LA IV REPÚBLICA. Cap. I: Rodeado y protegido por su pueblo

Gracias, como siempre, a nuestro amigo Álvaro por sus valiosa aportaciones

LA IV REPÚBLICA

0. ¿Fantasía o… Realidad?... ¿Cuento, Novela o… Historia?... ¡Tú decides!...

I. Rodeado y protegido por su pueblo

Es un honor morir por Obrador –pensó Alejandro mientras caía extendiendo las manos, tratando hasta el último segundo de cubrir al Presidente, y luchando contra la debilidad y la inconsciencia-…

¡Puede haber un segundo tirador! –gritó Hugo, que había imaginado y analizado cientos y miles de escenarios como el que ahora ocurría- ¡Rodeen a Andrés Manuel!... No necesitaba decirlo. Decenas de hombres y mujeres se habían levantado desde el primer disparo y formaban ya un muro impenetrable, dispuesto a repeler cualquier amenaza. La gente había sido desde el primer momento la "Guardia Presidencial" del Nuevo Gobierno y ahora lo estaban demostrando con una sangre fría y una heroicidad que no dejaban lugar a dudas… El Presidente de México seguía de pie, con la mirada firme y el alma pacífica, sin un rasguño, rodeado y protegido por su pueblo…

El segundo disparo había rebotado en el suelo, pues Gabriela y otr@s ciudadan@s se habían lanzado rápidamente contra la mano asesina y tenían ahora desarmado e inmovilizado al sicario que únicamente había logrado herir al "guardaespaldas" de confianza del Presidente… Ningún golpe al criminal. Ningún insulto. Ninguna amenaza. Sólo la fuerza suficiente para mantenerlo quieto mientras llegó el personal de seguridad para llevárselo… En el trayecto por los pasillos del salón y en medio de la gente –hay que recalcarlo nuevamente-: Ninguna agresión al asesino. Ningún insulto. Ninguna amenaza. El pueblo de México recordaba muy bien sus compromisos con el Nuevo Gobierno y mostraba los frutos de las revoluciones educativa, espiritual y humanista que seguían en marcha en todo el país…

El Presidente legal y legítimo de México estaba de rodillas, junto a Alejandro, cuando llegaron los paramédicos. Los ojos del Jefe del Gobierno Mexicano se habían humedecido cuando su guardaespaldas, herido y en el suelo, le había preguntado: "¿Está usted bien, señor?"… "Estoy bien, gracias a ti, Alejandro –había contestado-. Pero tú también estarás bien muy pronto. Hablé con el Dr. Eliseo y me ha dicho que la bala no tocó ningún órgano importante. Ya nos comunicamos con tu familia. No te preocupes"… Un aplauso estruendoso y emotivo lo acompañó desde que fue puesto en una camilla hasta que la ambulancia se lo llevó…

El movimiento, el ruido, la breve confusión, los temores y las lágrimas, dieron muy pronto paso al grito de guerra del pueblo de México que comenzó a llenar el salón, como tantas otras veces desde el 2007, de esperanza, de fe y de una indescriptible sensación de Plenitud y de Victoria: "¡Es un honor estar con el Creador! ¡Es un honor luchar con Obrador!, ¡Es un honor estar con el Creador! ¡Es un honor luchar con Obrador!, ¡Es un honor estar con el Creador! ¡Es un honor luchar con Obrador!"... El drama momentáneo se convertía en una auténtica fiesta y en un mensaje al mundo que oía y veía, en vivo y en directo, el grito de guerra y de Victoria de un Nuevo Pueblo, en un México renovado que era ahora una verdadera esperanza para todos los continentes…

El signo de la Triple Victoria danzaba a dos manos en todo lo alto por parte de la gran mayoría de los presentes. Una comunión muy especial se expresaba y se sentía en el ritmo y en la fuerza –casi un canto- de ese grito de guerra que no dejaba de escucharse y que parecía intensificarse a cada segundo en esa ocasión tan única… Sólo los que estaban muy cerca del Presidente o de alguno de los miembros de su Gabinete o de su personal de confianza podían escuchar este mismo grito, ligeramente modificado: "¡Es un honor estar con el Creador! ¡Es un honor servir a esta Nación! ¡Es un honor estar con el Creador! ¡Es un honor servir a esta Nación! ¡Es un honor estar con el Creador! ¡Es un honor servir a esta Nación!"…

La voz tranquila y poderosa de Facundo, el vocero de la Presidencia, a través del sonido del salón, logró acallar suavemente el grito de guerra que parecía no querer detenerse: "Compañeras y compañeros de la IV República: Nuestro compañero Presidente desea continuar en el uso de la palabra si ustedes están de acuerdo–gritos y muestras de aprobación y alegría-… Recibamos entonces nuevamente y escuchemos con atención a Andrés Manuel López Obrador, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos"…

(Esta Historia Verdadera continuará…)

(Cada domingo, durante las próximas semanas, estaré compartiéndoles un nuevo capítulo de "La IV República")

(Si no les va gustando la Historia o partes de ella, por favor modifíquenla, invéntenla, recréenla… La IV República es creación y decisión de todos. Sueñen, por favor, el mejor México posible, el mejor Gobierno posible, y plasmen, expresen, realicen sus sueños… Les invito, pues, a hacer Historias Alternativas sobre la IV República y a compartirlas conmigo y con todos. Yo intentaré hacerme parte de sus Historias Alternativas e iré tomando de ustedes, de sus escritos, lo que haga falta en mi propia Historia Verdadera… Será, entonces, esta Historia, como tiene que ser en algo tan trascendente como la IV República, una Historia de todos los que quieran participar en ella. No tengo un final preestablecido, ni tengo un esquema o proyecto definido, ni tengo una duración estimada. Simplemente comienzo. Y simplemente les invito a que seamos todos co-creadores de esta Historia. Y simplemente sé que será, si es de todos, una hermosa y verdadera y extraordinaria Historia)…

(Además de los Blogs que así lo decidan voluntariamente, la Historia se irá ciertamente publicando en el "Informativo Triple V" -http://informativotriplev.blogspot.com-, en "Blogs en Resistencia" -http://blogdeblogsmx.blogspot.com- y en el Foro del Sendero -http://toliro.lunarpages.com/foro/-)…

(Envíenme, por favor, sus Historias Alternativas a: vvvcuartarepublicavvv@gmail.com y pónganlas también en los foros, sitios, grupos o Blogs que lo permitan)…

Álvaro de Nanahuatzin, ciudadano de la IV República