sábado, 5 de mayo de 2007

Sobre Atenco, se presentó en Chile documental sobre el movimiento

Aún siento tristeza y rabia por la impunidad: Valentina Palma

ERMIR OLIVARES ALONSO

Valentina Palma Novoa narra, desde la ciudad de Concepción, en Chile, donde radica luego de ser deportada de México tras los operativos policiacos del 3 y 4 de mayo de 2006 en ese municipio del estado de México: "cuando pienso en Atenco siento una mezcla de tristeza y rabia, dolor y furia" por la impunidad en la que están los culpables de la represión.

Antes de ser expulsada del país, Valentina tenía 11 años viviendo en México, estudiaba en el Centro de Capacitación Cinematográfica, y llegó a San Salvador Atenco el 4 de mayo de 2006 para realizar un documental sobre el movimiento, aunque entonces no imaginó que también sería víctima de la represión. Ayer, por fin, presentó en Chile su documental sobre Atenco."He logrado terminar el documental que me encontraba realizando al momento de mi detención y posterior deportación, eso ha sido todo un logro considerando que hubo un tiempo sin luz en mí. Ahora, curiosamente, lo estrenaré aquí en (la ciudad de) Concepción, justo el 4 de mayo".

A lo largo de un año padeció las secuelas de la violenta toma de Atenco. Relata que tras llegar a Chile no podía caminar ni respirar bien "de tan machucada que venía", y asegura que aún tiene unas bolitas en los senos "producto de la brutalidad con que fueron golpeados".

Valentina expresa que los primeros seis meses fueron sicológicamente desastrosos: "No tenía ganas de nada, ni de levantarme, estuve en terapia una vez a la semana. Nunca me eché a morir, le dejé sólo el espacio necesario a la depresión; ahora, un año después, estoy mejor, ya sin medicinas y con ganas de continuar viviendo y hacer lo que me gusta. No estoy cien por ciento bien, no sé si llegaré a estarlo, tengo recaídas, pero en general me siento bien.

"Antes tenía pesadillas: me torturaban, me apretaban los dientes con alicates, policías que me perseguían en cualquier lugar y por cualquier cosa, baños que rebosaban mierda, sangre en cualquier parte. Ahora sigo soñando con policías que me persiguen, pero ya no me despierto ni gritando ni llorando, ya sé que son pesadillas".

Pese a esto, relata que ha ido retomando su vida sin prisa, porque "no voy a darles a los represores el gusto de joderme la vida, me reconstruiré lentamente y seguiré aquí o más allá, actuando como pienso".

A 12 meses, Valentina está a punto de dar a luz a Esperanza. Atenco también significó ese cambio en su vida. Su actual pareja es Mario Aguirre, el joven chileno que también se encontraba en Atenco y que fue deportado junto con ella. "Mi cuerpo se ha llenado de vida y ha sido muy bonito que después del episodio de muerte que significó Atenco, en mi vida y en mi cuerpo, éste se llena de vida, como queriendo rebelarse a esa cultura de muerte que quieren imponernos por medio de sus bestias uniformadas", afirma.

Recientemente, Valentina y Mario obtuvieron un recurso legal que dejó sin efecto la orden de deportación en su contra, por lo que sólo faltan algunos trámites diplomáticos para que puedan regresar a México de manera segura."No sé si vuelva a sentirme segura en México como para rehacer mi vida allá. No quiero vivir con miedo, pensar que se me puede vulnerar así, sólo por no tener la nacionalidad mexicana. Mi vida en Chile ha sido difícil, después de 11 años de vivir en México me ha costado acostumbrarme a esta chilenidad neoliberal; pero aquí me siento segura y para poder reconstruirme eso es lo que necesito. De poderse, regresaría a México a terminar mis estudios, a despedirme como corresponde de mi vida hecha allá 11 años, a cerrar círculos, capítulos, para poder abrir otros con confianza. Tal vez más adelante, cuando me sienta más fuerte, podría regresar a México".

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡¡¡CUIDADOOO¡¡¡

COMPAÑEROS: LA TAL ADHARA DUVAL O ADHARA FIGUEROA ES UNA IMPOSTORA, SU NOMBRE REAL ES LISMETH FIGUEROA ROSAS, ESTA INFILTRADA, JESUSA NO TE DEJES ENGAÑAR.