleas y pugnas políticas entre algunas agrupaciones mellaban y repelían la participación de los estudiantes en algunas escuelas.

Octubre, noviembre, continúan las movilizaciones el 2 de Octubre miles de estudiantes de diversas escuelas acuden en esa fecha histórica y vuelven a refrendar el apoyo al movimiento, el contingente principal proveniente de la UNAM, la marcha se denominó “La marcha de la resistencia” partió de Ciudad Universitaria.

El 14 de octubre, cerca de 800 estudiantes bloquean Periférico, son desalojados por granaderos del Distrito Federal y heridos cerca de 80 estudiantes, por lo que se anuncia una marcha por Periférico en respuesta a la represión, nuevamente miles de estudiantes salen a las calles en la marcha universitaria más custodiada, los medios de comunicación se proponen “transmitirle al pueblo de México la movilización sin comerciales, para demostrar los incivilizados que son los estudiantes universitarios”, cientos de miles de personas, tal vez millones observan y conocen por medio de la televisión las demandas justas del movimiento, el plan de los medios y el gobierno fracasa.

Ante el enfrascamiento de las negociaciones y la incapacidad de contener el movimiento el Rector Barnés presento su renuncia el 14 de Noviembre, el 17 la Junta de gobierno da a conocer el nombre de su sucesor: Juan Ramón de la Fuente.

Se establecen nuevamente las mesas del dialogo, pero el nuevo rector junto al gobierno federal ya habían decidido acabar la huelga por medio de la represión


El legado de la huelga de 1999

En el mes de diciembre se establecen las mesas de dialogo, pero para aplazar las negociaciones hasta enero, donde se da a conocer “Una propuesta institucional” donde se la da por concluida las negociaciones y satisfechas, según Rectoría, las demandas del movimiento, se anuncia un plebiscito para el 20 de enero por parte de Rectoría.

El CGH por su parte anuncia una nueva consulta donde participan 800 mil personas en defensa de la educación pública.

El plebiscito de rectoría fue el pretexto fundamental para romper la huelga, el 1 de febrero el Frente Justo Sierra, que aglutinaba a paristas y “no paristas” que habían comenzado a reunirse en asamblea para darle solución y proponer acciones para terminar el conflicto, estaba reunido en la Preparatoria 3, nuevamente los estudiantes que se habían retirado a sus casas meses o semanas antes ante el estancamiento del movimiento en esa escuela deciden regresar a las asambleas, ante esa situación cientos de porros y gente pagada por Rectoría enfrentan a los estudiantes de Preparatoria y toman las instalaciones; horas después 3000 estudiantes de la UNAM acuden a su recuperación, pero a las 6 de la tarde granaderos y la Policía Federal Preventiva retoman las instalaciones detienen a cerca de 300 estudiantes.

El 6 de febrero a las 6:30 de la mañana la Policía Federal Preventiva ingresa a Ciudad Universitaria, detiene a 998 estudiantes, la huelga de esa forma termina.
El 9 de febrero decenas de miles de personas demandan en las calles de la Ciudad de México la salida de la PFP de las instalaciones universitarias y la liberación de los estudiantes presos, algunos de los cuales permanecieron presos algunos meses.

El 15 de febrero las autoridades llaman al regreso a clases, las cuales no inician de inmediato, sino que se va dando de forma paulatina.

El movimiento estudiantil universitario marcó un parte aguas en la historia de la lucha de clases de nuestro país, la participación de decenas de miles de estudiantes en la lucha fue lo que le dio la fortaleza al movimiento, como dijimos anteriormente eso fue lo que en realidad le dio toda su potencialidad al Consejo General de Huelga, la lucha del 99-00 inauguró una nueva etapa de la lucha de clases en nuestro país.

A raíz de ese movimiento nace el Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública (CEDEP), con jóvenes agrupados en torno a la Tendencia Marxista Militante, los cuales tuvimos una participación destacada en el llamado Frente Estudiantil Justo Sierra en la Preparatoria 3, no es casualidad que después de estancarse la huelga ahí fue una de las primeras escuelas donde los estudiantes regresaron a participar y fue ahí donde la PFP incursionó por primera vez. También la huelga afecto a toda una serie de organizaciones estudiantiles fuera de la UNAM de la Comité de Lucha Estudiantil del Politécnico quien fue una de las organizaciones en coordinar las acciones de solidaridad en el IPN hacia el CGH también extrajo duras pero muy valiosas lecciones y acercó a una capa importante de sus integrantes hacia las ideas del marxismo, sacando como conclusión que no basta con ser buenos activistas en las escuelas, sino que hay que tener las ideas correctas para dirigir un movimiento como el de 99-2000, la vinculación del movimiento estudiantil hacia el movimiento de los trabajadores. El legado de la huelga de 1999 sigue vivo en las nuevas generaciones que se integran a la lucha.

jueves, 3 de septiembre de 2009

[RCP] El miedo y la poca vergüenza del usurpador: tercer informe en palacio

De la Lámpara de Diógenes:



La vergüenza y el miedo rodeaban esta mañana la plancha del zócalo capitalino con cientos de metros de vallas metálicas, rejas, elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP), granaderos de la Policía Federal (PF), mientras el sol iluminaba los gritos de la resistencia civil pacífica (RCP) que desde temprano habían tomado sus lugares a lo largo de la reja, alejada ahora medio centenar de metros de la fachada del Palacio Nacional.





En esta ocasión el acceso al área de la plancha del zócalo que no está siendo ocupada por la exposición "Huellas de la vida" era restringido a dos únicos accesos, custodiados por elementos de la PF. Miembros de la RCP a su vez habían ya detectado a individuos pertenecientes a las Fuerzas Federales que, vestidos de civil pero con "chícharo" en la oreja, observaban y fotografiaban a los participantes de la protesta. En varias ocasiones algunas "parejas" de elementos de la PF efectuaban rondas hasta la valla en donde se encontraba el grueso de la RCP, tomando nota en pequeñas libretas y retirándose segundos después de haber llegado.





Minutos después de las nueve y cuarto desde el extremo noreste del zócalo un contingente de fotógrafos, camarógrafos y reporteros antecedían el paso al Diputado Federal Gerardo Fernández Noroña, quien junto con el Diputado Federal Jaime Cárdenas Gracia, del Diputado Federal Rigoberto Salgado Vázquez, del Diputado Federal César Francisco Burelo y del Diputado Federal Abelino Ramos Parra atravesaron el zócalo para llegar a la avenida 20 de Noviembre y traspasar ahí el cerco de granaderos de la PF, de los elementos del EMP y del Cuerpo de Guardias Presidenciales (CGP) que corrían intentando frenar el avance de los legisladores.





Entre golpes con los escudos, patadas y empujones medio centenar de granaderos de la PF formaban una barrera impidiendo el paso mientras que otros corrían en desorden hacia la retaguardia gritando "hacia las vallas", evidenciando la deficiente organización y escasa preparación de las fuerzas policíacas federales. Algunos de las docenas de reporteros que acercaban sus micrófonos, teléfonos celulares y cámaras hacia los miembros del Poder Legislativo de la Federación recibieron también parte de la ofensiva de las fuerzas federales quienes demostraron fehaciente y claramente que las garantías constitucionales no son respetadas por quien usurpa el Poder Ejecutivo: si esto se le hace a quienes tienen fuero federal, ¿qué le espera al ciudadano que no lo tiene?





Después de intentar pasar por la "garita" de los automóviles de invitados "VIP", en la esquina de la avenida 20 de Noviembre, el contingente se dirigió por esta calle y dobló a la izquierda sobre Venustiano Carranza. El acceso al cruce con la avenida Pino Suárez fue rápidamente cerrado por granaderos de la PF quienes sudorosos corrieron a bloquear el paso.





Ahí ante los numerosos representantes de medios de comunicación Fernández Noroña exhibió la violencia represiva ordenada por el Poder Ejecutivo para impedirles el paso a cinco miembros del Poder Legislativo. Minutos más tarde y con el convencimiento que era una pérdida de tiempo luchar contra los centenares de soldados y miembros de la PF, los diputados federales se retiraron al grito de "¡va a caer, va a caer, el pelele va a caer!" satisfechos de haber demostrado el tamaño del miedo del usurpador y la poca vergüenza que tiene.

Video de la agresión a diputados al intentar acercarse a la puerta central del Palacio Nacional

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viernes, 6 de febrero de 2009

Se cumplen nueve años de la ocupación de la UNAM por la Policía Federal Preventiva.


Elementos de la Policía Federal Preventiva en la toma de las instalaciones universitarias
Foto: Francisco Olvera

El operativo rompió el movimiento de huelga más largo en la historia de la institución

■ El conflicto forzó la salida de Francisco Barnés de Castro, a quien sustituyó Juan Ramón de la Fuente

Laura Poy Solano (La Jornada)

Este viernes se cumplen nueve años del asalto de la Policía Federal Preventiva (PFP) a las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para romper la huelga que tenía paralizada a la institución desde 10 meses antes por el intento de las autoridades universitarias de modificar el Reglamento General de Pagos. Con alarde de fuerza, los uniformados rompieron cercos instalados por los grupos estudiantiles y detuvieron a más de 600 activistas agrupados en el Consejo General de Huelga (CGH).

A las seis y media de la mañana de aquel 6 de febrero, la PFP se estrenaba como cuerpo federal del orden público. Si bien existía ya entonces una marcada polarización en el CGH y un natural desgaste del movimiento, la orden de irrumpir en Ciudad Universitaria fue de inmediato censurada por prácticamente todos los sectores universitarios, aun aquellos que en repetidas ocasiones habían reclamado el fin del paro de actividades.

Aunque la intención de modificar el Reglamento General de Pagos (RGP) se había cancelado desde junio de 1999, los estudiantes no levantaron la huelga porque argumentaban que permanecían sin cumplirse otras cinco demandas: derogación de las reformas de 1997 por las cuales se cancelaba el pase automático de bachillerato a licenciatura en la UNAM; eliminar el examen único del Centro Nacional de Evaluación (Ceneval) para el ingreso a la enseñanza media superior; convocar a un congreso universitario democrático y resolutivo; desmantelamiento del aparato policial y anulación de actas y sanciones contra los participantes en el movimiento, y recorrer el calendario escolar para recuperar los días perdidos durante la huelga.

El pago de cuotas, detonante del conflicto

El 20 de abril de 1999 se colocaron las banderas rojinegras en todas las escuelas y facultades de la máxima casa de estudios, con lo que iniciaba la que sería la huelga más larga en toda la historia de la institución. El detonante fue la aprobación, por el Consejo Universitario, de una reforma al RGP que establecía el incremento en las cuotas semestrales con base en el cálculo del salario mínimo general vigente en el Distrito Federal y que de haber entrado en vigencia obligaba a pagar, en ese momento, por inscripción, 510 pesos en el bachillerato y 680 en licenciatura.

La inconformidad de la comunidad estudiantil recibió en un principio el apoyo de la mayoría de académicos y trabajadores administrativos de la institución.

Tuvieron que pasar casi dos meses de iniciada la huelga para que se entablara un proceso de diálogo entre los estudiantes y la Comisión de Encuentro creada por el entonces rector José Francisco Barnés de Castro. En un afán de despresurizar el conflicto, el titular de la UNAM pidió la modificación del RGP y planteó que el pago de las nuevas cuotas semestrales se hiciera de manera “voluntaria”.

La medida no surtió efecto. En los primeros 100 días del conflicto sólo se concretaron cuatro reuniones entre las partes, y se realizaron más de una decena de marchas estudiantiles en defensa de la gratuidad de la educación.

El 27 de julio, los investigadores eméritos de la UNAM Luis Esteva Maraboto, Alfredo López Austin, Alejandro Rossi, Héctor Fix Zamudio, Manuel Peimbert, Adolfo Sánchez Vázquez, Miguel León Portilla, Ruy Pérez Tamayo y Luis Villoro, apoyados por 41 profesores de diversas disciplinas, llamaron al CGH “a dar por terminado el paro y presentar sus planteamientos en los foros de discusión, en la inteligencia de que las propuestas que surjan deberán ser llevadas a los correspondientes órganos de decisión”.

La propuesta fue rechazada por el CGH. Para noviembre se habían agudizado las contradicciones y conflictos al interior del consejo y se vivía un clima de revanchas, carencia de autocrítica, y la presión de los grupos radicales por mantener el paro en aquellas escuelas donde las comunidades se pronunciaban por reanudar actividades.

El 12 de noviembre, Francisco Barnés de Castro renunció a la rectoría de la UNAM, notoriamente rebasado por el conflicto. Cinco días después, la Junta de Gobierno designó a Juan Ramón de la Fuente, entonces secretario de Salud, como nuevo rector. Al asumir el cargo, de inmediato llamó a reanudar el diálogo, empantanado pese a las reuniones que con autoridades y directivos de escuelas y facultades se realizaron en el Palacio de Minería.

Ante esta situación, en enero de 2000 De la Fuente presentó la llamada propuesta institucional para levantar la huelga, que contemplaba dejar definitivamente sin efecto el RGP y la realización de un congreso universitario para analizar el Reglamento General de Inscripciones y Exámenes, que venía de 1997, entre otros puntos. Hay que decir que tras ocho años al frente de la rectoría, De la Fuente no cumplió la promesa de llevar a cabo ese congreso.

Pero esa propuesta fue de nueva cuenta rechazada por el CGH. Ante ello y con el respaldo de intelectuales y académicos, la rectoría convocó a la comunidad universitaria a un plebiscito el 20 de enero, en el cual 87 por ciento de los 150 mil participantes respaldaron la propuesta institucional y pidieron la reanudación de actividades.

Los resultados de esa consulta también fueron desautorizados por los paristas, cuya división interna se hacía cada vez más evidente. Un atisbo de lo que ocurriría cinco días después se presentó el primero de febrero. Ese día, elementos uniformados de la PFP ingresaron a la instalaciones de la Preparatoria 3 (ubicada en Eduardo Molina) luego de un enfrentamiento entre personal de la Dirección General de Protección a la Comunidad de la UNAM e integrantes del Frente Estudiantil Justo Sierra, que dejó un saldo de 37 heridos y 248 detenidos.

Los representantes del CGH se habían enfrascado en una discusión que parecía interminable, el sábado 5. En medio de la discusión sobre si ya era el momento de levantar la huelga (a lo que se oponía un importante sector radical) crecía entre los participantes el rumor de que la PFP estaría por entrar al campus, aunque la mayoría de las versiones consideraban que eso ocurriría hasta el siguiente lunes.

Apenas levantaba el día, unos dos mil 260 uniformados ingresaron a la Ciudad Universitaria.

Los estudiantes detenidos fueron llevados a instalaciones de la PGR ubicadas en la avenida Camarones y acusados de terrorismo y motín.

Hoy, a nueve años de estos hechos, diversos colectivos estudiantiles convocan a una reunión para coordinar una jornada de “reivindicación” del décimo aniversario del inicio de la huelga.

miércoles, 29 de octubre de 2008

"Si no es por ustedes, no significaríamos nada."

De la Lámpara de Diógenes:
El sol ya salía por detrás del edificio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación pero no calentaba, el vientecillo helado se robaba todo el calor, pero jamás enfrió los ánimos ni los corazones de la gente que ya comenzaba a conformar una enorme columna a partir de la esquina de la calle de Pino Suárez y Plaza de la Constitución.




Andrés Manuel López Obrador arribó y de inmediato dio inicio la marcha hacia Palacio Legislativo de San Lázaro. Hacia adelante, con la frente en alto, nuevamente la dignidad llenaba las calles donde miles y miles coreaban -"¡Ni un paso atrás!".



Las personas, en su cotidiano andar hacia sus labores, se detenían y algunos comentaban con asombro al ver quienes encabezaban la marcha -"Mira mamá ¡es el Peje!"- señaló un joven y muchos lo saludaban al igual que a los más de quince mil que arengaban la consigna -"¡Este es el pueblo de López Obrador! ¿Cuál es el tuyo espurio Calderón?"-




El perímetro del Congreso de la Unión se encontraba fuertemente resguardado por miles de elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP) y a su vez por otro tanto de la policía de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México (SSP-GDF) quienes se interpusieron entre la PFP y los ciudadanos que acompañaban al presidente legítimo para que compareciera ante el pleno de la Cámara de Diputados.



El miedo al pueblo de quienes se dicen sus representantes se constató. Cientos de vallas metálicas de más de tres metros fueron colocadas y los elementos de la PFP estaban armados hasta los dientes, incluso con lanzagranadas, como una señal de la política de represión de Genaro García Luna que al parecer no ha entendido lo que significa la libertad de manifestación y mucho menos que este movimiento ha sido, es y será pacífico.




Una vez que arribó el gran contingente de miles de ciudadanos, varias brigadas se colocaron en las diferentes puertas del Palacio Legislativo, siendo cercadas por la PFP. Andrés Manuel López Obrador tuvo que ingresar en auto acompañado por una comitiva ciudadana conformada por Raquel Tibol, Laura Esquivel, Carlos Payán, Lorenzo Meyer, Francisco Garaicoechea, Arnaldo Córdova y José Agustín Ortiz Pinchetti entre otros para exponer los motivos por los que el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo rechaza los dictámenes que en materia petrolera ha aprobado la Cámara de Senadores y exhortó a los Diputados -"Están por aprobar leyes que no sólo contravienen el espíritu y la letra de la Constitución, sino que abren la puerta para que empresas y gobiernos extranjeros puedan explorar y explotar en exclusiva nuestro petróleo tanto en tierra como en las aguas patrimoniales."-



Mientras esto sucedía en el interior del recinto, el sol que se había asomado por unos momentos se ocultó para no más volver a salir por lo que el frío aumentaba pero así también la emoción. Los carritos con tamales, costeños y de hoja de maíz, comenzaron a circular así como el atole de arroz con leche, fresa o cajeta, también el cafecito de olla o agua caliente para el Nescafé con azúcar y leche. Todos se reunían junto a los anafres y degustaban, muy contentos los ancestrales alimentos, mientras en el sonido local se escuchaba el discurso del presidente legítimo.

Una vez concluida la comparecencia López Obrador salió para dirigirse a los miles ahí reunidos dando parte de lo adentro sucedido y para indicar que se esperaría para ver los resultados de la votación y las acciones de los legistas del Frente Amplio Progresista (FAP). Eran cerca de las once de la mañana y sólo quedaba esperar.




El día pasó, sin confrontación alguna, Andrés Manuel se dedicó a saludar a muchos de los que ahí estaban, se fotografiaban con él o les firmaba libros y su pancartas a las cuales les ponía dedicatoria a cada una de ellas. El día pasó con la amena plática de Jorge "El Tata" Arvizu y Jesusa Rodríguez a quien alguien le facilitó un radio para con él escuchar a través del altavoz lo que sucedía en el interior del Congreso de la Unión. De repente la gran noticia llegó -"Los Diputados del Frente Amplio Progresista han tomado la tribuna."- anunció Jesusa y los aplausos y gritos estallaron con júbilo -"¡Ese apoyo si se ve!"- Ahora habría que esperar a la votación.




La maratónica sesión fue seguida por los que estaban afuera, algunos con sus radios y otros de plano se adentraron hacia el mercado de La Merced, en donde una enorme carnicería con tres pantallas de plasma sintonizaba el Canal del Congreso. Así pasó la tarde y se seguían vendiendo tamales y atole, pues el frío era casi insoportable y el hambre se hacía presente por lo que todos iban a las torterías cercanas o consumían, de los carritos que por ahí deambulaban, los tacos de guisado, las doraditas de nopales, cacahuates o patitas de pollo con limón y salsa valentina que apenas entretenían al estomago.




Una vez concluida la sesión algunos legisladores del FAP con los brazos entrelazados marcharon por la avenida Congreso de la Unión para reunirse con Andrés Manuel López Obrador y fueron recibidos entre vivas y aplausos al grito de ¡No están solos! Ya la noche caía cuando López Obrador tomó el micrófono para agradecer sinceramente la presencia, el esfuerzo y el sacrificio de todos los brigadistas ahí reunidos que a pesar del frío, el viento y la larguísima espera siempre estuvieron de buen ánimo. En su discurso exaltó la fuerza del movimiento y dijo -"Si no es por ustedes, nosotros no significaríamos nada."-



También dejó en claro que el movimiento continua que hay muchas tareas y más etapas dentro del proceso de la defensa del petróleo y la economía popular por lo que invitó a todos a estar presentes este jueves 30 de octubre a las cinco de la tarde en el Hemiciclo a Juárez para proponer el plan general. Todos acordaron en asistir a esa asamblea, se cantó el himno nacional y el gran mitin de más de ocho horas se dispersó en paz y alegría.


Más fotografías en la Lámpara de Diógenes.

viernes, 24 de octubre de 2008

"... Si se entiende ¿verdad?"

De la Lámpara de Diógenes:
Eran las seis de la mañana, el Hemiciclo a Juárez parecía un solitario y gran témpano de hielo. A esa hora soplaba un viento frío que se clavaba como agujitas en la cara y manos. Un hombre llegó y se instaló en el centro del monumento y esperó. Quince minutos después llegaba la primera brigada, que se desplazó el miércoles pasado desde, lo que ellos llaman ahora "Yunqueland", o sea León, Guanajuato a la Ciudad de México -"Puro panista hay allá"- me dice Yazmín una de sus más aguerridas integrantes. El tiempo pasó y la hora acordada para la cita llegó, eran las siete de la mañana y de las casi doce mil personas que votaron a favor de la movilización, ahí mismo apenas unas horas antes, sólo se presentaron poco más de cuatro mil. Andrés Manuel López Obrador llegó a las siete con treinta y cinco minutos y no se dirigió a los presentes.




Claudia Sheinbaum tomó el micrófono para decir -"Pues vámonos, que las brigadas vayan a los puntos donde se ubicaron hace seis meses" y preguntó "¿se acuerdan dónde era?"- algunos dijeron sí, otros ni contestaron porque no sabían. Y así en medio de una espectacular desorganización los ciudadanos, con el firme compromiso adquirido una noche antes, encaminaron sus pasos para cercar el Senado de la República.





Una vez ubicados en los puntos estratégicos, López Obrador se instaló lo más cerca a la vieja casona de Xicoténcatl a esperar que le otorgaran audiencia. Eso nunca sucedió.



Poco a poco las columnas de ciudadanos en resistencia civil pacífica comenzaron a engrosarse porque más de sus integrantes llegaron en el transcurso del día. El frío matutino se había disipado y el sol calentaba rápidamente el ambiente, por lo que las chamarras, sueters y bufandas eran reemplazadas por sombreros, cachuchas y sombrillas.




Andrés Manuel seguía rodeado de docenas de reporteros y camarógrafos de todos los medios de comunicación, hasta las "estrellitas marineras" del periódico La Jornada se encontraban ahí como el omnipresente Jaime Avilés y el muy bien peinado Julio Hernández López.





De repente una pequeña columna de mujeres brigadistas salió hacia la Torre del Caballito, donde se ubican las oficinas del Senado, para apoyar a la también reducida brigada comandada por Claudia Sheinbaum, la misma que fue golpeada y removida en abril pasado para que Senadores del PRI y PAN pudieran acceder a la sede alterna. En esta ocasión sucedió lo mismo, después de que un par de camiones de lujo cargado de Senadores y escoltados por diez "pick ups" llenas de Policia Federal Preventiva (PFP) que estuvieron dando vueltas por las inmediaciones del Senado sin lograr entrar por el fuerte cerco ciudadano apostado en las bocacalles principales que rodean el callejón de Xicoténcatl, los escoltados senadores se dirigieron a la Torre Caballito que se encontraba resguardada por miles de elementos de la PFP y por el mismo secretario de Seguridad Pública Federal Genaro García Luna, que con su fuerza, toletes y escudos lograron remover en un santiamén a las pocas personas que se encontraban bloqueando los accesos de entrada y así fue como legisladores del PRI y PAN lograron introducirse a sesionar.




Eran cerca de las doce del día cuando se tomó la decisión de marchar hacia las oficinas ubicadas en Reforma número 10. A esa hora la gran columna de más de diez mil personas encabezadas por el presidente legítimo se dirigió hacia allá.






La Sesión había dado inicio y una vez arribadas todas las brigadas sólo le quedaba esperar. De un camión sacaron unas enormes bocinas donde se escuchaba la votación de los Senadores y miles se reunieron alrededor del camión a escuchar, otros pocos prefirieron escuchar a la Jarana que Jesusa Rodríguez había subido al templete móvil para "entretener" a los menos.



Eran momentos decisivos, los siete dictámenes que integran la reforma energética fueron aprobados en lo general y en lo particular con el voto en contra de sólo cuatro senadores perredistas –Ricardo Monreal, Yeidckol Polevnsky, Salomón Jara y Rosalinda López– y dos del PT –Rosario Ibarra y Francisco Javier Obregón. Los demás, incluidos Dante Delgado y Pablo Gómez quien días antes en asamblea dijo -"Nosotros no nos representamos a nosotros mismos, los representamos a ustedes, el pueblo de México."- no estuvieron a la altura y se comportaron como cualquier politico que defiende sólo los intereses de su partido. Inmediatamente unas personas improvisaron dos pancartas en una se leía "Pablo Gómez, NI (Nueva Izquierda) y ADN (Asamblea Democrática Nacional) son traidores" y en la otra simplemente decía "Pablo Gómez chingas a tu madre". Sólo en dos de los dictámenes que se refieren a la ley reglamentaria del 27 constitucional y la nueva ley de Pemex Dante Delgado, Gabino Cué y Luis Maldonado de convergencia votaron en contra.



En una sesión inédita, por celebrarse fuera de la ley y con la presencia de cientos de elementos de la PFP en el interior del recinto alterno, en menos de cuatro horas se aprobaron, con dispensa de trámites y lo más rápido posible, la reforma de Pemex. La frustración llegó cuando se consumó la traición, la rendija para la privatización quedó abierta porque se permitió aun con la "insistencia" de algunos perredistas de que se estableciera con precisión y claridad en la legislación que Petróleos Mexicanos y se incluyeran estas "doce" (más bien dieciocho) palabritas: "No se suscribirán contratos de exploración o producción que contemplen el otorgamiento de bloques o de áreas exclusivas", a lo que la mayoría rechazó, al igual que la propuesta de eliminar los llamados bonos ciudadanos.



Las calles fueron tomadas por la gente sin fuero pero así no lo fue la tribuna porque, dicen que, la PFP amenazaba con pegarles a los Senadores que lo intentaran. Los valerosos ciudadanos golpeados en su dignidad permanecieron inamovibles y una vez terminada la sesión los legisladores salieron y bajaron a la calle donde miles les abucheaban y les gritaban traidores. Cerca de las cuatro de la tarde Andrés Manuel López Obrador subió al templete y en un improvisado discurso agradeció la presencia de todos los que ahí se encontraban recordando que la decisión ayer tomada fue sabia y dijo que se obtuvo un triunfo al poner al descubierto la "trampa para entregar parte de nuestro territorio, aguas y tierras a empresas extranjeras que se encargan de la exploración y explotación del petróleo" refiriéndose a la negativa de los legistas de parlamentar los dictámenes en cuestión. Por eso, sostuvo, -"Vamos hacia adelante. Es muy importante lo que se ganó hoy, es un verdadero triunfo."- Convocó a los integrantes de la resistencia civil pacífica citándolos nuevamente este domingo a las once de la mañana en el Monumento a la Revolución.


Muchas más fotografías de las acciones de las brigadas del MNDP en la Lámpara de Diógenes.