viernes, 11 de mayo de 2007

El México de la derecha

VÍCTOR ARDURA

Por supuesto, asumo las consecuencias de lo que voy a decir a continuación. Muy pocas veces lo admito, pero en este caso es preciso proteger a quien me confió la información que enseguida expondré. Mi fuente, como se llama en el argot. Baste decir que es un empresario de Guanajuato que ha dejado de ser menor, –léase mediano o cómo quiera que se llame a quienes engruesan nomenclaturas, a veces insondables, como las Pymes–, y al cual conocí hará cosa de quince años. De algún modo me contactó para decirme esto que es vital para comprender los tiempos que se avecinan.

Los hombres de empresa de la región, –Jalisco, Querétaro, estado de México, Colima y otros–, han sido contactados por la dirigencia nacional de Acción Nacional, y por militantes más o menos distinguidos de Michoacán. Bajo la premisa de que es preciso partir por la columna vertebral a la izquierda en el país, la meta indomeñable es arrasar, –electoralmente, se comprende, pero también en el sentido de las libertades públicas–, con esta importante comarca del perredismo.

En tonos que van desde la franca histeria hasta el cálculo frío y con escalas, se diseña desde ya una estrategia que mucho tiene de similar a la que se empleó el año pasado: desinformación, calumnia convertida en elegante eufemismo, –guerra sucia–, intromisión del clero local y, sobre todo, mucho dinero. Y es aquí en donde embona la participación de los empresarios.

Mi contacto, a quien llamaremos el señor X, es un industrial del calzado. Su familia toda ha militado, desde años, en las filas del panismo. Este amigo mío, –a quien conocí en los noventas del siglo pasado cuando Vicente Fox fue candidato por primera vez al gobierno de esa entidad–, hombre de principios sólidos y poco dado a los deslices, ha visto con preocupación el giro que ha dado el partido en el gobierno en los últimos años. De ahí que se haya distanciado de las actividades partidistas, aunque aún así es considerado en cónclaves y actividades.

El señor X me informó que han sido enlazados para formar parte de una estrategia que se podría etiquetar como Padrino. La idea es que un empresario patrocine un municipio michoacano, meter dinero para publicidad y otro tipo de campaña, –que mucho se parece a la compra del voto de los años de la pax priísta–. Además también habrían sido llamados a cónclave algunos funcionarios federales, –delegados de la Sedesol–, y en el operativo futurista se anotan nombres como Beatriz Sahagún, hermana de quienes ustedes ya saben, dueña de un organismo no gubernamental llamado Coopera y, en consecuencia, recipendiaria de dinero del gobierno central.

Nuestro hombre en Guanajuato, –perdón señor Graham Greene por el préstamo–, ha estado incluso en algunas reuniones en Michoacán. Pudo confirmar que el acalde Salvador López Orduña visita por lo menos diez municipios a la semana. Inclusive ya hay un equipo de publicistas, de esos que pergeñan estulticia convertida en imagen virtual, para destrozar reputaciones a la manera de los tópicos que medio le funcionaron al casi presidente Calderón Hinojosa, en las sospechosas elecciones del año pasado. También trascendió que el ciudadano Vicente Fox, rijoso sujeto que todavía anda en busca de reflectores, es huésped asiduo del matrimonio López Orduña.

Inclusive en alguna reunión se comentó, con franca algarabía que mucho tenía de sorna y mala leche, que el presidente municipal de Morelia no habría dado permiso a la gente de Enrique Bautista para que se instalara en el centro de la ciudad un camión de gran rodado para brindar servicios de atención médica, como parte de la campaña del precandidato.

Relaciónense todos estos datos con la experiencia previa, la de 2006. Lo que gastó Acción Nacional el año pasado en Michoacán, nominalmente, es poco significativo: seis millones de pesos, según informó en su momento Germán Tena Fernández, secretario de Administración y Finanzas. Pero de ese dinero, y de ello hay fe pública en el consejo que el PAN celebró en septiembre del año pasado, cuatro y medio millones se destinaron a prensa y publicidad. El dato nos dice cosas interesantes con tan sólo estar ahí.

No. Lo anterior es lo de menos. Importante por sí mismo es calibrar lo otro. Lo que grupos privados pueden hacer y deshacer no como donativos directos a ese partido, sino como campañas paralelas y solidarias. Los dadores de la campaña de inmundicia que tanto daño hizo a la democracia en 2006, cuando las elecciones estuvieron en entredicho, (están en entredicho, aunque algunos no lo quieran ver así). Y ese es precisamente el quid de toda esta cuestión.

Un dato interesante y final. Esta variopinta y rabiosa alianza considera peligroso, en particular, a un precandidato del PRD, al cual, –se esmeran–, habrá que poner el acento y el freno: Leonel Godoy…

2.- El daltonismo de quienes no saben leer es trágico. No solo ven el mundo al revés, sino que lo miran ribeteado con un color cercano a la excreta.

3.- Acuso recibo de una interesante carta enviada a mi correo electrónico por la psicóloga María Bertha Jiménez, quien de manera inteligente hace algunas apostillas a un artículo publicado por el señor José Luis Espinosa Piña, –militante de Acción Nacional y funcionario federal–. El tema: la despenalización del aborto. La misiva es extensa, así que trascribiré las partes que considero importantes.

“En su artículo (el de Espinosa Piña), se sobre simplifica un asunto con mil ramificaciones, y voy a postular una hipótesis que abarca una sola de esas aristas: ser un hijo no deseado es una de las peores cosas que le pueden pasar a un ser humano, ya que recibes de los seres que deberían amarte, protegerte, enseñarte y cuidarte, odio, desinterés, olvido y rechazo.

“Los hijos llegan a percibirse en esos casos como un lastre, un estorbo o un recurso de provecho y/o abuso. Sobre todo si esos padres tuvieron una historia de violencia en su casa, repetirán el patrón igual o más violento con sus hijos. De pronto las golpizas con lo que se tenga a la mano (palos, cinturones, zapatos, etcétera), así como las torturas (encierros en clóset, hornos, cuartos), quemaduras, quebraduras de huesos, privaciones (de alimentos, de dinero, de afecto), perversiones, como el permitir abusos sexuales de esposos y/o amantes, explotación al mandarlos a la calle a trabajar y abandono se vuelven el pan nuestro de cada día que no pueden, o no quieren, por cualquiera que sea la razón, querer y formar adecuadamente a un ser humano”.

“Yo no he visto que todos esos hipócritas hayan hecho algo por ayudar a una sola víctima del desamor y el rechazo.

“Es necesario ver, efectivamente, todas las aristas. La despenalización del aborto no obliga a ninguna mujer a practicarse un aborto. Más aún debe ser acompañada, (la medida), por una amplia educación en la prevención del embarazo. Pero aparte de que la mayoría de las mujeres se mueren en un aborto por falta de educación y recursos, todavía cargan con el trauma moral del pecado, del dolor íntimo de lo que van a hacer y de la cárcel que les espera”.

“No cabe duda que, efectivamente, ya vivimos en el siglo XXI, pero aún creen tener el derecho de decidir sobre nuestro cuerpo y nuestro futuro, el clero y los moralistas que, casualmente, en la mayoría de los casos son hombres”.

La profesionista termina con una sugerencia, en el supuesto de que no hubiese sido aprobada la reforma a la ley respectiva, (cosa que sucedió antier, como todo México lo sabe): que el casi presidente Calderón Hinojosa apruebe recursos para habilitar instituciones que rescaten a esos niños no deseados y que andan por el mundo desamparados, sin mayores expectativas de vida que la marginalidad o el abrazo oportunista de políticas de asistencia con los que se justifican presupuestos, esos niños que sufren “una muerte lenta bajo los puentes, en las cloacas, en los cruceros, terminales y calles, drogándose, vendiéndose, lamentando cada día estar vivos si es que a eso se le puede llamar vida”.

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