Exigen no lucrar con la diversidad sexual y que el gobierno respete a la población
EMIR OLIVARES ALONSO
Manifestantes se pronunciaron porque el feminismo sea reivindicado como la guía política del movimiento lésbico, el cual no debe caer en la mercantilización de la diversidad sexual, pues ésta sólo beneficia a minorías específicas y no a lesbianas obreras, campesinas, indígenas y migrantes.
Durante la marcha lésbica-feminista 2007 que partió del Angel de la Independencia y culminó en el Hemiciclo a Juárez, mujeres de esa preferencia sexual y de izquierda se manifestaron además a favor del aborto y en contra del fraude electoral, "que impuso la dictadura del presidente ilegítimo", así como de la criminalización de los movimientos sociales en el país y la política de militarización, "pues las ciudadanos no pedimos la protección que dicen darnos, al contrario, esos operativos nos amedrentan".
En un grito de respuesta a la discriminación y estigmatización, las cerca de 200 participantes en la marcha -con la que se celebró el 30 aniversario del movimiento lésbico-feminista en México- expresaban a toda voz: "Me gusta la masa, me gusta el maíz, soy tortillera y soy muy feliz". Para añadir sarcasmo, al inicio de la movilización apareció con máscara de luchadora, mallones y las letras S y T sobre los senos, Súper Tortilla, quien exigió al gobierno federal, en nombre de las manifestantes, no seguir permitiendo la entrada de productos transgénicos, que termine la discriminación hacia la mujer y que paren los feminicidios en el país.
Las lesbianas también se pronunciaron en contra de la mercantilización de las luchas sexo-políticas, y de la comercialización de la sexualidad, el erotismo y las relaciones humanas; criticaron la marcha lésbico-gay que se realiza en junio de cada año, debido a que "ese movimiento no nos representa porque llama a la mercantilización a la comunidad, y debido a ello se puede poner en tela de juicio que en verdad sea un movimiento, pues actualmente sólo es consumo", afirmó Velia García, del Colectivo de Mujeres Lesbianas, Feministas y de Izquierda.
Exigieron la liberación de los presos políticos de Atenco y Oaxaca, sobre todo de la indígena mazahua Magdalena García, presa en Santiaguito por los hechos en Atenco; el reconocimiento de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca como "gobierno legítimo" de ese estado; justicia para las mujeres asesinadas y desaparecidas en el país, como en Ciudad Juárez, Chiapas y Chimalhuacán; políticas públicas "en las que impere el respeto sin discriminación, así como una educación sexual feminista, laica, científica y gratuita"; y cadena perpetua a gobernadores y funcionarios públicos pederastas y asesinos, "como el gobernador de Puebla, Mario Marín; y el asesino Ulises Ruiz".
Velia García aseguró que ese sector femenino "no está de acuerdo con lo que pasa en México, por ello exigimos que se respeten los derechos de todos los mexicanos. Este es un momento histórico-político y no podemos dejarlo pasar, debemos subrayarle a Calderón que no nos está engañando a todos, muchos no estamos de acuerdo con su gobierno".
Las manifestantes enviaron, mediante pancartas y consignas, un claro mensaje al Presidente, quien recientemente se pronunció en contra del aborto: "Calderón, mi matriz es mía y mi maternidad también", "Es mi cuerpo, es mi decisión, hoy por el aborto, mañana la nación" y "Reproducción elegida, jamás impositiva". Y varias veces a lo largo de la caminata le gritaron: "Calderón, escucha, tu mujer está con Lucha".
Las lesbianas marcharon en calma, algunas abrazaban a su pareja, otras se besaban o se sujetaban de las manos, todas coincidían con las consignas y exigencias. Para continuar con el sarcasmo a la política de militarización, aparecieron integrantes del denominado Ejército Nacional de Liberación Lesbiana, quienes enfundadas en ropas militares, pero con casacas rosas, expresaron que sin libertad política no habrá libertad sexual.
Las consignas también alcanzaron al cardenal Norberto Rivera y a la derecha gobernante.
Durante su trayecto a lo largo del Paseo de la Reforma hicieron una escala frente a la embajada de Estados Unidos, para censurar la política "intervencionista" de ese país en Medio Oriente, Asia y América Latina.
EMIR OLIVARES ALONSO
Manifestantes se pronunciaron porque el feminismo sea reivindicado como la guía política del movimiento lésbico, el cual no debe caer en la mercantilización de la diversidad sexual, pues ésta sólo beneficia a minorías específicas y no a lesbianas obreras, campesinas, indígenas y migrantes.
Durante la marcha lésbica-feminista 2007 que partió del Angel de la Independencia y culminó en el Hemiciclo a Juárez, mujeres de esa preferencia sexual y de izquierda se manifestaron además a favor del aborto y en contra del fraude electoral, "que impuso la dictadura del presidente ilegítimo", así como de la criminalización de los movimientos sociales en el país y la política de militarización, "pues las ciudadanos no pedimos la protección que dicen darnos, al contrario, esos operativos nos amedrentan".
En un grito de respuesta a la discriminación y estigmatización, las cerca de 200 participantes en la marcha -con la que se celebró el 30 aniversario del movimiento lésbico-feminista en México- expresaban a toda voz: "Me gusta la masa, me gusta el maíz, soy tortillera y soy muy feliz". Para añadir sarcasmo, al inicio de la movilización apareció con máscara de luchadora, mallones y las letras S y T sobre los senos, Súper Tortilla, quien exigió al gobierno federal, en nombre de las manifestantes, no seguir permitiendo la entrada de productos transgénicos, que termine la discriminación hacia la mujer y que paren los feminicidios en el país.
Las lesbianas también se pronunciaron en contra de la mercantilización de las luchas sexo-políticas, y de la comercialización de la sexualidad, el erotismo y las relaciones humanas; criticaron la marcha lésbico-gay que se realiza en junio de cada año, debido a que "ese movimiento no nos representa porque llama a la mercantilización a la comunidad, y debido a ello se puede poner en tela de juicio que en verdad sea un movimiento, pues actualmente sólo es consumo", afirmó Velia García, del Colectivo de Mujeres Lesbianas, Feministas y de Izquierda.
Exigieron la liberación de los presos políticos de Atenco y Oaxaca, sobre todo de la indígena mazahua Magdalena García, presa en Santiaguito por los hechos en Atenco; el reconocimiento de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca como "gobierno legítimo" de ese estado; justicia para las mujeres asesinadas y desaparecidas en el país, como en Ciudad Juárez, Chiapas y Chimalhuacán; políticas públicas "en las que impere el respeto sin discriminación, así como una educación sexual feminista, laica, científica y gratuita"; y cadena perpetua a gobernadores y funcionarios públicos pederastas y asesinos, "como el gobernador de Puebla, Mario Marín; y el asesino Ulises Ruiz".
Velia García aseguró que ese sector femenino "no está de acuerdo con lo que pasa en México, por ello exigimos que se respeten los derechos de todos los mexicanos. Este es un momento histórico-político y no podemos dejarlo pasar, debemos subrayarle a Calderón que no nos está engañando a todos, muchos no estamos de acuerdo con su gobierno".
Las manifestantes enviaron, mediante pancartas y consignas, un claro mensaje al Presidente, quien recientemente se pronunció en contra del aborto: "Calderón, mi matriz es mía y mi maternidad también", "Es mi cuerpo, es mi decisión, hoy por el aborto, mañana la nación" y "Reproducción elegida, jamás impositiva". Y varias veces a lo largo de la caminata le gritaron: "Calderón, escucha, tu mujer está con Lucha".
Las lesbianas marcharon en calma, algunas abrazaban a su pareja, otras se besaban o se sujetaban de las manos, todas coincidían con las consignas y exigencias. Para continuar con el sarcasmo a la política de militarización, aparecieron integrantes del denominado Ejército Nacional de Liberación Lesbiana, quienes enfundadas en ropas militares, pero con casacas rosas, expresaron que sin libertad política no habrá libertad sexual.
Las consignas también alcanzaron al cardenal Norberto Rivera y a la derecha gobernante.
Durante su trayecto a lo largo del Paseo de la Reforma hicieron una escala frente a la embajada de Estados Unidos, para censurar la política "intervencionista" de ese país en Medio Oriente, Asia y América Latina.
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