El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), coincidieron con los señalamientos que ha venido haciendo el Gobierno Legitimo en materia del histórico crecimiento en los precios, y particularmente en el de los alimentos, que se ha venido observando desde principios del 2007.
Tanto el FMI como el BM, señalaron que productos como el fríjol, el trigo, la harina de soya, el maíz, experimentaron durante el 2007, alzas que llegaron a ser hasta del 100%.
Así estos organismos multilaterales, señalaron que durante el 2007 el crecimiento en el precio de los alimentos fue de 36.7% en promedio, el de las bebidas de 14.3%, el de los energéticos de 46.8% y el de los fertilizantes fue de 121.9%.
Esta situación confirma absolutamente las advertencias que viene haciendo Andrés Manuel López Obrador sobre la necesidad de contar con una reforma fiscal que verdaderamente grave más a quién más tiene, sobre la necesidad de llevar a cabo un combate frontal contra los monopolios y las practicas especulativas y sobre la urgencia de implementar una política de reactivación a la producción de granos básicas (maíz, fríjol, trigo y soya) que incluya subsidios a la producción y a la comercialización, a la vez de detener la entrada en vigor del TLC para estos productos.
La situación para México se torna aún más delicada en virtud de que de acuerdo con la última encuesta ingreso-gasto elaborada por el INEGI, el 50% de los 22 millones y medio de familias en el país, perciben ingresos inferiores a los 7,000 pesos, es decir menos de 6 salarios mínimos, es decir, “entre menor ingreso reciben las familias, mayor es la proporción de su ingreso que destinan a la compra de alimentos” por ello el crecimiento en los precios de estos bienes tienen un efecto altamente regresivo para la población, pues perjudican más a quien menos tiene.
Mas aún de la misma encuesta del INEGI se observa que los incrementos en los Alimentos y en los Energéticos incidirán tremendamente en el bienestar de las familias ya que estos incrementos impactarán los rubros en los que más gastan las familias en México, pues en promedio las familias mexicanas destinan el 29.8% de su gasto en alimentación, el 18% en transporte (rubro que mantiene una relación directa en su costo con los energéticos), esto en otras palabras significa que casi la mitad de su gasto, lo destinan a alimentación y transporte.
Es importante recordar que si bien es cierto, que a nivel mundial se ha registrado un incremento en el precio de los granos como el Maíz y el Trigo, debido al incremento mundial en la demanda de estos productos, también lo es que las autoridades en nuestro país, han hecho todo lo posible por perjudicar al campo mexicano.
Para corroborar lo anterior, tan sólo basta señalar que a pesar de que en los últimos 7 años el presupuesto ejercido por la SAGARPA se ha venido incrementando este incremento ha sido fundamentalmente para ser destinado en “otros programas”, que incluyen programas como el de la adecuación de derechos de uso de agua, investigación, docencia y gastos de operación, que no obstante de ser partes complementarias de la cadena productiva, tienen poco impacto sobre la producción de alimentos y en especial de granos básicos, como sería el Procampo.
Así por ejemplo se puede observar que del Presupuesto para 2007 que será ejercido por la SAGARPA, aproximadamente el 60% será destinado al rubro de “otros programas”, mientras que a Procampo le será canalizado solo el 27% del presupuesto total de esta secretaria.
Por ello, se observa claramente que el incremento real que durante los últimos 7 años ha tenido el presupuesto ejercido por la SAGARPA obedece fundamentalmente al rubro de “otros programas” mismos que han registrado un crecimiento promedio real anual de 18.2% del año 2000 a la fecha, mientras que los recursos canalizados a Procampo, apenas han registrado un crecimiento promedio real anual de 1.66%, cifra inferior al crecimiento de la economía durante ese mismo lapso.
Este olvido presupuestario, ha tenido su impacto en los resultados relativos a la superficie cultivada, a la producción de granos básicos, y por consiguiente en la soberanía alimentaria de nuestro país, lo que ha incidido de manera determinante en el PIB de la Agricultura.
Así, mientras que en 1985 la superficie total cultivada en el país fue de 15.52 millones de hectáreas, para 2007 será de sólo 12.97 millones de hectáreas, es decir 2.55 millones de hectáreas, de las cuales 1.4 millones de hectáreas corresponden a espacios que eran destinados para cultivar granos básicos.
La menor superficie cultivada ha provocado que el déficit en materia de granos básicos, se haya ido incrementando desde hace muchos años y así mientras que en 1985 el déficit de granos básicos era de 4.11 millones de toneladas, para el 2007 se estima que será de casi 12 millones de toneladas.
Es claro que el resultado de la errónea estrategia que se ha seguido y se continua en materia de agrícola, ha provocado que el Producto Interno Bruto del sector para 2007, sea inferior al obtenido en el 2004.
Finalmente es conveniente mencionar que hasta la errónea política energética ha impactado al campo mexicano, ya que de acuerdo al FMI y al BM, los fertilizantes registraron durante 2007 un incremento de 121.9 %, por lo que resulta paradòjico que nuestro paìs siendo un pais con basta riqueza petrolera, tenga que importar fertilizantes, lo anterior en virtud de que.
En este sentido y muy particularmente llama la atención el caso de la producción de Amoniaco, ya que esta sustancia es el insumo más importante para la producción de fertilizantes y en dónde la producción se ha visto totalmente devastada en los últimos 7 años, a grado tal, que el complejo petroquímico de Cosoleacaque, que está diseñado para producir aproximadamente 2 millones 220 mil toneladas anuales de amoniaco, o sea 15 millones 440 mil toneladas en 7 años, produjo apenas 4 millones 200 mil toneladas, lo que implico que dado el valor comercial de este producto (2 millones 700 mil pesos por tonelada) dejaran de ingresar al país, poco más de 30 mil millones de pesos.
Es importante destacar que el Amoniaco es un ingrediente fundamental en la elaboración de fertilizantes y que el costo de los fertilizantes representa casi el 20% del costo en la producción de maíz, por lo que este es un claro ejemplo de cómo la falta de coordinación entre la política energética y la política agroalimentaria, tiene consecuencias graves tanto para la alimentación de los mexicanos, como para el intercambio comercial ya que México es un importador de maíz, debido supuestamente a que en los Estados Unidos se comercializa más barato este producto.
Es de señalar que precisamente en el caso de los fertilizantes, muy cerca del Complejo Petroquímico de Pajaritos, en Coatzacoalcos Veracruz, y en parte de las instalaciones abandonadas que algún día fueron propiedad de Fertimex, opera una empresa llamada Agro-Mex, que importa Amoniaco y lo transforma en fertilizantes que vende a los productores agrícolas nacionales a precios internacionales.
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