VUELVE A BENEFICIARSE A LOS BANCOS CON LA LEGISLACIÓN SOBRE COMISIONES BANCARIAS, DECLARA MARIO DI COSTANZO
Los bancos volvieron a triunfar en materia de regulación de comisiones bancarias, debido principalmente a que la Ley de Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros aprobada por los senadores resulta enormemente insuficiente para reducir los costos de los servicios bancarios en el país.
Así se pronunció Mario Di Costanzo Armenta, secretario de la Hacienda Pública del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, en relación con los acuerdos que los senadores de la República han asumido en los debates sobre comisiones bancarias.
Cabe recordar que la citada ley recientemente aprobada, si bien regula la transparencia en la información que la banca debe otorgar sobre el tema de las comisiones bancarias, las multas a las que pueden hacerse acreedores por el cobro de “comisiones muy altas” no supera los 500 mil pesos, amén de que la nueva reglamentación es ambigua sobre topes en dichos cobros.
Al abundar sobre el particular, el funcionario del Gobierno Legítimo de México señaló que “la realidad es que con el dictamen que se aprobo o sin la existencia del mismo, una de las principales fallas del sistema bancario en México es la alta concentración del mercado en unas cuantas instituciones, lo que provoca que existan prácticas oligopólicas que encarecen los servicios de banca en el país e impiden que el mercado funcione bajo reglas de competencia entre las instituciones”.
Di Costanzo Armenta consideró que “una verdadera regulación sobre este tema debería impedir la elevada concentración del mercado, así como la existencia de topes a las comisiones y a las tasas de interés, en función de diversas variables que consideraran, entre otras cosas: nivel de inflación, intermediación financiera, gastos operativos, comparación con otros países, es decir, medias internacionales, ya que el hecho de que únicamente se les obligue a cuestiones de transparencia no va a ser suficiente para reducir el costo de los servicios ni de las tasas de interés”.
Contundente, el secretario lopezobradorista afirmó que las instituciones bancarias en México “están actuando como un cartel y de nada sirve que los usuarios de los servicios bancarios conozcamos cuánto nos está cobrando nuestro banco, si el de junto nos cobra lo mismo o más; lo que en verdad requiere el usuario es que los costos se reduzcan”.
Mario Di Costanzo fundamentó su propuesta de regulación en la legislación vigente en la materia y mencionó que la Ley de Instituciones de Crédito, en sus artículos 4 y 5, así como el artículo 7 de la Ley de Competencia Económica, establecen claramente la posibilidad de que las autoridades bancarias y financieras pongan un tope a las comisiones bancarias, y, por su parte, el Banco de México tiene facultades para dictar los lineamientos que regulen las tasas de interés.
“Las disposiciones anteriores —indicó— definitivamente facultan a las autoridades financieras a regular las comisiones bancarias en virtud de que se establece, entre otras cosas, que el Estado será el encargado de ejercer la rectoría del Sistema Bancario Mexicano. Ésta es una razón de sobra para que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el Banco de México, en aras de orientar las actividades de la banca hacia la promoción del desarrollo de las fuerzas productivas del país y de las sanas prácticas y usos bancarios, pueda aplicar las medidas apropiadas”.
El secretario de la Hacienda Pública lopezobradorista reiteró en su explicación que en el origen del problema se vuelve a encontrar el fracaso del rescate bancario, pues éste “no sólo ha provocado una carga ilegal de pasivos para las finanzas públicas, sino que también propició una serie de fusiones y ventas de los bancos que en su momento fueron rescatados o intervenidos, y que ahora han generado una alta concentración del mercado en muy pocas instituciones, lo que se ha traducido en el encarecimiento de los servicios bancarios”.
Para corroborar lo anterior, Di Costanzo afirmó que “de acuerdo con el último reporte sobre Banca Múltiple elaborado por la CNBV, se observa que al mes de marzo del presente año, de las 27 instituciones bancarias que operan en el país, cuatro (BBVA-Bancomer, Banamex, Santander y HSBC) concentran aproximadamente 70% de la actividad bancaria, por lo que se puede señalar que en el sistema bancario mexicano existen prácticas oligopólicas que perjudican el sano funcionamiento del sistema y generan costos extraordinarios a los usuarios”.
“Esta situación ha provocado que en el primer trimestre de 2006, los ingresos por comisiones que recibió la totalidad del sistema bancario ascendieran a 15 mil 747 millones de pesos, lo que representó más de 115% de sus utilidades, es decir, que las comisiones que cobran los bancos son su principal fuente de ingresos”.
El secretario hacendario del gabinete legítimo puntualizó que con este panorama, “las posibilidades de competencia de bancos más pequeños es prácticamente imposible, ya que, por ejemplo, mientras que BBVA-Bancomer posee 10 millones 516 mil 924 cuentas y 1 718 sucursales, Banca AFIRME posee únicamente 56 sucursales y 70 mil cuentas, y Banca IXE posee tan sólo 42 sucursales y 64 748 cuentas”.
“La situación para los bancos pequeños se complica aún más, ya que, paradójicamente, las cuatro instituciones que dominan el mercado fueron rescatadas por el Fobaproa y actualmente reciben intereses provenientes de recursos públicos por concepto del pagaré del Fobaproa (o del IPAB) que poseen; así en el caso de BBVA-Bancomer, se estima que durante el primer trimestre del año recibió aproximadamente 2 mil 304 millones de pesos; y en otros casos, como el de Banamex, ha recibido prepagos ilegales y multimillonarios que ya forman parte del reparto de utilidades a sus accionistas”, agregó.
“Por ello —concluyó Mario Di Costanzo—, se observa que a mayor participación de mercado, más costosos son los servicios bancarios en nuestro país; de esta manera, Banamex y BBVA-Bancomer, quienes concentran 23 % y 20.5%, respectivamente, de los activos del sistema bancario que alguna vez fue mexicano, son los bancos más costosos para sus servicios, debido al control oligopólico que esta situación les otorga”.
Los bancos volvieron a triunfar en materia de regulación de comisiones bancarias, debido principalmente a que la Ley de Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros aprobada por los senadores resulta enormemente insuficiente para reducir los costos de los servicios bancarios en el país.
Así se pronunció Mario Di Costanzo Armenta, secretario de la Hacienda Pública del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, en relación con los acuerdos que los senadores de la República han asumido en los debates sobre comisiones bancarias.
Cabe recordar que la citada ley recientemente aprobada, si bien regula la transparencia en la información que la banca debe otorgar sobre el tema de las comisiones bancarias, las multas a las que pueden hacerse acreedores por el cobro de “comisiones muy altas” no supera los 500 mil pesos, amén de que la nueva reglamentación es ambigua sobre topes en dichos cobros.
Al abundar sobre el particular, el funcionario del Gobierno Legítimo de México señaló que “la realidad es que con el dictamen que se aprobo o sin la existencia del mismo, una de las principales fallas del sistema bancario en México es la alta concentración del mercado en unas cuantas instituciones, lo que provoca que existan prácticas oligopólicas que encarecen los servicios de banca en el país e impiden que el mercado funcione bajo reglas de competencia entre las instituciones”.
Di Costanzo Armenta consideró que “una verdadera regulación sobre este tema debería impedir la elevada concentración del mercado, así como la existencia de topes a las comisiones y a las tasas de interés, en función de diversas variables que consideraran, entre otras cosas: nivel de inflación, intermediación financiera, gastos operativos, comparación con otros países, es decir, medias internacionales, ya que el hecho de que únicamente se les obligue a cuestiones de transparencia no va a ser suficiente para reducir el costo de los servicios ni de las tasas de interés”.
Contundente, el secretario lopezobradorista afirmó que las instituciones bancarias en México “están actuando como un cartel y de nada sirve que los usuarios de los servicios bancarios conozcamos cuánto nos está cobrando nuestro banco, si el de junto nos cobra lo mismo o más; lo que en verdad requiere el usuario es que los costos se reduzcan”.
Mario Di Costanzo fundamentó su propuesta de regulación en la legislación vigente en la materia y mencionó que la Ley de Instituciones de Crédito, en sus artículos 4 y 5, así como el artículo 7 de la Ley de Competencia Económica, establecen claramente la posibilidad de que las autoridades bancarias y financieras pongan un tope a las comisiones bancarias, y, por su parte, el Banco de México tiene facultades para dictar los lineamientos que regulen las tasas de interés.
“Las disposiciones anteriores —indicó— definitivamente facultan a las autoridades financieras a regular las comisiones bancarias en virtud de que se establece, entre otras cosas, que el Estado será el encargado de ejercer la rectoría del Sistema Bancario Mexicano. Ésta es una razón de sobra para que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el Banco de México, en aras de orientar las actividades de la banca hacia la promoción del desarrollo de las fuerzas productivas del país y de las sanas prácticas y usos bancarios, pueda aplicar las medidas apropiadas”.
El secretario de la Hacienda Pública lopezobradorista reiteró en su explicación que en el origen del problema se vuelve a encontrar el fracaso del rescate bancario, pues éste “no sólo ha provocado una carga ilegal de pasivos para las finanzas públicas, sino que también propició una serie de fusiones y ventas de los bancos que en su momento fueron rescatados o intervenidos, y que ahora han generado una alta concentración del mercado en muy pocas instituciones, lo que se ha traducido en el encarecimiento de los servicios bancarios”.
Para corroborar lo anterior, Di Costanzo afirmó que “de acuerdo con el último reporte sobre Banca Múltiple elaborado por la CNBV, se observa que al mes de marzo del presente año, de las 27 instituciones bancarias que operan en el país, cuatro (BBVA-Bancomer, Banamex, Santander y HSBC) concentran aproximadamente 70% de la actividad bancaria, por lo que se puede señalar que en el sistema bancario mexicano existen prácticas oligopólicas que perjudican el sano funcionamiento del sistema y generan costos extraordinarios a los usuarios”.
“Esta situación ha provocado que en el primer trimestre de 2006, los ingresos por comisiones que recibió la totalidad del sistema bancario ascendieran a 15 mil 747 millones de pesos, lo que representó más de 115% de sus utilidades, es decir, que las comisiones que cobran los bancos son su principal fuente de ingresos”.
El secretario hacendario del gabinete legítimo puntualizó que con este panorama, “las posibilidades de competencia de bancos más pequeños es prácticamente imposible, ya que, por ejemplo, mientras que BBVA-Bancomer posee 10 millones 516 mil 924 cuentas y 1 718 sucursales, Banca AFIRME posee únicamente 56 sucursales y 70 mil cuentas, y Banca IXE posee tan sólo 42 sucursales y 64 748 cuentas”.
“La situación para los bancos pequeños se complica aún más, ya que, paradójicamente, las cuatro instituciones que dominan el mercado fueron rescatadas por el Fobaproa y actualmente reciben intereses provenientes de recursos públicos por concepto del pagaré del Fobaproa (o del IPAB) que poseen; así en el caso de BBVA-Bancomer, se estima que durante el primer trimestre del año recibió aproximadamente 2 mil 304 millones de pesos; y en otros casos, como el de Banamex, ha recibido prepagos ilegales y multimillonarios que ya forman parte del reparto de utilidades a sus accionistas”, agregó.
“Por ello —concluyó Mario Di Costanzo—, se observa que a mayor participación de mercado, más costosos son los servicios bancarios en nuestro país; de esta manera, Banamex y BBVA-Bancomer, quienes concentran 23 % y 20.5%, respectivamente, de los activos del sistema bancario que alguna vez fue mexicano, son los bancos más costosos para sus servicios, debido al control oligopólico que esta situación les otorga”.
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