Aunque evidentemente se hayan arreglado para que en la conferencia de prensa el equipo de Zhenli Ye Gon no dijera nada (por no decir que hiciera el ridículo); cuando iba de por medio el prestigio de uno de los bufetes de abogados más conocido y consecuentemente caro de los EEUU.
Tan prestigiados que antes de pelear con ellos el Gobierno prefirió llegar a un arreglo.
El asunto no está cerrado, ni mucho menos; y contrario a lo que opina el Secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, que “es ocioso seguir hablando del tema”, el sentir de la gente es otro.
Sobre todo cuando hay muchas cosas que la transparencia que gubernamentalmente se pregona, debe de aclarar.
Del dinero. Su procedencia. ¿Cómo es que llegó, para qué y quien lo solicitó? y por supuesto su destino; pues aunque ya forme parte del Erario, debe de estar en alguna parte y en algo se aplicará.
Aunque esto último suene infantil, si se toma en cuenta que los centenarios que le incautaron al tristemente célebre secuestrador “Mocha-orejas”, todavía es la hora que no se los devuelven a los afectados.
Y las grandes cantidades de efedrina y seudo-efedrina importadas que desde hace cuatro años las Autoridades Internacionales correspondientes le habían advertido al Gobierno de Vicente Fox que se introducían en cantidades anormalmente altas.
Haciendo pensar que si el Gobierno sabía de las exageradas importaciones sin que hiciera nada para siquiera investigar, es porque era cómplice del fabuloso negocio que solo se podrá combatir despenalizando el uso de las drogas. Algo bueno tenemos que sacar de todo esto.
De otra manera, de tanto en tanto nos seguiremos enterando de escándalos de corrupción como el que ahora quieren dar por cerrado.
Tan prestigiados que antes de pelear con ellos el Gobierno prefirió llegar a un arreglo.
El asunto no está cerrado, ni mucho menos; y contrario a lo que opina el Secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, que “es ocioso seguir hablando del tema”, el sentir de la gente es otro.
Sobre todo cuando hay muchas cosas que la transparencia que gubernamentalmente se pregona, debe de aclarar.
Del dinero. Su procedencia. ¿Cómo es que llegó, para qué y quien lo solicitó? y por supuesto su destino; pues aunque ya forme parte del Erario, debe de estar en alguna parte y en algo se aplicará.
Aunque esto último suene infantil, si se toma en cuenta que los centenarios que le incautaron al tristemente célebre secuestrador “Mocha-orejas”, todavía es la hora que no se los devuelven a los afectados.
Y las grandes cantidades de efedrina y seudo-efedrina importadas que desde hace cuatro años las Autoridades Internacionales correspondientes le habían advertido al Gobierno de Vicente Fox que se introducían en cantidades anormalmente altas.
Haciendo pensar que si el Gobierno sabía de las exageradas importaciones sin que hiciera nada para siquiera investigar, es porque era cómplice del fabuloso negocio que solo se podrá combatir despenalizando el uso de las drogas. Algo bueno tenemos que sacar de todo esto.
De otra manera, de tanto en tanto nos seguiremos enterando de escándalos de corrupción como el que ahora quieren dar por cerrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario