Por Enrique Cisneros
Ante la avalancha de protestas por el despojo que significa la llamada “Nueva Ley del ISSSTE”, tuvo que intervenir el mismo Felipe Calderón, intentando confundir, mediatizar y corromper a los trabajadores que han interpuesto cientos de miles amparos y han realizado protestas callejeras, marchas, plantones, bloqueos de carreteras y puentes internacionales, entre muchas más actividades que van perfilando una huelga nacional.
El día de ayer, en una más de sus declaraciones mentirosas, el Presidente espurio, anunció “10 medidas para reforzar al ISSSTE”, sin clarificar de donde saldrán los recursos ni cuales serán los procedimientos. Desde luego que toda esta faramalla la atribuyó a las “bondades de la Nueva Ley del ISSSTE”.
En el acto teatral donde se anunciaron las medidas, estuvieron presentes además de su director general, el acusado de pederastía Miguel Angel Yunes, los titulares de las secretarías de Hacienda, Trabajo, Desarrollo Social y Función Pública, así como los representantes de las organizaciones sindicales, quienes en los primeros tres años regentearían más de 150 mil millones de pesos, producto de la nueva Ley: Joel Ayala de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) y Rafael Ochoa, careta de Elba Esther Gordillo.
Para que no hubiera duda del por qué hicieron toda esa escenificación, sin tapujos acordaron estar unidos para convencer a quienes se oponen a la nueva Ley del ISSSTE, haciendo trabajo para difundir que las reformas aprobadas son en beneficio de los trabajadores. O sea, utilizar todo el aparato del Estado para mediatizar, corromper, confundir y en caso necesario, reprimir a los que no “convenzan”.
Algunos de los 10 puntos que anunciaron para intentar detener las protestas son: llevar a cabo las más de diez mil intervenciones quirúrgicas y estudios de gabinete que han estado pendientes "en algunos casos por años", en un máximo de 90 días. O sea, más de 100 diarias. También, en el mismo lapso de tres meses, llevarán a cabo “todos los servicios médicos pendientes, de manera fundamental las de médicos especialistas. Desde luego que no se informó cómo se van a cumplir estos compromisos, si es conocido que hay poco personal para atender lo cotidiano.
Dijeron que en 90 días se resolverá el grave problema de abasto de medicinas en las farmacias del instituto. Se establecerá un programa de profesionalización y ampliación de personal médico, que deberá concluir este año. Se entregarán 8 mil millones de pesos más para mejorar el servicio de salud en infraestructura, ya sea en obras, equipo, ampliación o construcción de nuevos hospitales, aunque no se informó se dijo de cuál partida presupuestal se van a sacar. Tampoco como se hará para en agosto abrir más guarderías.
Para intentar mediatizar a los más centaveros, gastarán 2 mil millones de pesos adicionales para facilitar 100 mil préstamos y también, para los incondicionales habrá créditos hipotecarios.
Como dice el refrán popular, se ve que el miedo a la movilización popular “no anda en burro” y Felipe Calderón y asesores ya no saben qué inventar para tratar de frenar las protestas y la organización que se está gestando en torno a la derogación de la Nueva Ley del ISSSTE. Es tal el miedo que el gobierno tiene, que puede derrochar recursos para simular que ahora si va en serio la resolución de estos problemas, pues están en juego miles de millones de pesos de jubilados y pensionados, que los banqueros, líderes sindicales y funcionarios calderonistas ya suponen que tienen en le bolsillo.
Y aún más, saben que de pasar lo del desfalco al ISSSTE ueden irse sobre PEMEX, CFE, educación pública, derechos laborales……. pero no toman en cuenta un detallito: lo que diga el pueblo.
El día de ayer, en una más de sus declaraciones mentirosas, el Presidente espurio, anunció “10 medidas para reforzar al ISSSTE”, sin clarificar de donde saldrán los recursos ni cuales serán los procedimientos. Desde luego que toda esta faramalla la atribuyó a las “bondades de la Nueva Ley del ISSSTE”.
En el acto teatral donde se anunciaron las medidas, estuvieron presentes además de su director general, el acusado de pederastía Miguel Angel Yunes, los titulares de las secretarías de Hacienda, Trabajo, Desarrollo Social y Función Pública, así como los representantes de las organizaciones sindicales, quienes en los primeros tres años regentearían más de 150 mil millones de pesos, producto de la nueva Ley: Joel Ayala de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) y Rafael Ochoa, careta de Elba Esther Gordillo.
Para que no hubiera duda del por qué hicieron toda esa escenificación, sin tapujos acordaron estar unidos para convencer a quienes se oponen a la nueva Ley del ISSSTE, haciendo trabajo para difundir que las reformas aprobadas son en beneficio de los trabajadores. O sea, utilizar todo el aparato del Estado para mediatizar, corromper, confundir y en caso necesario, reprimir a los que no “convenzan”.
Algunos de los 10 puntos que anunciaron para intentar detener las protestas son: llevar a cabo las más de diez mil intervenciones quirúrgicas y estudios de gabinete que han estado pendientes "en algunos casos por años", en un máximo de 90 días. O sea, más de 100 diarias. También, en el mismo lapso de tres meses, llevarán a cabo “todos los servicios médicos pendientes, de manera fundamental las de médicos especialistas. Desde luego que no se informó cómo se van a cumplir estos compromisos, si es conocido que hay poco personal para atender lo cotidiano.
Dijeron que en 90 días se resolverá el grave problema de abasto de medicinas en las farmacias del instituto. Se establecerá un programa de profesionalización y ampliación de personal médico, que deberá concluir este año. Se entregarán 8 mil millones de pesos más para mejorar el servicio de salud en infraestructura, ya sea en obras, equipo, ampliación o construcción de nuevos hospitales, aunque no se informó se dijo de cuál partida presupuestal se van a sacar. Tampoco como se hará para en agosto abrir más guarderías.
Para intentar mediatizar a los más centaveros, gastarán 2 mil millones de pesos adicionales para facilitar 100 mil préstamos y también, para los incondicionales habrá créditos hipotecarios.
Como dice el refrán popular, se ve que el miedo a la movilización popular “no anda en burro” y Felipe Calderón y asesores ya no saben qué inventar para tratar de frenar las protestas y la organización que se está gestando en torno a la derogación de la Nueva Ley del ISSSTE. Es tal el miedo que el gobierno tiene, que puede derrochar recursos para simular que ahora si va en serio la resolución de estos problemas, pues están en juego miles de millones de pesos de jubilados y pensionados, que los banqueros, líderes sindicales y funcionarios calderonistas ya suponen que tienen en le bolsillo.
Y aún más, saben que de pasar lo del desfalco al ISSSTE ueden irse sobre PEMEX, CFE, educación pública, derechos laborales……. pero no toman en cuenta un detallito: lo que diga el pueblo.
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