viernes, 20 de abril de 2007

Con R de Resistencia....

El resurgimiento del discurso de resistencia en México

Ponencia de Norma Villanueva Hernández

Poder y resistencia

Una relación social del tipo poder-resistencia requiere necesariamente de la descripción del exogrupo y del endogrupo, (Martín Rojo y Whittaker, 1998), es decir, del reconocimiento y diferenciació n del discurso de nosotros y el discurso de ellos: cómo nos vemos y los vemos; como se ven y nos ven. Como en la física (térmica, material o eléctrica), cada cual ha de generar su propia fuerza contra el contrario a fin de desplazarlo. En otras palabras, se entiende por resistencia a las acciones y conductas discursivas y extradiscursivas que se empleen para oponerse al desplazamiento y/o a la incorporación del otro.

La resistencia puede tomar las más variadas formas, puede jugar conforme la situación estratégica de cada momento de la lucha, el papel de adversario, de blanco de ataque, de apoyo o bien de paradigma. Es móvil, cambiante... aparece en distintos puntos del entramado social... podrán ser espontáneas o bien organizadas; salvajes o concertadas; gregarias o solitarias; violentas o timoratas; frontales y nobles o bien oscuras y rastreras; activas o pasivas... pero siempre hacen su aparición como el otro término necesario de la relación de poder... (Foucault, en García Canales, 1999).

El sujeto en resistencia, individual o colectivamente, llega a ello normalmente porque ha sido marginado o se encuentra en situación de dominio, es decir, se encuentra en desventaja frente al otro que hace ostentación del poder que tiene o ha obtenido sin consenso. En un sistema realmente democrático, el triunfo del opositor será respetado y asumido por todos al reconocer la limpieza del proceso. De igual forma, en un sistema realmente democrático el triunfador no deja dudas de su triunfo. En las "democracias simuladas", ya sea porque se pacta o porque no existe realmente oposición organizada, se reconoce y se respeta la "legitimidad" del aquél, previo acuerdo de intercambio de favores. Por el contrario, en una relación del tipo poder-resistencia no queda clara la legitimidad de quien lo ostenta y, por tanto, el grupo que resiste siente violados sus derechos y su libertad y, en consecuencia, genera una serie de acciones de diversa índole la cual, como se establece más arriba, puede ser colectiva o individual, pacífica o agresiva, ya sea para lograr sus objetivos o como respuesta a sus derechos pisoteados. Por tanto, aparecen dos discursos paralelos: el del poder y el de la resistencia y dos formas de lucha: mantenimiento y resistencia. No sólo la resistencia genera acciones (verbales y/o no verbales), también el grupo en el poder crea su estrategia para combatirla.

Sin embargo, un sistema político en el poder no existiría sin un elemento fundamental para difundirlo y sostenerlo, los medios. Éstos, junto con otras instituciones --también bajo el control del poder (o controlando "al poder")--, sirven de pilares para el ejercicio del sistema.

Evidentemente cualquier sistema político por sí mismo no funcionaría o ni siquiera existiría si no estuviera apoyado por otras instituciones con el mismo o más peso que el propio organismo gubernamental, a saber, la iglesia, los medios, los empresarios, el ejército, la escuela y la propia población. Dichos sistemas en ocasiones se encuentran ocultos y difícilmente el ciudadano común los percibe (ejército, población), mientras otros actúan abiertamente (patrones) como modo de presión y coacción a quienes se resisten. El ciudadano común que decide no participar (entiéndase "neutro" o "apolítico") por convicción, dejadez o miedo también es un coadyuvante del poder. La neutralidad social y discursiva no existe jamás en estos sistemas porque hacerlo supondría estar fuera de él automáticamente, por tanto, el silencio, como supuesta forma de neutralidad es en sí una manifestación de aceptación y adhesión hacia el grupo en el poder. En otras palabras, no existe la resistencia desde el poder.

Nuestro trabajo tiene como propósito hablar sobre el resurgimiento del discurso de resistencia en México. Nos interesa mostrar cómo un amplio sector de la población mexicana (más de 15 millones de electores) se organizaron desde el 2005 a fin de evitar, en primera instancia la exclusión del candidato de la izquierda a las elecciones presidenciales hasta, finalmente, repudiar la asunción al poder del candidato conservador. En un hecho por más relevante y por tercera vez en la historia de México –Movimiento de Independencia y Revolución Mexicana--, la sociedad civil se organizara, rebasando a los partidos políticos, para determinar su derecho a elegir al presidente de México pero, ante el fraude electoral que reclaman y esta vez por vez primera después de múltiples fraudes en procesos anteriores, se rebela y se consolida en movimiento de resistencia civil pacífica, activo hasta el día de hoy.

Tal vez y, como dice Foucault, el acto de resistir es, por un lado, el arte de existir y, por el otro, una prueba en primera instancia consigo mismo. Es un ponernos a prueba con nosotros antes que con el otro. La resistencia, así entendida, no sólo es un proceso discursivo sino también de carácter psicológico, moral, económico y sociológico.

Quien acepta ser parte de la resistencia debe aceptar el papel social que ha de representar, así como las consecuencias morales, religiosas y laborales que puede sufrir. Por ello mismo resulta más que notable la transformación de la sociedad civil mexicana, no sólo a favor de este candidato, sino incluso en su contra ya que prácticamente no había espacio público o privado en donde no se discutiera en torno a la personalidad, mitos y realidades del candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador, conocido popularmente como "El Peje".

Curiosamente, la tradición política de la ciudadanía mexicana era, hasta antes del 2005, una especie de letargo, un "dejar ser". Dar siempre por perdida toda ilusión, y desde el principio, renunciar a cualquier tipo de queja, molestia y, más aún, a la resistencia abierta y decidida contra la política de Estado. Por ello mismo, este fenómeno de resistencia en México en donde día a día y, desde hace más de dos años participan activamente varios millones de ciudadanos comunes, no puede ni debe pasar desapercibido para nadie, como a toda costa pretenden distintos grupos de poder en México y en el extranjero, incluyendo en España.

No es posible que un movimiento de esta naturaleza, verdadero fenómeno político de masas no ocupe ni siquiera un reportaje de cinco minutos en las televisiones del mundo y, sin embargo, se hagan programas especiales para hablar de las Muertas de Juárez, el narcotráfico o la gallega detenida en Cancún, como si lo único relevante en México o cualquier país tercermundista fueran sólo sus "puntos negros".

Lo que queremos presentarles a ustedes, precisamente, es una base de datos donde estamos archivando el innumerable material elaborado por ciudadanos mexicanos declarados en resistencia civil pacifica como forma de manifestarse y oponerse al Estado Federal, extendiendo su rechazo a los otros grupos de poder del país. Consideramos que la riqueza que contienen tanto sociológica, psicológica, artística, discursiva, etc., debe ser guardada para futuros estudios.

Parafraseando a Barthes, la calle en sí misma no nos dice nada, pero ¡cuánto material semiológico hay ahí!

La idea de crear esta base de datos nos surgió cuando observamos la rapidez, creatividad y contundencia con la que aparecían carteles, arengas, caricaturas, canciones, blogs, películas, chistes, radiodifusoras, debates, power point, camisetas, ensayos, libros, etc. Es decir, textos con posibilidades de ser estudiados. Sin embargo, estos materiales en su mayoría no fueron hechos ni por el partido postulante del candidato izquierdista, ni mucho menos por los vendedores deseosos por hacer un mercado electoral.

La mayoría de los materiales fueron creados por ciudadanos comunes, con sus propios recursos, por iniciativa propia y sin ánimos de lucro.

Breve historia del movimiento de resistencia

Vicente Fox Quesada fue electo presidente de México en el año 2000 con total reconocimiento de la sociedad mexicana al considerar que, por vez primera en los últimos 75 años, no había sido resultado de un fraude electoral, por tanto, todo hacía suponer que el siguiente proceso supondría la consolidación de la llamada "joven democracia mexicana". Sin embargo, y para sorpresa de todos, el gobierno federal representado por Fox le declara la guerra a principios del 2005 a Andrés Manuel López Obrador (AMLO o "El Peje"), entonces jefe de gobierno del Distrito Federal, al acusarlo jurídicamente por desacato a la autoridad federal, lo cual supondría la cancelación de sus posibles derechos a votar y/o ser votado para cualquier puesto de representación popular, según lo establece nuestra Constitución.

Ante el asombro de propios y extraños la causa penal consiste en: "haber intentado abril una calle que comunica a un hospital" (López Obrador, 2006)1, así como no haber respetado el dictamen de suspensión de obras exigida por la Procuraduría General de la República (PGR), lo cual desató una oleada de análisis, argumentos, contra argumentos, explicaciones jurídicas, debates, etc., sin percatarse cómo, conforme crecía el encono contra el "violador de la legalidad", según el discurso del gobierno federal (descripción exogrupo), nacía un grupo ciudadano (con o sin partido) decido a defender lo que se consideró una "patraña para dejarlo fuera de las elecciones".

La "gota que organizó a la gente" fue cuando una mayoría de diputados federales (PRI y PAN), en cobertura mediática para todo el país, aprueba suspender la inmunidad parlamentaria a López Obrador obligándolo a retirarse de su cargo como Jefe de Gobierno con el cual se había ganado la simpatía y el apoyo de la mayoría de sus gobernados al ofrecerles un modelo de gobierno distinto tanto en sus objetivos como en sus estrategias, ya que él se opone abiertamente a los grupos de poder; reniega del gobierno conservador, genera programas de apoyo para los más necesitados; no lleva protección policíaca; no cambia de coche durante su mandato, se baja el salario, vive en la casa familiar, crea infraestructura en la ciudad, tiene obsesión por el trabajo, atiende directamente a los medios todos los días muy temprano y no muestra interés por los lujos, las fiestas ni los tratos cuasi virreinales habituales en México. Lo que terminó convenciendo no sólo a sus gobernados sino a otros millones más en todo el país.
Considerado un fenómeno social nunca visto, Andrés Manuel López Obrador es un hombre de nuestro tiempo. Hablar de Andrés Manuel es hablar de complejidades y al mismo tiempo de diferencias al no atenerse a los viejos cánones de gobernantes anteriores. (Poniatowska, en Gómez, 2005)

El 24 de abril del 2005 se realiza la primera de las manifestaciones más grandes de toda la historia de México, concentrando en esa ocasión a más de un millón de ciudadanos contra la decisión del Congreso, dirigiendo principalmente sus reproches hacia el presidente Vicente Fox. La marcha fue convocada por López Obrador, proponiendo que ésta fuera silenciosa (Marcha del silencio). Sin embargo, la oralidad fue suplida por millares de textos de diversos tipos: disfraces, carteles, esculturas, pegatinas, señales, mantas, camisetas, etc.

La creatividad de la población fue desbordante tanto en sus formas como en sus contenidos. Una simple hoja de cuaderno fue suficiente para denunciar su indignación. Nunca se gritó tanto en México. Días después, el presidente del país, vía televisión, informa a la nación que su gobierno no negará a nadie sus derechos constitucionales2, lo que fue conocido como "la salida política en el caso del desafuero". Desde entonces, López Obrador, para sus contrincantes pasó a llamarse simplemente: "El señor López3".

Sin embargo, eso sólo fue el comienzo de una guerra del gobierno y el partido de derecha Acción Nacional contra el ya candidato por el Partido de la Revolución Democrática; guerra que fue secundada por el partido Revolucionario Institución, conocido mundialmente por su larga historia de fraudes. Los mecanismos propagandísticos desatan entonces la leyenda negra sobre López Obrador, pero también alimentan la convicción de la resistencia. Surgen así las redes, las rolas y los rollos sobre el Peje.

Recordamos que el objetivo de nuestro trabajo es justificar una base de datos sobre los diversos materiales generados por la resistencia ciudadana, por tanto, las siguientes líneas intentarán mostrar su importancia.

Las redes

La idea de organizar a la sociedad civil para lograr propósitos específicos no es nueva ni mucho menos fue en sus orígenes espontánea entre los ciudadanos sin partido. El hermano de López Obrador lo propone como modo de apoyarlo, sin embargo, aunque se constituye un organismo desde la cúpula del PRD, la mayoría de los ciudadanos se reordenan según sus propios intereses y emociones. Poco a poco van surgiendo colectivos vecinales, laborales o amistosos con el propósito explícito de apoyar la candidatura de AMLO.

Así, bastaba una llamada telefónica, un correo electrónico, una charla en el trabajo, una fiesta o cualquier otro espacio (incluso la venta casa por casa) para invitar a alguien a integrarse en el colectivo. En el seno de varias familias se llegaron a hacer sesiones y hasta debates para tratar de convencer o disuadir a alguien en pro o en contra de AMLO. Esas discusiones íntimas fueron usando la calle para reunirse en las plazas, en los jardines, en las cafeterías, etc., cooperando cada cual con "lo que sea tu buena voluntad". Se organizaron kermeses para recabar fondos, se vendieron y/o regalaron libros, ropa, muebles, etc. (TRUBITO).

Las reuniones se iban formalizando y surgieron los desplegados en periódicos, mantas en las fachadas de las casas, botones en las solapas, pulseras, pegatinas en los coches, camisetas para toda la familia con leyendas del tipo: "Todos somos López", "Es un honor estar con Obrador", "Te amlo", etc.

Las Redes Ciudadanas no sólo buscaron apoyar la candidatura de AMLO en unas elecciones normales, sino contrarrestar la feroz y sucia contracampaña que sus adversarios electorales y la presidencia de la república desataron con toda la fuerza y los recursos del Estado, violando el presidente los principios constitucionales que le prohiben su participación en el proceso, tal como después, ambiguamente reconoce el Tribunal Federal Electoral al dar el dictamen final sobre los resultados electorales.

A cada embate mediático en contra de la resistencia surge inmediatamente una respuesta. Así, cuando Fox llama al Peje "renegado", los colectivos se reconocen también como "Renegados"; cuando los empresarios dicen que "es un peligro para México", aparecen los carteles con "yo también soy un peligro para México". La consolidación de las redes como movimiento de resistencia civil pacífica se da un día después de la elección (3 de julio) al considerarla fraudulenta, por tal motivo se realiza un campamento creativo durante 48 días sobre una de las avenidas principales y el zócalo (plaza) de la capital del país concentrando cada día a más de trescientas mil personas.. En fin, que los ciudadanos no sólo decidieron votar, sino también expresarse.

Las rolas

En México se conoce como "rola" a una canción que está de moda o que gusta mucho. Amlo, como cualquier líder, héroe o personaje mítico que se aprecie ha sido objeto de múltiples canciones, arengas, estribillos, corridos, baladas, himnos, sones y hasta una sinfonía.

Aparecieron nuevas y simpáticas adaptaciones de viejas canciones aludiendo a cada uno de los múltiples acontecimientos en este periodo. Se reeditaron en sistemas caseros las canciones revolucionarias de los setenta y, se regalaban o se vendían al costo copias para que todo mundo las aprendiera. "El corrido del desafuero" o "La nueva Paloma", son sólo un ejemplo. Cantantes noveles y profesionales muy reconocidos en el país fueron quieres les pusieron voz.

Los rollos

Un rollo en México es un discurso oral o escrito, normalmente largo y monótono. "Tirarse un rollo" es hacer una perorata aburrida y "sermónica", sin embargo, hemos querido usar este término para referirnos a los textos principalmente escritos producidos por los simpatizantes críticos o no del candidato de la izquierda con los cuales pretendían llamar la atención del otro con algún reproche o con alguna reflexión.

El uso de frases célebres para connotar significaciones específicas o frases muy simples salidas de la rabia o el cariño fueron plasmadas en cualquier cantidad de objetos: ropa, carteles, tatuajes, paredes, volantes, golosinas y hasta en juguetes. Todo servía para transmitir los mensajes: "Voto x voto y el presidente es otro"; "Ni lluvia ni viento detendrá este movimiento", "Fox, escucha, renegados en la lucha", etc.

Luis Mandoki, conocido cineasta mexicano, comprendió tempranamente el fenómeno socio-discursivo que representaba el candidato y decidió documentar cinematográficamente cada uno de los acontecimientos sobre él con varios cortometrajes:¿Quién es el señor López? Al terminar el campamento de la resistencia, incluso, solicitó a los participantes en el movimiento a colaborar con materiales inéditos. Del primer documental (desafuero) se hicieron inicialmente 100,000 copias. Actualmente se estiman más de 20 millones de copias de los distintos documentales. Mandoki autorizó la reproducción y distribución libre y gratuita.

Varios libros fueron escritos para explicar la personalidad de Amlo, analizarlo, satanizarlo, prevenirlo o simplemente presentarlo. Curiosamente esto no ocurrió con ninguno de los cuatro candidatos restantes, ni siquiera con el que ahora ocupa el cargo en la presidencia del país, por lo que resulta precisamente sorprendente y poco fiable la limpieza de los comicios.

Durante meses se organizaron debates televisivos en los cuales, irremediablemente el personaje central fue El Peje, como terminaron llamándolo simpatizantes y contrarios. Nacieron en la web páginas, blogs, estaciones de radio, televisiones por internet, foros, chats, grupos y espacios personales con el único propósito de apoyarlo o seguir su trayectoria.

Los más destacados intelectuales, analista y científicos del país ocuparon los principales espacios para debatir, analizar o aclarar no sólo la política del gobierno, sino los posibles escenarios en caso de que llegara este tabasqueño que desató la Pejemanía.

Por todo lo anterior, consideramos que un fenómeno como éste no puede ser minimizado, distorsionado ni mucho menos borrado de la historia social y discursiva tanto de México como de la historia universal. No podemos esperar a que, veinte años después, alguien decida "reconstruir" una historia a partir de falsos elementos o simplemente por oídas. Es obvio que al actual gobierno, y tal vez a los siguientes, no les interesará conservar nada de esta historia, por eso mismo nosotros hemos decidido elaborar una base de datos donde almacenar todo el material posible que pueda ser recuperado y analizado por todo aquél que lo desee.
La base de datos

Para lograr nuestro objetivo comenzamos aprendiendo a crear una base de datos a partir de un procesador que en nuestro caso fue Access. Nosotras mismas la diseñamos con apoyo de un informático a fin de conocer bien todo el proceso y la posibilidad de hacer los cambios pertinentes si fuera necesario. Optamos por elegir ciertos campos a partir de un preanálisis por tipo de portadores, temáticas y lenguajes empleados, entre otros. También establecimos una cronología de los eventos acaecidos desde el proceso de deshabilitació n (desafuero) de López Obrador hasta la ceremonia de asunción al poder de Felipe Calderón, como presidente legal de México.

Esto permite ordenar los materiales por fecha, evento, lugar de aparición y autor. También hemos hecho una clasificación inicial de los materiales o textos por el género discursivo (canción, ensayo, documental, representació n, etc); por el código empleado: imagen, palabras, música, fotografía, etc. Además contiene información sobre el autor o autores, lugar de aparición, forma de "consumo" (individual o colectivo), forma de distribución (intercambio, regalo, venta), así como un apartado para observaciones, con lo cual se pretende evitar la distorsión futura sobre los materiales y sus orígenes y propósitos, sobre todo por investigadores descontextualizados que pretenden reinventar la historia de una sociedad.

La base no está aún cerrada ni en los parámetros que contendrá ni tampoco en la información recopilada, la cual aún está recolectándose y capturándose. Para ello también hemos buscado la ayuda de muchas redes y participantes individuales quienes nos envían por internet los archivos o bien nos lo entregan personalmente. Los criterios generales para incorporar un material a la base son dos:

1.- Fecha de aparición: Desde febrero del 2005 y hasta el 3 de Diciembre del 2006, inclusive, por ser el periodo que implicó toda la lucha de resistencia civil pacífica contra el fraude electoral. Posteriormente, la lucha se ha mantenido pero, entonces, los objetivos han ido cambiando toda vez que, entorno a la elección ya nada se podía cambiar;

2.- Forma de elaboración. El material no debió ser elaborado por ningún partido político ni por vendedores convencionales, pues estos responden más a sus intereses comerciales y no a un proceso de resistencia.

Coincidimos con Martín y Whittaker (1998), cuando afirman:
Los investigadores del ACD4 no sólo conciben el discurso como una práctica social, sino consideran que su propia tarea –desvelar cómo actúa el discurso en este proceso—constituye una forma de oposición y de acción social con la que trata de despertar una actitud crítica en los hablantes, especialmente, en aquellos que se enfrentan más a menudo a estas formas discursivas de dominación" (p. 11).

O como manifiesta el neurobiólogo chileno Humberto Maturana (1990), "la reflexión es el mejor instrumento para salir de la trampa". Tal vez esta base de datos puede ser un primer inicio para futuras investigaciones en torno a un movimiento social en México que también decidió que: "por el bien de todos, primero los pobres". Muchas gracias

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1 Discurso pronunciado durante el de juicio de procedencia, Cámara de Diputados, México, DF.
2 La realidad es que la demanda judicial presentada por la PGR carecía de verdaderos fundamentos y fue desechada por el juez. El caso, terminando la elección parece haber sido archivado.
3 El racismo y la discriminació n en México hace suponer que alguien que se apellide Pérez, López o Juárez carece de importancia, es un hombre (o mujer) del montón. Apellidarse López no es lo mismo, piensan, que apellidarse "Creel".
4 Análisis crítico del discurso. Enfoque de análisis propuesto por el lingüista danés Teun A. van Dijk.

1 comentario:

¡Pero válgame mujer! dijo...

Este trabajo no es de NORMA VILLANUEVA HERNÁNDEZ sino mío, Elizabeth Alcalá Esqueda, presentado en el congreso de Análisis del discurso en Murcia, España, en el 2007.