miércoles, 8 de agosto de 2007

Un deja vu de Cananea

A Puerta Cerrada - Marcela Gómez Zalce


• El que hace la mano hace la tras, tras, tras…
• ¿Quién extorsionaba a Ye Gon?


El ser humano, mi estimado, es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Felipe Calderón y su improvisado Gymboree no terminan de sopesar el problemón que se les avecina gracias al extraño juego del secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón... quien ya hizo una de las suyas al saber del Ye Gon oriental que se avecinaba al negarse, hace unas semanas, a tomar las constantes llamadas de los reporteros de Associated Press (AP) para conocer su lado simpático del cuento... chino.

O quizá sencillamente Lozano Alarcón —quien es abogado—copió la insolente línea de su encarrerado jefe cuando éste escupió, con absoluta impunidad y descaro, que Zhenli terminaría en la cárcel, igualito que cuando afirmó, sin pregunta expresa de por medio en una entrevista a La Jornada, que Ernestina Ascensión había fallecido a causa de una gastritis crónica. ¿A qué viene tanta incontinencia verbal? Well, sit tight and enjoy the ride...

Javier baboseó hace algunos días de manera grotesca, pasándose por salva sea la parte sus conocimientos de abogado —porque para ocupar una cartera donde, entre sus prioridades, debería estar la defensa de los derechos de los trabajadores es bastante malo... por no decir pésimo– ya que seguramente la Junta de Conciliación y Arbitraje declararía inexistente la huelga que han llevado a cabo los mineros de Napoleón Gómez Urrutia por las pésimas condiciones de seguridad y la constante violación de los contratos colectivos de trabajo por parte de Grupo México de Germán Larrea.

O sea, my friend, en este gobierno además del célebre Tío Lolo juegan también al que hace la mano hace la tras... Felipe hace y... Javier también. (Dumb & dumber reloaded).

En esta peligrosa tragicomedia de errores (otra más) se filtró que los abogados de Gómez Urrutia habían condicionado el levantamiento de la huelga por el regreso del líder minero. Falso.

Lo que sucedió, mi estimado, es que en esa encerrona entre el titular de la STyPS y el subsecretario Alonso Castro, el representante de Grupo México, Salvador Rocha, escupió con esa ocurrente arrogancia y muy sácalepunta que absolutamente todo el culebrón minero se resolvería en tres días y tan tan… y entonces los abogados de Napito, Néstor de Buen y Juan Rivero, reviraron con el clásico... compadre, pero qué excelente idea acabas de tener, en tres días regresamos a Gómez Urrutia a México, nos tomamos de la mano para la foto y vivimos felices para siempre… ¿sale? Oooppsss…

En esa junta jamás se condicionó nada y el proceso de negociación entre la empresa y los mineros está en el limbo (con perdón de Su Santidad) esperando la resolución de la Junta para calificar si la huelga es o no inexistente y entonces conocer de qué lado escupirá la iguana... porque aquí, mi estimado, parece que hay de dos sopas y la caliente (junto con la paciencia) se acabó... ¿Por qué nuevamente el optimismo vacacional del respetable? Sencillito y resumido.

Si se resuelve la ilegalidad de la huelga, los trabajadores no van a regresar a trabajar (are u listening shitheads?)... la empresa ya amenazó con los despidos masivos —y así hacerse de un sindicato a modo— y la autoridad, o sea Lozano Alarcón, les advirtió que el Estado (o sea... yo) utilizará la fuerza pública para recuperar las instalaciones, lo que huele a oootro peligroso episodio como el foxista de Lázaro Cárdenas, ¿estamos?

Así de complicado está el asunto gracias a la curiosa protección (¿china?) de Lozano —quien a pesar de haber recibido 400 fotografías que muestran las delicadas condiciones de inseguridad laboral se ha negado a visitar las minas– a los intereses de Germán Larrea que están peligrosamente polarizando una bomba social tensando esta cuerdita minera que, no se equivoque, va a reventar.

Por lo que no estaría mal que alguien le recordara a estos imprudentes y soberbios chicuelos en el poder, las derivaciones de lo sucedido hace más de cien años en el sangriento episodio en Cananea que hoy, en pleno S XXI, vuelve a ser una explosiva mina en el zapato de este frágil gobierno…

Por la Mirilla

Dos inocentes preguntitas para entretener a la concurrencia:

¿Acaso Ye Gon no contaba con un chofer que pudiera verificar si los mAFIosos ejecutados fueron los mismos que extorsionaron a su jefecito...?

Y, ¿sería tan amable el secretario Lozano Alarcón de mostrarle a la opinión pública la denuncia por difamación whatever interpuesta contra Zhenli... que lo obligó a viajar tan rápido como perturbado a Nueva York...?

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